TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

NATALIA
La historia de Natalia
Soy colombiana y nací el 10 de marzo de 1968 en Chinchiná – Manizales,
en el departamento de Caldas. Mi papá era carpintero, él ya es fallecido. Mi
mamá era ama de casa. Tuve una niñez muy buena.
A mis quince años conocí a un chico y me fui a vivir con él. A los dieciséis
tuve a mi primer hijo, y a los veinte al segundo. Después, empezaron los
maltratos, tanto físicos como psíquicos. Estuvimos ocho años juntos. No le
pude aguantar más, tanta agresividad, y me separé.
Luego conocí a una chica en mi país y me aconsejó que me metiera en la
prostitución. Así estuve durante ocho años trabajando en la prostitución en
Colombia. Me marché para Bogotá. El dinero alcanzaba sólo para
sobrevivir. Y entonces decidí viajar a España.
Mi intención era trabajar unos dos años, ganar dinero y luego regresar a
Colombia. Un colombiano que era el marido de una chica que trabajaba en
el club, tenía la familia al lado de mi casa. Cuando vino y yo me enteré fui
a hablar con él. Él me dijo que le pagara un millón de pesetas para venirme,
y yo le contesté que no, que para mí eso era mucho dinero. Entonces, el
dinero me lo prestó mi familia. Me lo dejaron entre todos: tíos, primos, etc.
En total cinco millones de pesos (quinientas mil pesetas). El colombiano
aceptó comprarme el billete de avión con mi dinero, porque él era amigo de
un primo mío que es policía allá. Si no fuese así, sin deuda, él no me iba a
traer. El billete lo compró en una agencia que ya trabajaba con él y con la
que tenía una comisión.
El vuelo fue Bogotá/ Madrid/ Coruña. En el aeropuerto de Coruña me vino
a buscar la mujer del colombiano. Yo me vine sin carta de invitación,
porque como venía sin deuda él no quiso dármela. La mujer venía en un
coche con otra chica que venía con deuda y con uno de los jefes del club.
Ellos no sabían que yo venía sin deuda. Y entonces cuando se dieron
cuenta de que venía sin deuda me cobraron cien mil pesetas por llevarme
de Coruña a Lugo, los muy desgraciaos.
Después, uno de los jefes del club me dijo que le prestase los dólares que
traía, unos mil dólares, para traer a otra chica de Colombia. Esos de “El
Paso” eran una porquería con nosotras. Yo les presté el dinero porque
pensé que me las iban a devolver. Me pillaron recién llegada, y como ellos
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