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Libro de Actas final_2

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3. El origen: la educación.<br />

GT 13 GRUPO DE TRABAJO DE SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN<br />

208<br />

Algunos autores afirman que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la segunda década <strong>de</strong>l siglo XX se ha venido hablando en el ámbito educativo <strong>de</strong> la<br />

noción <strong>de</strong> competencia (Adams, 1995, cit. en Mertens, 1996). La referencia <strong>de</strong>l psicólogo Jerome Bruner a un artículo <strong>de</strong><br />

Fred Hechinger en The New York Times <strong>de</strong>nunciando cómo el sistema <strong>de</strong> educación norteamericano se había convertido<br />

en un objetivo a atacar en vez <strong>de</strong> un objetivo a mejorar (Bruner, 1960) <strong>de</strong>scribe el contexto por el cual surgirían diferentes<br />

publicaciones reflexionando en torno a dicho sistema. Como afirma Tuxworth, la génesis <strong>de</strong> la educación basada en<br />

competencias tenía como <strong>de</strong>stinatarios a los profesores que, en ese momento, estaban en el punto <strong>de</strong> mira <strong>de</strong> amplios<br />

sectores <strong>de</strong> la sociedad insatisfechos con los bajos resultados y los altos costes <strong>de</strong> la educación. De esos amplios sectores<br />

cabe <strong>de</strong>stacar al propio gobierno norteamericano que en 1959 convocó a científicos, psicólogos y educadores a través<br />

<strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia Nacional <strong>de</strong> Ciencias <strong>de</strong> los Estados Unidos, en busca <strong>de</strong> la mejora <strong>de</strong> la enseñanza <strong>de</strong> las ciencias en<br />

las escuelas primarias y secundarias (Vossio Brígido, 2001). De este encuentro surgieron numerosos escritos por parte<br />

<strong>de</strong> diferentes académicos <strong>de</strong>l que cabe <strong>de</strong>stacar El proceso <strong>de</strong> la educación <strong>de</strong> Jerome Bruner (1960), el cual sirvió <strong>de</strong><br />

incentivo a numerosas contribuciones académicas en torno a la teoría <strong>de</strong>l aprendizaje y al <strong>de</strong>sarrollo curricular. Si bien<br />

en ese libro Bruner no trata la noción <strong>de</strong> competencia <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>tallada, sí que se encuentran referencia a la misma<br />

en su último capítulo “Ayudar a la enseñanza”, en el cual, en un intento por escudriñar cual es el mejor contexto para el<br />

aprendizaje <strong>de</strong>l alumnado, afirma la necesidad <strong>de</strong> libertad tanto para enseñar como para apren<strong>de</strong>r por parte <strong>de</strong>l profesorado,<br />

y así transmitir <strong>de</strong> manera a<strong>de</strong>cuada los conocimientos y proveer <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> competencias al alumnado.<br />

Un segundo escrito importante fueron los manuales “Taxonomía <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong> la educación” divididos en tres tomos<br />

según los objetivos educativos. Dichos manuales fueron escritos por David R. Krathwohl, Benjamin. S. Bloom y Bertram<br />

B. Masia en estrecha colaboración con numerosos científicos <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia Nacional <strong>de</strong> las Ciencias.<br />

El primero <strong>de</strong> los tomos se centra en los objetivos cogniscitivos, es <strong>de</strong>cir aquellos que se basan en la memorización o<br />

reproducción <strong>de</strong> algo que se adquiere a través <strong>de</strong>l aprendizaje y que incluyen la solución <strong>de</strong> alguna actividad <strong>de</strong> carácter<br />

intelectual. Los objetivos cognoscitivos ocupan la mayor parte <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong> la educación.<br />

El segundo <strong>de</strong> los tomos habla <strong>de</strong> los objetivos afectivos, aquellos que “subrayan una tensión sentimental, una emoción o<br />

cierto grado <strong>de</strong> simpatía o <strong>de</strong> repulsa” (Krathwohl et al., 1979). Un gran número <strong>de</strong> objetivos surgen a través <strong>de</strong> intereses,<br />

actitu<strong>de</strong>s, conceptualizaciones, valores y ten<strong>de</strong>ncias emotivas.<br />

