TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

distribuidora con un contrato de “Avon Cosmetics”, pero eso no da dinero,
sólo lo hice para mis papeles.
A finales de 2005 me vine para Lugo. Una amiga me había dado el número
de Marta. Y comencé a trabajar en el piso. Allí sólo trabajábamos tres
chicas, Marta, la galleguita divorciada, Claudia, una colombiana, y yo, la
brasilera. Pero, en el piso de Marta sólo venían viejitos y a mí no me
gustaba. No ganaba nada de dinero. Y me daba miedo porque como Marta
se marchaba por las noches para trabajar en la cafetería, me tenía que
quedar sola en el piso.
Después, un amigo me dio el número de Tania y le pedí plaza para trabajar
en el piso. Aquí es donde estoy ahora, pero también me voy a marchar. Este
piso está muy bien y Tania me trata genial, pero estoy cansada de las peleas
de Silvia y Janaina. Yo un día casi metí la pata, porque no sabía que ellas
eran sapatonas, y que eran pareja. A mí aquello todo me parecía muy raro,
siempre las dos juntas para todos lados… El problema con Tania es que
ella necesita una persona que trabaje por la noche y yo cuando me quedo
dormida es difícil que me levante para ir a abrir la puerta a un cliente. Por
eso Tania se enfadó.
660