Procedimiento para la operación del servicio de pedagogía ... - IMSS

Si el niño está furioso o muy alterado no podrá sacar ninguna enseñanza del tiempo para reflexionar, por el
contrario puede sentirse abandonado, rechazado o frustrado; es preferible abrazarlo y esperar hasta que el
niño se sienta más tranquilo. Algunas actitudes pueden presentarse durante esta situación, tales como el
llanto, la agresión, el enojo, algunos accesos de cólera, espasmos del sollozo (período de apnea o falta de
respiración), entre otros. Hasta que pase un tiempo necesario para que recapacite, podrá entender la finalidad
de la técnica.
Si el niño está enfermo, está pasando por un periodo de estrés o está extremadamente cansado, trabajar con
él alguna estrategia sólo podría agotarlo más; en tal caso, será necesario sólo alejarlo del conflicto e
incentivarlo (con un abrazo o una siesta).
El tiempo para reflexionar, también es una estrategia que la debe utilizar uno, en esos momentos donde no se
encuentran maneras y la paciencia se ausenta, respira profundo y maneja tu irritación, esto te servirá para
tranquilizarte antes de actuar. Recuerda que siempre hay que comprender al menor desde el primer momento
en el que interactúas con él y que nuestros actos precipitados pueden marcar al niño.
d) Consecuencias naturales y lógicas
Permitir que los niños experimenten las consecuencias de sus comportamientos es un método significativo
para modificar o fortalecer una conducta. Un niño que experimenta consecuencias poco agradables por su mal
comportamiento, tenderá más a no cometer la misma acción.
Las consecuencias pueden ser naturales y lógicas; las naturales son los resultados de lo que sucedería sin la
intervención de los adultos, por ejemplo la siguiente explicación, un niño que se niega a comer tendrá hambre
antes de que sea hora de la próxima comida. Las lógicas deben implementarse a partir del razonamiento del
niño cuando se compromete su integridad, por ejemplo: “si intentas salirte de la guardería, te puede atropellar
un auto”.
Esta técnica sugiere involucrar al niño a que razone la consecuencia natural de su comportamiento. Los adultos
deben ser firmes cuando sugieren el uso del razonamiento sobre las consecuencias de un comportamiento,
pero siempre deben utilizar un tono de voz suave y sin agresión.
e) Ley de la abuela
Este nombre surge de las abuelas, que son quienes las aplican mejor. Consiste en establecer un plan de
contingencia en el que el niño debe llevar a cabo una actividad antes de hacer lo que desea, así el niño
desarrolla consciencia de los comportamientos que se esperan de él y de las reglas acordadas; por ejemplo:
“realiza tu tarea y luego podrás jugar pelota”.
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