La-revision-revisada-the-revision-revised-dean-burgon

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a la 75) en las cuales, descendiendo a partir de los puntos en
general usted se atreve a disputar en dieciséis detalles específicos
de la sentencia que se emitió contra su nuevo Texto Griego por el
Revisor Trimestral. Yo le llamo a esta parte de su panfleto
“extraña,” debido a que ésta, muestra una tan singular ineptitud
para apreciar la fuerza de la Evidencia.
[416] Pero de hecho, (perdóneme por la palabra) su entero método es un
tanto indigno de usted. Mientras que yo apelo totalmente al
Testimonio Antiguo, , usted busca callarme ostentando ante mí la
Opinión Moderna. Esto con una gran cantidad de Reiteración,
demuestra ser literalmente la suma de su alegato. Por
consiguiente, concerniente a San Mateo 1:25, el Revisor
Trimestral señaló, (como podemos leer en las páginas [123] a
[124] este volumen) que el testimonio de B ( ), Juntamente con el
que da el fragmento Z del siglo VI, y dos copias cursivas de mala
reputación, — no pueden de ninguna manera posible sostenerse
contra el testimonio de TODAS LAS OTRAS copias. Usted
aboga en respuesta que en “aquellos dos de los más antiguos
Manuscritos la vasta mayoría de los Críticos les dan un alto valor.”
Es muy posible: pero para todo eso, ¿supongo que usted sabe que
B y
son dos de los más corruptos documentos en existencia? Y
que puesto que son definitivamente derivados de un mismo
depravado original, usted, creo yo que ¿no permitirá que puedan
ser tomados como dos autoridades independientes? En todo caso,
cuando posteriormente le muestre que casi todas las Versiones,
literalmente cada uno de los Padres quienes citan el lugar, (son
dieciocho en número,) están contra de usted, — ¿Cómo puede
posiblemente pensar que haya alguna fuerza de relevancia del
todo en su auto complaciente anuncio? “No podemos dudar en
expresar nuestro acuerdo con Tischendorf y con Tregelles quienes
ven en estas palabras una interpolación derivada de San Lucas.
Lo mismo parece ser el criterio de Lachmann.” ¿Desea
usted que
eso sea tomado como argumento?
El prolongar una discusión de esta naturaleza con usted, sería
claramente trivial. En lugar de repetir lo que ya he dicho —
brevemente en verdad, sin embargo suficiente en detalle, — me
conformaré con humildemente imitar lo que, si mal no recuerdo,
fue el plan de Nelson cuando peleó la batalla del Nilo. Él trajo sus