TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

Yo soy una mujer muy bruta dentro de casa. Cuando me gusta una persona,
me gusta de verdad. Nunca tuve voluntad de casarme y de tener un marido,
para cuidar de la casa y esas cosas. Yo tengo que cuidar de mis hijos. Sufrí
mucho. Eso también me ha influido, supongo. Me he llevado muchas
decepciones en la vida.
Continué con una vida normal, en casa de mis padres en Tumbiara,
cuidando de mis hijos. Luego, conocí a otra persona. Era un chico de
veintiséis años. Salimos juntos, él me ayudaba… Un día un amigo de mi
hermano dijo que Flavio no era una buena persona, que no era una persona
normal. Contó que él también tenía un namorado veado. Su familia no sabía
nada. El veado vino a casa y fue una confusión muy grande. Y ahí terminó
todo.
Mi familia nunca admitió eso. Mi padre ya no me dejaba salir sola. Flavio
seguía buscándome, me llamaba por teléfono y me amenazaba, quería que
estuviese con él.
Desde ese momento no quise saber nada más de hombres. Mi madre rezaba
para que yo encontrase a alguien. Yo no tenía suerte en la vida. Nunca he
tenido suerte con los hombres…
A pesar de que yo no conozco a mi verdadera madre y de que me contaron
que era una desgraciada, que usaba drogas, y que tampoco deseo conocerla,
no me gusta que nadie hable mal de ella. Esas cosas me machucan muito. Yo
no he tenido nunca el cariño de una madre, porque no es lo mismo, siempre
te tratan de modo diferente. Mi madre es blanca, mis hermanos son
blancos, yo soy morena… Todo el mundo ve la diferencia, que yo soy
distinta. Algunas personas me dicen: - ¿Cómo? Usted así morena, parece
um lixo de lata… Todo eso me machuca muito.
Los preparativos del viaje
Un día, a finales de octubre de 2005, Suellen, una amiga mía que ya llevaba
tres años y medio en España, vino a Brasil y habló con mi prima Diana,
preguntándole si ella quería ir a España. Y Diana me llamó por teléfono y
me pidió que fuese con ella, que no quería viajar sola, que aquí se ganaba
mucho dinero. Yo le dije: - Estás loca… Mucha gente comentaba que aquí
en España la vida de las brasileras era muy sufrida, y había visto reportajes
en la televisión.
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