Libro de Actas final_2

GT 19 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DEL CONSUMO
PARADOJAS DEL CUERPO EN LA SOCIEDAD DE
CONSUMO
Belén BlesaAledo 1
Resumen
¿Qué hay del cuerpo en una sociedad con la atención volcada hacia el mismo Son ya clásicos los trabajos en los que se
han estudiado las tensiones de la sociedad contemporánea registradas en el cuerpo pero, ¿qué tipo de dilemas plantea a
la persona la relación íntima con su cuerpo en un contexto de explicitación del mismoEn este artículo se presentan y
analizan tres paradojas acerca del cuerpo en la sociedad de consumo. La primera tiene que ver con el estatus ontológico
que el cuerpo ostenta, y que se debate entre sujeto y objeto, abriendo camino a nuevas formulaciones dualistas. La
segunda guarda relación con la doble lectura que se puede hacer de la ocupación del cuerpo, como una obsesión y
como una búsqueda de certeza. La tercera nos sitúa ante la posible normalización del deseo en la sociedad de consumo.
Estas tres paradojas nos devuelven a los interrogantes de partida, pero apoyados en ciertos reconocimientos que nos
permiten elevar la relación con el cuerpo a categoría de problema, y que nos ayudan también a ser más conscientes de
que el cuerpo no es neutro.
Palabras clave:cuerpo, sociedad de consumo, sujeto-objeto, ocupación, deseo.
1. Introducción
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“El sociólogo que toma al cuerpo como hilo conductor de sus investigaciones no debe olvidar
nunca la ambigüedad y la fugacidad de su objeto, su calidad de incitador al cuestionamiento
más que de proveedor de certezas”. (Le Breton, 2002)
Las esculturas e instalaciones de AntonyGormley constituyen una reflexión inquietante donde se recoge lo tangible e
intangible del cuerpo humano, el enigma de la propia materia, la relación que la materia pudiera guardar con aquello que
no lo es. ¿Dónde comienza y termina el cuerpo ¿Dónde comienza y termina el yo ¿Es la piel un límite del cuerpo, una
apertura al otro, al mundo
Desde esta representación visual se nos expone con suma delicadeza y profundidad que nuestro cuerpo y la relación que
mantenemos con él, la relación que éste guarda con otros cuerpos, con los objetos, o con el espacio que lo inunda, es un
foco de problemas 2 . El hecho de que nuestro cuerpo nos plantee problemas radica en gran medida en que se halla en el
límite entre la naturaleza y la cultura, esto es, la animalidad y la humanidad, y ese límite supone el salto hacia la ética.
Nuestro cuerpo, pese a los chispeantes mensajes de liberalidades engañosas y posibilidades crecientes no es un dominio
de extraterritorialidad ética.
Nuestro cuerpo continúa planteando problemas porque no es una realidad aislada, ni aislable, no es tan sólo mi pequeño
problema privado -aunque yo sea directamente responsable del mismo en tanto que soy mi cuerpo-, sino que se da en un
conjunto donde se teje una relación real y simbólica que le confiere un sentido, donde adquiere una posición que no es la
misma para todos los cuerpos, una perspectiva desde la que mirar y ser mirado, establecida en primera instancia por su
dimensión sexuada. Por ello, pensar el cuerpo nos remite necesariamente a los contornos de una época determinada, con
unas estructuras, con unas normas, unas prohibiciones, unas posibilidades, nuevas expectativas, en definitiva, con una
atmósfera particular que le otorga un estatus.
Entonces, el cuerpo es lugar de paradojas y ambigüedades porque no es algo abstracto, sino la experiencia más patente de
lo concreto. En este sentido, Gabriel Marcel señaló que el cuerpo era el dato central de la metafísica (Marcel, 1996). Esta
escueta afirmación encierra todo el enigma y el misterio que rodea al cuerpo, y pone de manifiesto que las cuestiones más
apremiantes para los seres humanos, y de un modo especial las relativas al sentido,pasan por el cuerpo, puesto que en él
se integran la forma, la expresión, la moral, lo individual, lo social, la naturaleza, la cultura.
¿Qué significa que el cuerpo es lo concreto Podríamos aproximarnos a la respuesta diciendo que no es idea, ni es
materia, es carne, sentida y con la capacidad de sentir y que nosotros somos seres encarnados como dato primigenio. La
exploración de la sensación nos revela que el cuerpo es la experiencia de lo concreto, es el modo de saborear el mundo
y de saberse uno mismo. Experimentamos y filtramos el mundo con nuestros sentidos, cualquier cosa nos la apropiamos
e interiorizamos sintiéndola. Marcel enfrenta la aporía del cuerpo propio así: “ser encarnado es aparecerse como cuerpo
sin identificarse con él, pero sin poder distinguirse de él”. (Marcel, 1959)
1 Profesora, Dra. Departamento de Ciencias Sociales y de la comunicación (Educación). Universidad Católica San Antonio. bblesa@ucam.edu
2 “El cuerpo parece ser algo evidente pero, finalmente no hay nada más difícil de penetrar que él” (…) El cuerpo es una falsa evidencia: no es un dato
evidente, sino el efecto de una elaboración social y cultural” Le Breton, D. (2002). Sociología del cuerpo. PP. 27 y 28
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)