Libro de Actas final_2

GT 23 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO Y DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
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De igual modo, llama la atención la influencia de la experiencia previa desarrollada por el grupo. Se podía esperar que
aquellos que habían mantenido relaciones con empresas dirigida a la comercialización de resultados o a la creación de
empresas tuvieran opiniones más favorables hacia la cooperación. Sin embargo, esta relación se ha dado únicamente en el
caso de la opinión sobre las spin-off. Lo más relevante sin embargo es que han aflorado relaciones negativas entre aquellos
que han tenido experiencias con la Administración Pública y la actitud hacia las formas de cooperación estudiadas. La
interpretación de este resultado sugiere retomar el papel de las distintas esferas en el campo científico a la hora de analizar
las relaciones universidad-empresa ya que la Administración es un agente relevante a la hora de explicar la orientación de
las opiniones de los científicos en sus relaciones con el exterior.
Siguiendo la tipología de investigadores establecida por Lam (2010) en función de su legitimación a este tipo de actividades
se descubre que los líderes de grupo que han traspasado las puertas de su institución académica se encuentran en diferentes
estadios dependiendo de la forma de colaboración. En su trabajo Lam plantea un esquema en el que las motivaciones de
los científicos, poco o medianamente favorables a este tipo de acuerdos están más relacionadas con aspectos económicos
y utilitaristas. Aquellos que se encuentran plenamente establecidos dentro de la lógica de la cooperación con el sector
privado en cambio, valoran otro tipo de beneficios intangibles como el formar parte de una red profesional, la ampliación
de relaciones, la posibilidad de obtener una visión externa sobre la investigación realizada o estar al día al respecto de los
avances en un sector determinado. En este sentido, y según los resultados del modelo, es conveniente hacer una distinción
entre los tres tipos de cooperación.
La opción de la investigación contratada, ligada a una menor exigencia en cuanto a que establece un vínculo entre
universidad-empresa, puntual y muy definido en el tiempo y en sus objetivos, aparece relacionada con una dimensión
utilitarista del vínculo. En ella los directores de grupo persiguen fundamentalmente la financiación del grupo y los
ingresos su propio centro. Sin embargo, las otras dos formas de cooperación –creación de empresas y comercialización
de resultados- despiertan otras inquietudes además de las meramente económicas. De esta forma el modelo muestra que
estos últimos perfiles también conceden importancia a ciertos beneficios intangibles de la colaboración como el hecho
de contribuir a la resolución de problemas sociales, económicos o técnicos (dentro del factor “Aplicación”) y valoran los
resultados obtenidos previamente relacionados con la creación de redes y vínculos profesionales.
Por otra parte, hablar de cooperación universidad-empresa supone hablar inevitablemente de sistemas de evaluación de
la ciencia como formas objetivadas de reconocimiento institucional. Como se ha mencionado en los resultados, entre
los investigadores se concede gran importancia a la interferencia de la cooperación con los programas de investigación
y los perjuicios que pudiera suponer para la carrera académica hasta el punto de que estos temores influyen de manera
significativamente negativa a la hora de conformar su opinión acerca de los vínculos con el exterior. De esta forma se
vislumbra la persistencia de los valores de la normatividad tradicional de la ciencia. Una cuestión que queda pendiente
es la reformulación de los criterios de acceso a las carreras científicas, de modo que no penalicen las diferentes formas de
vínculos con el sector privado y el carácter emprendedor de los académicos.
Por último, cabe señalar la influencia de dos tipos de variables clásicas incluidas en muchos trabajos acerca de las relaciones
universidad-empresa como el área de conocimiento y las características individuales del investigador. En relación con
ésta última D´Este y Patel (2007) presentaron, en uno de los trabajos más relevantes sobre el tema la importancia de este
tipo de variables en relación con diversos tipos de cooperación, con una influencia muy superior a las características
grupales e institucionales. Los resultados de nuestro estudio no contradicen esta importancia pero sí la matizan. De tal
modo, únicamente se destaca la influencia de algunas características individuales en la aceptación de dos de los tipos de
cooperación analizados, mientras que en el caso de la comercialización de resultados no se ha encontrado ninguna relación.
Así, en el caso de la investigación contratada existe mayor propensión entre los investigadores varones a tener actitudes
favorables a la investigación contratada, tal y como sugieren Craig y Corley (2008). Del mismo modo, este modelo ha puesto
al descubierto que el hecho de que el líder de grupo haya tenido una experiencia laboral en una empresa le induce una mirada
más crítica hacia la investigación contratada. Por su parte, en el caso de la creación de empresas, se mantiene la concordancia
con D´Este y Patel (2007) y Bercovitz y Feldman (2003), quienes también encontraron actitudes más emprendedoras en
científicos jóvenes hacia vínculos de todo tipo. Por el contrario, nuestros modelos no interaccionan en ningún caso con la
variable del número de sexenios lo que contradice los hallazgos en este aspecto de los dos trabajos citados.
En lo tocante a la influencia de la pertenencia a un área de conocimiento determinada es importante remarcar la contribución
de este estudio a la hora de incorporar en la muestra investigadores del área de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades,
tradicionalmente excluidos de la mayor parte de los estudios. Como señala Schartinger, 2002 no resulta fácil atribuir la
trasferencia de conocimiento a pautas sectoriales específicas, sino que más bien cabe hablar de complejas interacciones
entre ellas. No obstante, es una variable a tener en cuenta ya que las diferentes pautas culturales de cada una de las
disciplinas influyen en la forma de entender las relaciones con el exterior y en el grado en el los grupos se involucran en
actividades de transferencia (Owen-Smith and Powell, 2001; Kenney and Goe, 2004). En este caso, se ha detectado una
relación negativa en el área de Ciencias Exactas y Experimentales en cuanto a la opinión acerca de la comercialización de
resultados. Una posible explicación es la orientación más básica tradicional de su investigación.
También llama la atención el hecho de que a pesar de los argumentos mencionados, ninguna de estas pautas afecte a la
opinión sobre el ámbito concreto de la creación de spin-off. Es probable que, debido a la reciente introducción de esta
figura en nuestras universidades la influencia de las dinámicas y pautas culturales propias de cada área aún no se hayan
posicionado entorno a este fenómeno. En último término los resultados positivos obtenidos respecto a las ciencias sociales
y humanidades en cuanto a investigación contratada se refiere hacen recomendable la inclusión de esta área de manera
sistemática en futuros análisis.
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)