TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

Entrar en la “escolinha”
Llegué a la ciudad de Lugo el 20 de junio de 2003. Sólo recuerdo
despertarme un viernes. Josimar me dijo: - Ven, Bia, vamos a la discoteca
en Coruña, para que conozcas. Y Josimar me llevó junto con otra brasilera,
la Pamela, que es una loca de la cabeza, que ya lleva diez años aquí en
España y todavía no tiene papeles. Aunque, ya hace más de un año que la
gente no tiene noticias de ella y tal vez ya la hayan deportado. Pamela no
sabía ni leer ni escribir, loca de todo.
Luego, Josimar se marchó y me dejó allí en la discoteca con aquella loca.
Yo me sentía totalmente desubicada. Había salido del avión para entrar
directamente en una discoteca. No sentía miedo porque no era consciente
de la situación. Pamela me decía que tranquila, que ella controlaba. Y yo le
creí. En aquel momento no la conocía…
Aquello era una samba do criolho doido. Yo no sabía que ella no sabía ni leer
ni escribir. Después, en la discoteca se nos acercaron unos tipos, y al cabo
de un rato Pamela me dijo que nos íbamos con ellos. Yo estaba
desconfiada, pero tampoco tenía mucha alternativa. Fuimos al piso.
Entonces, Pamela le pidió al chico una raya. Después, llegó el primo y él
decía que teníamos que decidir nosotras las parejas. Yo le contesté que no
tenía que decidir nada. Pamela se fue con él y el primo conmigo. Al
principio, yo parecía un bicho do mato, pero luego puso música y empezamos
a danzar. Después, unos beijinhos, y él también comenzó a amasarme. Cuando
terminaba la música ya parábamos y entonces se enfriaba el clima…
Al día siguiente por la noche nos trajeron a las dos a Lugo. Josimar
trabajaba yendo a los clubes para peinar a las chicas. Al cabo de una
semana, era un martes, Josimar me pidió que la acompañase. Me dijo que
ella tenía que ir a peinar a las chicas en “La Fontana” y me pidió que fuese
con ella. Me dijo que yo podía ayudar a la cocinera mientras ella peinaba.
Aquel mismo día, Domingo, el primo de Roberto, los dos con los que
habíamos estado en Coruña Pamela y yo, llamó a Josimar para preguntarle
por mí y ella le había dicho que yo estaba trabajando en “La Fontana”
aquella tarde.
Al salir del club nos fuimos a casa de Domingo en Ferrol. Paseamos por los
alrededores, y cuando regresamos ya empecé a sentirme mal. Estuve una
semana en su casa, enferma y temblando de fiebre. Aún hoy no sé qué me
ocurrió. Domingo pensaba que era malaria, porque yo acababa de llegar.
Yo creo más bien que fue un shock que mi subconsciente no supo resolver
ni asimilar. Todo pasando tan rápido… Josimar me dijo: - Vete, Bia, con
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