TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

De Zaragoza me fui para Málaga. La primera semana deposité setecientos
euros. La segunda trescientos. Ya me quedaba muy poco para liquidar mi
deuda. Ahí, en Málaga me quedé un mes. La cafetina ya me dejó tranquila.
De Málaga fui para Cádiz. El trabajo allá fatal. La primera semana
ochocientos euros. Después nada más. De Cádiz me fui a Badajoz. En dos
semanas gané mil cuatrocientos euros. Y de Badajoz a Madrid,
nuevamente. Ah, Madrid, Madrid. Cuánto hombre, cuánto dinero… Yo
salía a la discoteca. Trabajé en un piso cerca de la Plaza de España. Y en la
primera semana liquidé toda la deuda. Estuve trabajando cuarenta y ocho
días.
Como me quité aquel peso de encima, me sentí libre y empecé a salir para
divertirme. Salía todos los días. Durante esos cuarenta y ocho días gané
diez mil euros. Los fines de semana salía a la disco. Tantos hombres
guapos… Mi perdición. En un solo fin de semana me gasté quinientos
euros. Nunca me privaba de nada. Ganaba mi dinero y trabajaba bien, así
que no había problema. No hay mejor sitio que Madrid. Puedes salir de una
disco para otra. No como en las ciudades pequeñas, que no puedes hacer
nada.
De Madrid fui de nuevo a Sevilla. Trabajé en otro piso del mismo dueño
durante treinta días. Fatal. Cuatro mil euros en treinta días: dos mil euros
para mí; dos mil euros para la casa.
Después, regresé a Madrid. Me quedé tres días. Arreglé mi cabello, salí a la
discoteca… En el piso había unas travestis horribles, con unos cuerpos muy
feos, y algunas tomando drogas. El dueño es una persona muy buena. Yo le
decía que cómo aguantaba eso. Él me decía: - Qué voy a hacer, ¿voy a
matarla?
En Madrid se gana mucho dinero porque allí una hora son ciento cincuenta
euros. De Madrid me vine para Lugo a trabajar en el piso de Sandra. Aquí
horrible. Los hombres todos pobres, siempre llorando. Los clientes llegan
al piso y quieren pagar lo mismo que a las chicas. Durante el tiempo que
llevo en Lugo sólo debí ganar unos quinientos euros. Eso no es dinero ni
nada.
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