La-revision-revisada-the-revision-revised-dean-burgon

335
Texto del Nuevo Testamento, se descubre que descansa
absolutamente sobre nada. Esa teoría estalla, como una delgada
burbuja: desaparece como un lienzo de telaraña, y desaparece de
la vista.
Pero posteriormente, en verdad, por lo menos cinco de entre ocho
ejemplos citados, — es decir el [1ero], [2do], [5to], [6to], [7mo],
— fracasan en mostrar el supuesto fenómeno: conspicuamente
nunca debería de haber sido aducido. Porque en el [1ero], D
simplemente abrevia la oración; en el [2do], es una paráfrasis 11
palabras por 11; y en el [6to], parafrasea 12 palabras por 9. En el
[5to], B D solamente abrevian. El máximo RESIDUO de hecho
que sobrevive, es por lo tanto como sigue: —
[3rero]. En una
oración de
11 palabras B omite:
4
D:
otras
4
[4arto].
En una
oración de
9 palabras B ( ) omiten
5
D:
otras
5
[8avo]. En una
oración de
5 palabras B: Omite
2
D:
otras
2
Pero si esta es la “más clara Evidencia” producible (Según su
página 94) para explicar la “Teoría de la Conflación,” —
entonces, entre menos se diga respecto a la “Teoría,” mejor es
para
el buen crédito de sus distinguidos Inventores. ¿Cómo
puede ser construida cualquier teoría Textual racional a partir
de las antedichas Omisiones? Eso no podemos adivinarlo. Pero
en verdad todo el asunto es demostrablemente una débil
imaginación, — un sueño, y nada más.
[266] XI. Mientras tanto, los Doctores Westcott y Hort, en lugar de
darse cuenta de la inseguridad del terreno debajo de sus pies,
continúan peligrosa y solemnemente construyendo sobre él, y
tratando sus suposiciones como si se tratara de evidencias bien
determinadas por observación científica. Ellos se imaginan que
ya han sido guiados por “Evidencia Independiente”
para
considerar “las lecturas más largas como una conflación
efectuada a partir de dos lecturas muy anteriores:” — Por lo