El tercer tomo trata sobre los objetivos psicomotores y que hacen referencia a todos aquellos objetivos que se proponen<br />

el <strong>de</strong>sarrollo muscular o motor.<br />

Esta clasificación <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong>limitaría ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mitad <strong>de</strong>l siglo XX los dos gran<strong>de</strong>s tipos <strong>de</strong> competencias que se<br />

pue<strong>de</strong>n encontrar: las genéricas y las específicas o lo que es lo mismo, objetivas y subjetivas 2 .<br />

Por otro lado, cabe <strong>de</strong>stacar el legado <strong>de</strong> B. S. Bloom en lo que concierne a la competencia, pues en su libro “Evaluación<br />

<strong>de</strong>l aprendizaje” (1975) sentó las bases <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong>nominado “enseñanza basada en competencias”, que se basaba<br />

en cinco principios:<br />

1) Todo aprendizaje es individual.<br />

2) El individuo, al igual que cualquier sistema, se orienta por metas a lograr.<br />

3) El proceso <strong>de</strong> aprendizaje es más fácil cuando el individuo sabe qué es exactamente lo que se espera <strong>de</strong> él.<br />

4) El conocimiento preciso <strong>de</strong> los resultados también facilita el aprendizaje.<br />

5) Es más probable que un alumno haga lo que se espera <strong>de</strong> él y lo que él mismo <strong>de</strong>sea, si tiene la responsabilidad <strong>de</strong><br />

tareas <strong>de</strong> aprendizaje.<br />

El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la educación y formación basadas en competencias (<strong>de</strong> aquí en a<strong>de</strong>lante CBET) aparece a <strong>final</strong>es <strong>de</strong> los<br />

sesenta. Surge, por un lado, con la base teórica <strong>de</strong> los escritos <strong>de</strong> los últimos años acerca <strong>de</strong> la renovación <strong>de</strong>l aprendizaje<br />

y, por el otro, con la necesidad <strong>de</strong> dar respuesta a ese clima <strong>de</strong> insatisfacción imperante en la sociedad norteamericana en<br />

torno a la educación. Lo que empezó pretendiendo mejorar el nivel <strong>de</strong>l profesorado terminó instaurándose posteriormente<br />

tanto en la educación primaria y secundaria, como en la formación profesional. El apoyo <strong>de</strong>l gobierno norteamericano<br />

a dicho mo<strong>de</strong>lo se tradujo en la creación <strong>de</strong>l “Consorcio Nacional <strong>de</strong> Centros Educativos Basados en Competencias”<br />

en 1975 (Tuxworth, 1989). En este consorcio se establecieron los criterios para constituir competencias basadas en<br />

la educación <strong>de</strong> los profesores. Fueron veinticuatro criterios concretos, divididos en cinco grupos: especificación <strong>de</strong><br />

competencias, instrucción, evaluación, dirección y gobierno y programa total.<br />

La implantación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo CBET en Estados Unidos no se dio en todas partes por igual. Incluso se llegó a pedir<br />

una resolución legal que <strong>de</strong>mostrase que no era constitucional autorizar una única forma <strong>de</strong> educación <strong>de</strong>l profesorado<br />

(Tuxworth, 1989). La inexistencia <strong>de</strong> un criterio único por parte <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> Estados Unidos, implantando un Sistema<br />

Nacional <strong>de</strong> Cualificaciones que permitiera tanto a las instituciones educativas como a las empresas nacionales adscribirse,<br />

2 Igual que con su <strong>de</strong>finición, con los tipos <strong>de</strong> competencias no existe un acuerdo generalizado entre los expertos. Así encontramos diferentes<br />

nomenclaturas para distinguir entre lo que en este texto se ha <strong>de</strong>nominado competencias generales o competencias específicas. Del mismo modo, igual<br />

que para algunos autores las competencias generales hacen referencia a aquellas <strong>de</strong> carácter objetivo y las competencias específicas a las <strong>de</strong> carácter<br />

subjetivo, también existe literatura managerial que referencian a la inversa.<br />

CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA<br />

XI Congreso Español <strong>de</strong> Sociología (FES)

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