TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

llamasen los clientes y así no me dejaba trabajar. Era pura envidia. No
descubrí que ella desconectaba el teléfono hasta ese día. Desde entonces se
deterioró la convivencia.
Dos días después, mi amiga salió de casa. La policía la paró en la calle. Yo
creo que fue a causa de los vecinos, que denunciaron el ruido por las
noches. Nosotras entonces ya estábamos enfadadas. Cuando me llamó la
policía al número del piso, pude escuchar los gritos de mi amiga
advirtiéndome de que no dijese nada porque era la policía. Entonces
reaccioné y desconecté rápidamente el teléfono, y arreglé a toda prisa mi
maleta. Mi única opción era esperar a mi novio de Suiza, que tardaría unas
tres horas en venir a recogerme, o marcharme en tren. Y decidí coger un
tren. Al mismo tiempo también pensaba que tal vez todo fuese una broma
de la loca de mi amiga. Así que no llegué a coger aquel tren y regresé a
casa. La verdad, no sabía bien qué hacer.
Cuando dieron las nueve de la noche abrieron la puerta del apartamento.
Entonces, entró el dueño del piso acompañado de siete policías. Me
pidieron los documentos, y al mismo tiempo se pusieron a buscar pruebas
que nos incriminasen, como preservativos, consoladores, etc, para
demostrar que aquel era un piso de trabajo. Pero, no encontraron nada
porque yo antes lo había recogido todo y lo había tirado a la basura.
Siguieron haciendo el registro. Pensaban que, tal vez, había drogas allí.
Cuando entraron en mi habitación me encontraron tres mil dólares. Era el
dinero que había ganado en dos meses de trabajo. Me cogieron el dinero,
mi cámara de fotos, mis CD´s, todo, y lo colocaron en el suelo. Sólo se
quedaron con el dinero. Luego, me llevaron a la delegación de policía. A
mi amiga también se la llevaron, pero por separado.
A la mañana siguiente la policía nos llevó de regreso al apartamento para
que pudiésemos recoger nuestras cosas. Estuvimos allí durante media hora
para arreglar las maletas. Y nos llevaron para otra delegación de policía.
Viajamos como unas cuatro horas de tren. Nos llevaron a Berna para
esperar el vuelo de regreso a Brasil. Me deprimí mucho con toda aquella
situación. También me humillaron. Un policía nos decía: - porqué venís
aquí a nuestro país a prostituiros, a quitarnos el dinero. Mi amiga estaba
muy nerviosa y gritaba todo el tiempo.
El regreso a Brasil
En Berna estuvimos esperando cuatro días y medio, hasta que tuvimos el
vuelo para Brasil. El 27 de junio viajé de nuevo para mi país. Antes de
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