La-revision-revisada-the-revision-revised-dean-burgon

54 Como
en su página 46 Preferimos citar una queja contra
Lachmann, Tischendorf, Tregelles, de las páginas de los
Revisionistas. [Lo dicho por Ellicott]
55 “ EX SCRIPTORIBUS GRÆCIS TANTISPER ORIGENE SOLO USI
SUMUS.”—PRÆFATIO, P. XXI.
56 Clara Introducción de Scrivener. Página 397
57 Como arriba, en su Página 48 [Lo dicho por Ellicott]
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“Es
aún más fácil de deshacerse del caso del Doctor
Tischendorf.” (Procede diciendo Ellicott) ¿Cuál de estos textos
del Crítico tan inconstante hemos de seleccionar? Seguramente
no será el último, en el cual hay una exagerada preferencia hacia
un solo Manuscrito; el cual tuvo por fortuna haber descubierto y
[023] que, ahora le ha traicionado como una enfermedad y ha vuelto su
juicio crítico en una ingenuidad casi pueril. Tampoco será su
séptima edición… la cual muestra toda la inestabilidad la cual
puede suponerse que muy probablemente introduzca un
reconocimiento comparativamente reciente de la autoridad de los
manuscritos cursivos.” 58 Con Tischendorf, —(a quien por su
vasto conocimiento, precisión y juicio, generosamente se le ha
titulado “el primer Crítico Bíblico de Europa” 59 ) —“la evidencia
del Códice , respaldado o incluso sin el respaldo de uno o de dos
de los otros documentos de cualquier descripción, tiene suficiente
peso, más que cualquier otro testigo, — ya sea Manuscritos,
Versiones, o Escritores eclesiásticos.” 60
No necesitamos decir
más. Hasta que la acusación anteriormente mencionada haya
sido invalidada; a; la última edición del Doctor Tischendorf del
Nuevo Testamento, aunque es preciosa como un vasto almacén
de materiales para crítica, —aunque sea admirable como una
muestra de incansable labor, de aprendizaje crítico, y de
habilidad de primera clase, — debe admitirse que es una
muestra totalmente insatisfactoria del Texto inspirado. Se ha
asegurado que su descubrimiento del Códice
, ocasionó que su
octava edición (1865-72) difiriera mucho de su séptima edición en
no menos de 3,505 lugares, —“para el escándalo de la ciencia de
la Crítica Comparativa, así como para su propio grave
descrédito en cuanto al discernimiento y coherencia.” 61 Pero, de
hecho, ¿Qué se puede pensar de un Crítico quien, —debido a que
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