TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

me había ido el viaje, y me pidió el resto del dinero, lo que me quedaba de
los quinientos euros y que no había gastado. Luego, me llevó a su casa para
dormir y descansar.
A la mañana siguiente el hombre me explicó que me iba a mandar a un sitio
para aprender y empezar a trabajar. La cafetina también me dijo que debía
leer y ver la televisión para ir aprendiendo el idioma.
De ruta por España
Ese mismo día cogí un autobús y viajé para Barcelona. Llegué allá por la
noche. El encargado de la casa me vino a buscar. Me dijo que podía
descansar. Yo le contesté que descansar de qué, que yo no había hecho
nada y que no estaba cansada. Yo quería trabajar. Vale.
En Barcelona era una casa muy grande, como un club, que tiene cafetería y
todo. El encargado de la casa era una persona muy buena. Yo, aunque no
tengo estudios, soy inteligente. Aprendí bastante rápido el idioma. En
Barcelona sólo estuve quince días. El trabajo era flojito, pero dio para ir
aprendiendo. La cafetina me llamaba todas las semanas. Mientras estuve
trabajando en Barcelona sólo deposité doscientos euros en la cuenta de la
cafetina.
Luego me marché para Sevilla. En la primera semana ya deposité
seiscientos euros. En la segunda semana deposité sólo doscientos euros. Y
la cafetina me llamó: - Xuxa, ¿cómo va el trabajo? - Muy mal. - Entonces,
es mejor que vayas para Madrid. Yo no quería ir a Madrid, sino que quería
terminar mi plaza. Entonces, me llamó el novio de la cafetina,
amenazándome: - ¿Cómo vas a quedarte en un sitio donde no estás
trabajando? Pero, yo me enfrenté a él.
Al final, me fui para Madrid. Maravilloso, Madrid. No tenía anuncio, ni
foto ni nada. Y en tres días me hice cuatrocientos euros. A la cafetina le
gusta que le depositen el dinero siempre los lunes. En Madrid en quince
días gané dos mil trescientos euros.
De Madrid me fui para Zaragoza. En la primera semana setecientos euros,
en la segunda ochocientos euros. Yo ya había marcado la plaza desde
Madrid. A la cafetina no le importaba. Lo único que quieren es que les
pagues. En Zaragoza trabajaba en el piso de una colombiana. No le gustó
que me marchase, porque estaba trabajando bien y ganando mucho dinero.
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