Libro de Actas final_2

4. Estrategias: la formación como valor.
GT 17 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DE LA EDAD Y CICLO VITAL
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Para aquellos que estudiaron ciclos universitarios o estudios profesionales, la formación tradicional ha perdido valor,
puesto que en los tiempos actuales una cualificación mayor no se traduce aparentemente en mayor posibilidad de empleo.
Ahora bien, esta laminación del efecto estudios superiores o profesionales no sólo se debe a la falta actual de oportunidades
laborales, sino que también presenta anclajes referidos a otros déficits percibidos en relación a los propios estudios,
carencias que no son nuevas pero que toman más fundamentación y peso en la situación actual.
La principal reclamación sobre la formación superior es su desconexión con lo laboral, con el mundo “real” del trabajo
y la empresa 14 . Siempre se ha considerado que este tipo de estudios incrementaba la posibilidad de encontrar trabajo,
pero en la situación actual parece que sus debilidades son más manifiestas por cuanto la formación que proporcionan se
valora como de baja calidad y fundamentalmente teórica. Justo en un momento en el que una enseñanza más orientada a
lo laboral, a las exigencias del “mercado” y a la práctica, se supone podría aumentar las posibilidades individuales, por
considerarse más valorada entre los potenciales empleadores.
Yo en mi caso, asignaturas que hayan enseñado algo, profesores que me hayan aportado
algo…pocos
- Es que el sistema educativo también está fatal. Yo ahora me estoy sacando el grado,
porque lo mío es una diplomatura y estoy sacando el grado para tener un poco más,
también. Y estoy todo el día en la universidad con la beca, y hay mucha diferencia
entre las nuevas, los grados con los anteriores. Aunque digan que tal, los exámenes,
trabajo continuo… en realidad suspendes más. La calidad de la enseñanza, de
“preséntate al examen final, da clases si quieres”…bueno, yo lo he vivido así y era en
plan meterte en una semana o en 15 días…y en una semana se me volvía a olvidar.
Madrid, licenciados, alta, están trabajando
Pese a estos efectos asignados a los estudios superiores o profesionales, en términos generales no hay renuncia al proyecto
personal construido a su alrededor, sino adaptación a las nuevas circunstancias. Su apuesta se basa fundamentalmente
en aportar valor a sus cualificaciones actuales, adaptación que se sustenta en la adquisición de mayores y mejores
competencias y destrezas profesionales y personales, con la intención de que tal especialización permitirá compensar los
déficits de la educación formal y marcar cierta distinción con respecto a la inmensa masa de titulados.
Además, continuar con la formación también es una vía de salida para seguir “activo”, puesto que la opción a cursar más
estudios es, muchas veces, ante la falta de expectativas de empleo, la de no hacer nada. Y a la vertiente más emocional
(vocacional) que significa haber escogido una carrera o estudios superiores que gustaban, se une la vertiente más funcional
(utilitarista, en definitiva) que significa la sobre cualificación, el desarrollo de habilidades complementarias. Y entonces
encontramos una doble articulación, significativamente hablando: la cualificación académica es un fin en sí mismo si
se realizó por vocación, mientras que la especialización, la sobre cualificación, parece operar más como un medio de
alcanzar lo que se desea. La vocación se une, de esta manera, al pragmatismo que parece necesario en la situación actual,
resultando la unión de ambos elementos una adaptación especializada.
Entre los que no han estudiado o declaran una formación media o baja, en todo caso menor que sus colegas, las estrategias
formativas o laborales de presente y futuro son parecidas en algún sentido a los que sí lo han hecho. En muchos de los
casos, las decisiones sobre dejar los estudios se basaron en una situación económica y laboral del país que fomentaba
la búsqueda de una integración laboral fácil y rápida, amparada por una alta demanda de trabajos con bajas o nulas
cualificaciones que permitían dar el salto a la actividad sin apenas preparación formal.
Claro, a los dieciséis la gente, la gente que no le gustaba estudiar, o que no iba a estudiar
nada más, decía, bueno, me salgo a los dieciséis, y como puedo empezar a trabajar, empiezo
a trabajar de lo que fuera: de carpintero, albañil, lo que sea…
Alicante, secundaria, media, nunca han trabajado
Si las cualificaciones superiores en el pasado –en la época de expansión económica- no parecían servir para mucho a este
tipo de perfiles, ahora son conscientes de que la competencia en el mercado de trabajo es alta y se supone que ellos son el
colectivo menos preparado, al menos en lo respectivo al nivel de formación, para afrontar una búsqueda de empleo en la
que se tenga una mínima oportunidad.
Existe, pues, cierto arrepentimiento por no haber alcanzado un grado mayor de preparación, pues si bien el presente
es difícil para todos, el futuro se transmuta igualmente en negativo, pues se supone que cuando las cosas tiendan a
“normalizarse”, cuando el ciclo económico retorne a ser positivo, volverán a sentirse duramente las diferencias de acceso
al mercado laboral entre quienes muestran un perfil cualificado y aquellos que no lo tienen o lo poseen en menor medida.
Es decir, la vuelta al pacto social clásico, que enlazaba directamente mejores oportunidades cuanta mejor formación.
En suma, su análisis sobre sus posibilidades pasa por adoptar una estrategia paralela a la de sus compañeros más formados,
pero menos incisiva en sus medios y aparentemente de alcance más corto. Mientras que aquéllos se decantan por la
14 Esta es una crítica que se suma a otras tantas sobre la generalidad del sistema educativo español, deficitario en cuanto a la calidad de la enseñanza
y en cuanto a la preparación de los jóvenes para la vida adulta. Los sucesivos informes PISA van dando cuenta de elementos muy negativos, comparados
con países del entorno, sobre el nivel de instrucción media, las altas tasas de abandono de los estudios obligatorios, etc.
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)