08.01.2015 Views

Libro de Actas final_2

Libro de Actas final_2

Libro de Actas final_2

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

GT 19 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DEL CONSUMO<br />

una proyección social <strong>de</strong>l mismo. De aquí que las problemáticas socioeconómicas y ambientales tengan una presencia<br />

más que <strong>de</strong>stacada en el universo <strong>de</strong> representaciones i<strong>de</strong>ológicas <strong>de</strong> estos consumidores. El discurso articula sintagmas<br />

<strong>de</strong> crítica y <strong>de</strong>nuncia al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l “capitalismo imperante” al que dicen oponerse. Sobre éste se vuelca toda una carga<br />

afectiva en forma <strong>de</strong> protesta y rechazo; la imagen <strong>de</strong>l capitalismo y sus consecuencias con<strong>de</strong>nsan buena parte <strong>de</strong> los<br />

problemas y conflictos que sitian el mundo, y constituye el blanco <strong>de</strong> las críticas como tópico común: el mo<strong>de</strong>lo que<br />

malgasta energía con usos <strong>de</strong>sproporcionados <strong>de</strong> la misma, basado en exportaciones e importaciones como norma<br />

comercial, con la consiguiente contaminación; el mo<strong>de</strong>lo que <strong>de</strong>struye el territorio, que solo plantea un “crecimiento<br />

exponencial” para su supervivencia (EO4), y que no se propone reducir residuos, reaprovechar recursos, etc. Para este<br />

discurso, la lógica <strong>de</strong>l beneficio está en la base <strong>de</strong>l capitalismo, y entre las consecuencias <strong>de</strong>l mismo también pue<strong>de</strong>n<br />

contarse el asilamiento, la injusticia social, la individualización y la pérdida <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s sociales, que según opinan los<br />

consumidores, se observa cada vez más en <strong>de</strong>terminados barrios <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>s como Barcelona. Se dibuja un mo<strong>de</strong>lo<br />

<strong>de</strong>stinado al fracaso, que encuentra el máximo exponente en el consumismo norte-americano y su mejor representante, la<br />

Coca-cola, <strong>de</strong> lo que para estos consumidores es el “anticonsumo” (GD1). Sin embargo, queda implícito en expresiones<br />

como ésta un espacio no consumista <strong>de</strong> lo que pue<strong>de</strong> o tiene que ser el consumo, que es justamente don<strong>de</strong> se proyecta la<br />

imagen <strong>de</strong>l consumo ecológico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta posición.<br />

La imagen <strong>de</strong>l consumo ecológico se configura, en primer lugar, como reacción o protesta socio-ambientalista a las<br />

amenazas <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l planeta y a los conflictos generados por el capitalismo consumista. Concepción socioambientalista<br />

que supone la articulación <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> significados atribuidos sobre lo ecológico, que gira alre<strong>de</strong>dor<br />

<strong>de</strong> valores y normas <strong>de</strong> fuerte respeto y compromiso social y medio-ambiental. Para este discurso, los valores con<br />

fundamentación política y ética, son los más relevantes en la configuración <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong> lo ecológico, por encima <strong>de</strong><br />

aquellas concepciones que prácticamente “solo” atien<strong>de</strong>n al control o prohibición <strong>de</strong> pesticidas, químicos, transgénicos,<br />

etc., en la producción alimentaria. Incluso se tien<strong>de</strong> a rechazar estas visiones “restringidas” <strong>de</strong>l consumo ecológico, por<br />

estar –según dicen- al servicio <strong>de</strong> las multinacionales que ven en este tipo <strong>de</strong> productos un mercado creciente. Y por esta<br />

razón, estos consumidores se mantienen críticos con las <strong>de</strong>finiciones oficiales por su insuficiente reglamentación, <strong>de</strong>stinada<br />

–dicen- a “po<strong>de</strong>r posar l’etiqueta” (GD1), sin que esto suponga “contemplar aspectes socials” (EO4), “transformar<br />

les relacions injustes” (EO1) y “contradir la lógica <strong>de</strong>l capital” (GD1). Más bien, supone utilizar “la marca” para<br />

reproducirlo. En esta posición, el consumo ecológico sin significación socio-ambiental carece <strong>de</strong> todo sentido: “…una<br />

persona que consumeix ecològic i se’n va al Veritas, per mi, no té cap tipus <strong>de</strong> sentit” (GD1).<br />

El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l discurso i<strong>de</strong>ológico <strong>de</strong>l socio-ambientalismo comunitario se articula, en el proceso motivacional, con<br />

una dimensión i<strong>de</strong>al e imaginaria, expresión <strong>de</strong> la máxima coherencia i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong> los valores socio-ambientales.<br />

