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Alteraciones de conducta
Existen ocasiones en que nos encontramos con niños que actúan de forma peculiar o diferente al resto del
grupo al que pertenecen; en estos casos, es importante observar si la actitud que está mostrando el menor es
constante o sólo se da en determinado momento, por lo tanto es imprescindible una comunicación con los
padres respecto al desarrollo y conducta del menor, si los padres coinciden en las observaciones que reporta la
guardería es necesario cuestionarlos sobre qué están haciendo al respecto y así en conjunto determinar un
plan de acción para atender al menor en su demanda, a través de un apoyo psicopedagógico y lograr un
cambio en la conducta, lo que se reflejará en su persona y, consecuentemente en la integración con su entorno
y comportamientos deseables.
Cuando se presentan comportamientos no deseables de manera frecuente, podemos referirnos a ellas como
alteraciones en la conducta, generalmente éstas se dan en niños en los que existe algún malestar físico o
emocional porque no entienden lo que le pasa, se sienten incómodos, no se pueden expresar, no se sienten
comprendidos, se siente presionado por decisiones o expectativas sobre su comportamiento o bien cuando no
pueden comunicarse con los demás.
Se podrá afirmar que un niño presenta alguna alteración de conducta cuando la manifiesta al menos durante
tres días consecutivos y por ende, está en riesgo su seguridad física o emocional, la de otros niños e impide de
manera persistente el desarrollo de las actividades del grupo. Los menores en esta situación son más
vulnerables y su gran malestar transitorio o permanente, los puede hacer víctimas de desvalorizaciones,
insultos y agresiones físicas.
A continuación, algunas de las conductas más comunes que se presentan:
Fobias.
Atención dispersa.
Tics nerviosos.
Dificultad para concentrarse.
Trastornos del sueño.
Inseguridad.
Alteraciones de conducta
alimentaria.
Manifestaciones de las alteraciones conductuales
Timidez.
Irritabilidad.
Ansiedad.
Agresividad.
Estrés
Depresión.
Miedos.
La presencia de niños con uno o más de estos síntomas dentro de una guardería, genera inquietud en el
personal que los atiende por desconocer la causa y las técnicas de manejo; lo cual es necesario analizar en cada
caso y tanto el personal como los padres de familia deben recibir asesoramiento, con la finalidad de procurar la
estabilidad del menor y del grupo.
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DPES/CG/003/028