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Signos de Atención
El trabajo con un programa de estimulación específico se realiza cuando se evidencia algún retraso en un
menor, después de la aplicación de la “Evaluación del desarrollo del niño”, en algunos casos es importante no
esperar hasta la aplicación del instrumento ya que basta con la observación de conductas que pueden
considerarse como signos de alerta.
Entre más temprana sea la intervención menos evidentes serán las deficiencias que presente un menor.
Eventos prenatales, perinatales o post-natales como la ingesta de medicamentos o alimentos dañinos durante
el embarazo; algún tipo de sufrimiento fetal al momento del nacimiento o calenturas altas en los primeros
meses de vida, suelen ser factores que afectan el desarrollo de los niños. De ahí la importancia de no hacer
caso omiso a estos signos de atención para poder potencializar al máximo las capacidades de cada niño.
Reconocer signos de atención o identificar retrasos durante la aplicación de los indicadores de la evaluación
correspondiente, permite trabajar actividades de estimulación de manera programática y contrarrestar
deficiencias, por lo que es fundamental realizar la “Evaluación del desarrollo del niño” para identificar los
avances y logros de uno de los niños, tengan algún tipo de retraso o no.
A continuación se presentan algunos signos de atención clasificados por edad, que permitirán identificar
deficiencias y contrarrestar atrasos en el desarrollo:
Edad Signos de atención
13 a 18 meses
Programa de Estimulación
No camina solo
No sube escaleras con ayuda
No emite ninguna palabra clara
No sostiene la taza, la cuchara o el vaso
Cuando han sido incluidos en sala, menores con discapacidad que requieren de un apoyo especial o cuando
después de realizar la “Evaluación del desarrollo del niño”, alguno manifieste un problema o retraso y se
determine prolongar su estancia en sala un mes más antes de su cambio de sala, es necesario establecer un
programa de estimulación que permita a los menores contrarrestar sus limitaciones y potencializar al máximo
todas sus capacidades.
Si bien, la estimulación es un proceso natural que se da alrededor del niño, en casos como los descritos
anteriormente resulta no sólo importante sino necesario llevar a cabo un programa de estimulación directa y
dirigida, tomando en cuenta las habilidades que presenta cada niño, su afán, deseo de aprender y la inquietud
que muestra por explorar el mundo.
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