Libro de Actas final_2

GT 17 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DE LA EDAD Y CICLO VITAL
Pero por cierto que los y las jóvenes aprecian que esta salida desde lo individual y adaptativa no está exenta de problemas,
empezando por el más grave, de fondo. Supuestamente acabado el sistema de garantías establecido en el pacto social y
difuminado el recurso a la confianza en el Estado y los poderes públicos y a su capacidad de reordenar la situación, se
deduce que nada ni nadie es capaz de garantizar absolutamente nada en el presente y mucho menos a futuro. Y menos
todavía en el terreno del trabajo, base del desarrollo personal. Por lo tanto, la elección de nuevas estrategias laborales
o formativas no sólo supone orientar la vida hacia un determinado rumbo inicial que pudiera rectificarse a voluntad en
cualquier punto, sino una decisión absolutamente esencial que supondrá éxito o fracaso vital casi absoluto.
Es que hoy en día quién me garantiza el qué.
–A mí es lo que me gustaría que me dijeran: qué me garantizan. Tú qué dices, ¿que si estudio
una carrera voy a tener trabajo… Porque yo lo que quiero es trabajar. ¿Por qué quiero
trabajar Porque claro, porque quiero tener, empezar mi sueldo o por lo menos…
- Y poder yo que sé, tener un mínimo de independencia.
Sevilla, secundaria, baja, en paro
Cuanta menos definición existe sobre el marco actual y menos conocimiento de las nuevas “reglas de juego”, más
posibilidad se percibe de error en la decisión a tomar. Y mayor indecisión y angustias ante las elecciones cuando menos
recursos y herramientas–personales, económicas y formativas- se poseen para afrontar los cambios. Es más fácil afrontar
un futuro indeterminado si se está preparado para él.
Y así, la elección sobre lo que hacer se vuelve más arriesgada e incierta en cuanto a su resultado y, en definitiva, más
peligrosa para el desarrollo vital del individuo. La ruptura del pacto social es precisamente esto, una quiebra profunda
del sistema de garantías y de la confianza en el sistema, que atenaza las posibles elecciones presentes y futuras y arroja
sobre las mismas una permanente – y muy comprensible- sombra de duda sobre su idoneidad. Y así, subyace una intensa
preocupación por las posibilidades de integración.
La nueva situación no sólo se refiere a la necesidad de adaptarse laboralmente, también se supone que implicará madurar,
proceso que se encaja sobre todo en el desarrollo de habilidades y destrezas también en el terreno de lo personal. En suma,
desprenderse de condicionantes educativos y actitudinales indulgentes para con ellos mismos y trabajar el terreno de la
autonomía personal. Parece del todo punto lógico que se sugiera que debe existir una correspondencia entre la exigencia
de ser proactivo e independiente tanto en lo profesional, en “buscarse la vida”, como en las actitudes personales hacia
la autonomía y la gestión de lo cotidiano y personal. Es más, no se entiende lo uno sin lo otro. No se considera proceso
fácil y estas transiciones se anuncian duras, ya que los propios jóvenes creen que una buena parte del colectivo no está
preparada para tales transformaciones 13 .
¿Sabes cómo te digo Pero hay quien dices, por dios… Yo vivo en un piso compartido, me
sé hacer la cama, pero hay gente que dice ¿qué es eso de hacer una cama O desarrollarte
propiamente, coño. Saber desenvolverte en situaciones, en cosas que te pueden pasar en la vida…
Madrid, universitarios, alta, están trabajando.
Ahora bien, pese a las adaptaciones, el éxito de la integración y del desarrollo del proyecto personal no está mínimamente
asegurado, dada la situación casi de caos laboral -y social- en la que el país está envuelto. En el límite, la nueva situación,
el nuevo “orden”, está provocando la expulsión de una buena parte de jóvenes que intentan encontrar una salida en el
extranjero ante la imposibilidad de trazar su camino vital en España. Las cifras de la encuesta también son muy elocuentes
en este sentido, ya que una buena parte de los entrevistados (cerca del 62%) declara que es bastante o muy probable el
tener que marchar.
675
Gráfico 6. Probabilidad de tener que marchar al extranjero. Datos en %. Base: total muestra
Fuente. Elaboración propia a partir de los datos de la encuesta.
13 En “Jóvenes y emancipación en España” (Ballesteros et al, 2011) se analizaba la escasa capacidad percibida por los propios jóvenes para su
autogestión personal, en este caso, orientada hacia los procesos de emancipación. Y en el estudio “Bienestar en España; ideas de futuro desde el
discurso de padres y madres” (Rodriguez et al 2011) los progenitores, protagonistas de esta investigación, aseveraban también que sus hijos tendrían
que “espabilar” de cara a un futuro visto como complicado.
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)