Así, la conducta <strong>de</strong> los consumidores se vería orientada por una carga motivacional emanada <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>l Yo (Freud,<br />

1933). Este i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>l Yo socio-ambientalista constituiría la imagen que cada consumidor –a nivel personal- se propondría<br />

como mo<strong>de</strong>lo, y por el cual se i<strong>de</strong>ntificaría con los valores socio-ambientales proyectados sobre el consumo ecológico,<br />

orientando así el sistema <strong>de</strong> preferencias personales. En el discurso, este proceso se observa en el conflicto por la (in)<br />

coherencia –a veces verbalizado con el mismo significante <strong>de</strong> /coherencia/-, que va emergiendo como problema asociado<br />

a la i<strong>de</strong>ntidad personal. En algunos momentos <strong>de</strong> las dinámicas, los consumidores exhiben formas y estilos <strong>de</strong> vida<br />

asociados con significaciones socio-ambientalistas, como la asunción <strong>de</strong> actitu<strong>de</strong>s austeras ante el consumo, la realización<br />

<strong>de</strong> prácticas <strong>de</strong> reciclaje, la compra en cooperativas <strong>de</strong> consumo ecológico, etc. Sin embargo, afloran al mismo tiempo,<br />

contradicciones con las que se evi<strong>de</strong>ncia la incapacidad <strong>de</strong> estos mayoritariamente jóvenes-adultos <strong>de</strong> clase media y<br />

con capital cultural elevado, <strong>de</strong> <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas “necesida<strong>de</strong>s –para ellos mismos- consumistas” como el<br />

uso <strong>de</strong> móviles, Pc’s, la valoración estética ante el consumo <strong>de</strong> ropa, o la imposibilidad –en el marco <strong>de</strong>l GD1- <strong>de</strong> un<br />

acuerdo <strong>de</strong> mínimos sobre lo que es o <strong>de</strong>ber ser un “ús racional i sostenible” <strong>de</strong> los productos. Contradicciones que a<br />

nivel personal, se muestran y sienten, por ejemplo, en la distancia i<strong>de</strong>ológica entre distintas esferas <strong>de</strong> vida (EO1), o en<br />

la “<strong>de</strong>bilidad” <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarse guiar por el <strong>de</strong>seo estético y el consumo en las tiendas <strong>de</strong> marca <strong>de</strong> moda como Mango o Zara<br />

(GD1). Todas ellas se intentan justificar apelando a la inevitabilidad <strong>de</strong> las citadas prácticas en el tipo <strong>de</strong> sociedad en<br />

el que viven, o al consumo ecológico en cantidad que efectivamente realizan como argumento compensador. De esta<br />

forma se pone en evi<strong>de</strong>ncia el conflicto por la coherencia, o lo que es lo mismo, las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los consumidores<br />

para cumplir con el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>l Yo socio-ambientalista, que hace emerger una dinámica sentimental oscilante, que tien<strong>de</strong> a<br />

pasar <strong>de</strong> la impotencia culpabilizadora asociada a la contradicción, a una autocomplacencia casi maníaca, asociada a la<br />

proximidad <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al, a través <strong>de</strong>l consumo ecológico. Se configura así, una lógica motivacional con claras implicaciones<br />

sobre la eficacia simbólica (Ortí, 1994) <strong>de</strong> la metamarca, en la medida que la reducción <strong>de</strong> la distancia entre el Yo <strong>de</strong> los<br />

consumidores y el i<strong>de</strong>al, rebaja la tensión psíquica, elemento motivacional clave <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mo<strong>de</strong>lo psicoanalítico (véase<br />

Callejo, 1994:99-101).<br />

Este proceso se ve reforzado, en un segundo nivel <strong>de</strong> la sobre<strong>de</strong>terminación motivacional, por la i<strong>de</strong>ntificación con el<br />

Superyó socio-ambientalista con el que, siguiendo el sentido que le da Freud (1933) al concepto, estos consumidores<br />

expresan los elementos <strong>de</strong> auto-prohibición y renuncia, asociados a las actitu<strong>de</strong>s afectivas implicadas en el consumo<br />

ecológico. En el discurso <strong>de</strong> esta posición, el consumo ecológico no representaría solo al hecho <strong>de</strong> adquirir productos con<br />

<strong>de</strong>terminados atributos y valores, sino también una actitud global <strong>de</strong> relacionarse con el consumo, que se vería enmarcada<br />

en el conflicto que autores como Hirschman (1982:82) han <strong>de</strong>nominado conflicto <strong>de</strong> “metapreferencias”. En el discurso,<br />

atractores semánticos asociados a lo ecológico como /consciencia/, /ético/, /responsabilidad/, entre otros, aparecen como<br />

CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA<br />

XI Congreso Español <strong>de</strong> Sociología (FES)<br />

759

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!