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La ministración de alimentos y sus implicaciones
La ministración de alimentos es una de las actividades
cotidianas más importantes en la guardería, no sólo
por lo que aporta nutricionalmente el alimento, sino
por la orientación formativa que tiene.
Durante los primeros años de vida, la alimentación determina en gran medida la composición corporal y la
calidad de vida en el futuro de cada niño. En este periodo el crecimiento es acelerado, el desarrollo neurológico
y conductual resulta complejo; para que se lleven a cabo con éxito, se requiere de un buen estado de salud y
una nutrición adecuada. Si la alimentación es deficiente dentro de este periodo el niño no podrá alcanzar un
crecimiento normal en peso y talla. Por ello, es importante que los niños disfruten del alimento, a la vez que
adquieren los hábitos adecuados para su consumo.
La alimentación que se proporciona al niño en la guardería está constituida de la siguiente manera:
De 43 días a 3 meses de edad, en ésta la alimentación es con leche exclusivamente y se debe proporcionar
invariablemente en brazos.
De 4 a 5 meses de edad, la alimentación sigue siendo con leche y debe proporcionarse en silla porta bebé.
A partir de los 6 meses de edad se inicia la incorporación de nuevos alimentos en forma de puré además de
la leche de manera paulatina. Se puede proporcionar sentando al niño en silla porta bebé.
De 7 a 9 meses de edad, la presentación de los alimentos es en puré y se proporciona sentando al menor
en silla porta bebé.
De 10 a 11 meses de edad, la presentación de los alimentos es en puré y picado extrafino, la ministración
de líquidos se inicia en la taza o vaso entrenador y la alimentación se proporciona al menor mientras está
sentando en silla alta o silla periquera.
En los 12 meses de edad, la presentación de los alimentos es picado fino y se proporcionan al menor los
alimentos mientras está sentado en silla alta o periquera.
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