TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

La policía
La noche del 3 de junio de 2006 me cogió la policía. Después de trabajar en
el club me fui a tomar una copa a un pub. Yo estaba allí bailando cuando
llegó la policía. No llevaba ni una hora en el pub. Apartaron a las mujeres
para un lado y los hombres para otro. Pidieron los documentos a todo el
mundo y nos registraron. Nos llevaron al cuarto de baño y allí nos
registraron. Me hicieron quitar la blusa y bajar los pantalones. Estaban
buscando droga. Y la encontraron tirada en el suelo y al lado de la máquina
tragaperras. Al día siguiente salió en el periódico.
Como yo no tenía papeles, me llevaron a comisaría. Éramos cinco chicas
brasileras y una dominicana. La dominicana sólo se pasaba diez días de la
fecha del pasaporte. Tuvo mala suerte. Yo, al menos, llevaba más de dos
años. Llegué sobre las diez de la mañana a la comisaría y no salí hasta el
domingo. Telefoneé a mi novio y le dije: - Juan, me cogió la policía, estoy
jodida. Y él vino al momento. No me trataron mal. Sólo tengo queja de la
comida, un bocadillo de queso con un pan tan duro que si te dan con él en
la cabeza te la rompen.
Cuando llegó Edelmiro, el jefe de la Extranjería, sólo me dijo que iba a ser
deportada. Luego, volvió y ya me empezó a hablar de otra manera y a
intentar hacerme la cabeza. Comenzó a hacerme un montón de preguntas.
Me preguntaba si había mucha droga en el club, si yo sabía que Gregorio
les pegaba a las chicas… Yo le respondí a todo que no. Entonces, me dijo
que si colaboraba con él me daría un papel que podría ayudarme… Yo
tampoco podía contar gran cosa, porque la verdad no había visto nada. Y
entonces, como no les ayudaba, me dieron la carta de expulsión. La
abogada que vino a defenderme también me decía que hablase, que era
mejor. Y yo que no y que no. Por lo demás, no me trataron mal. No, no
puedo quejarme de nada. Sólo no me pareció justo lo que intentaba aquel
hombre.
El jefe de Extranjería me dijo: - Puedes cambiar de piso, de ciudad, pero al
final te encontraremos igual. Yo le dije que no había cometido ningún
delito y que no tenía motivo para escapar. Entonces, él me dijo que estar en
España sin documentos era un delito. Quería ponerme nerviosa.
No es lo que dicen por ahí
La prostitución no es lo que la gente cuenta en Brasil. No es cierto que se
gane tanto dinero en tan poco tiempo. Todas dicen que vienen para tres
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