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Libro de Actas final_2

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GT 18 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DE LA CULTURA Y DE LAS ARTES<br />

objetos teóricos <strong>de</strong> estudio; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintos planteamientos: ontológico, estético, técnico, político, sociológico…Por su<br />

parte, (Francastel, 1970), sostiene que las formas <strong>de</strong> abordar y resolver los problemas <strong>de</strong> la condición humana por parte<br />

<strong>de</strong> cada sociedad se fijan y transmiten <strong>de</strong> distintos modos; a través <strong>de</strong> la palabra hablada, por medio <strong>de</strong> la escritura y a<br />

través <strong>de</strong> imágenes. Por cualquiera <strong>de</strong> esas formas, individuos y grupos transmiten sus formas <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r y afrontar la<br />

existencia intentando orientar la acción y el pensamiento <strong>de</strong> otros hombres. Las imágenes no son, pues, a su juicio, un<br />

elemento insustancial sino un tipo <strong>de</strong> entidad cuyo análisis nos revela parcialmente las formas cambiantes en el tiempo <strong>de</strong><br />

autopercepción <strong>de</strong> los hombres. En un mundo inevitablemente cambiante, las imágenes intentan –al igual que la palabra<br />

hablada y la escrita- dar cuenta <strong>de</strong> cómo es y cómo se entien<strong>de</strong> el mundo en un momento <strong>de</strong>terminado. De forma singular,<br />

señala Francastel, las obras <strong>de</strong> arte constituyen un “sistema <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> las percepciones sensibles” cuya pretensión<br />

es contribuir a orientar el pensamiento y la acción. No sólo artística sino cotidiana. Lo que Francastel dice <strong>de</strong> las obras <strong>de</strong><br />

arte po<strong>de</strong>mos ampliarlo a las imágenes en general. Baste con pensar en el uso publicitario o sociopolítico que se hace <strong>de</strong><br />

las mismas en la prensa diaria.<br />

2. La perspectiva como representación<br />

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Hagamos una breve referencia a las relaciones entre pintura y fotografía. Ésta última parece ser here<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> la concepción<br />

renacentista <strong>de</strong> la perspectiva. Pues la perspectiva artificialis que se <strong>de</strong>sarrolló en el Renacimiento es, sin duda, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

aquel momento, dicho con Francastel, el sistema <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> las percepciones sensibles que ha dominado la pintura<br />

hasta, por lo menos, Paul Cézanne y las experiencias <strong>de</strong> algunas corrientes <strong>de</strong> las <strong>de</strong>nominadas vanguardias históricas <strong>de</strong>l<br />

primer tercio <strong>de</strong>l siglo XX. Se trata <strong>de</strong> una cuestión relacionada, a<strong>de</strong>más, directamente con el tipo <strong>de</strong> conocimiento que<br />

suministran las imágenes ya sea <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el recelo que manifiesta Platón, en el libro X <strong>de</strong> La República, hacia la imitación<br />

<strong>de</strong> la realidad a través <strong>de</strong> las artes –especialmente <strong>de</strong> la pintura- como mera reproducción <strong>de</strong> la apariencia <strong>de</strong> aquello<br />

que reproduce o, por el contrario, confiando, como Aristóteles, en la capacidad <strong>de</strong> las artes <strong>de</strong> remontarse <strong>de</strong> lo particular<br />

concreto a lo característico y universal.<br />

Pues bien, el perfeccionamiento <strong>de</strong> la perspectiva artificialis pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado como un avance hacia lo que Max<br />

Weber consi<strong>de</strong>ró el aspecto <strong>de</strong>cisivo y distintivo <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte: la racionalización y la autonomización <strong>de</strong> ámbitos<br />

específicos <strong>de</strong> la realidad regidos por procedimientos internos. En efecto, el objetivo <strong>de</strong> la perspectiva es trasladar sobre<br />

un soporte sensible algo similar a lo que nuestra retina capta en unas condiciones <strong>de</strong>terminadas previamente, las cuales<br />

constituyen precisamente las reglas básicas <strong>de</strong>l sistema renacentista <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> las percepciones sensibles y <strong>de</strong><br />

su concepción espacial. A saber, una representación homogénea, estática y monofocal. Ahora bien, tal como sostuvo,<br />

Roland Barthes, mientras otros medios visuales, en especial la pintura, y <strong>de</strong> forma singular el mo<strong>de</strong>lo dominante <strong>de</strong><br />

la representación perspectiva, se centran en la mímesis <strong>de</strong> la realidad, es <strong>de</strong>cir en su copia y representación, lo que<br />

logra la fotografía es el registro <strong>de</strong> la misma merced a su procedimiento tecnológico. Ello implica como consecuencia<br />

inmediata cierta merma <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong>l fotógrafo por controlar lo que va a ser registrado. La incorporación a las<br />

artes visuales tradicionales <strong>de</strong> la fotografía supone: (a) un importantísimo cambio <strong>de</strong> la ^representación^ <strong>de</strong> la realidad<br />

al ^registro^ <strong>de</strong> imágenes <strong>de</strong> la realidad. (b) La máquina registrará <strong>de</strong>talles que pue<strong>de</strong>n pasar <strong>de</strong>sapercibidos al ojo<br />

<strong>de</strong>l fotógrafo. Un testimonio temprano sumamente elocuente al respecto es este comentario escrito en 1846 por Talbot<br />

en su texto El lápiz <strong>de</strong> la naturaleza: “Suce<strong>de</strong> frecuentemente, a<strong>de</strong>más, y es éste uno <strong>de</strong> los encantos <strong>de</strong> la fotografía,<br />

que el operador <strong>de</strong> la cámara mismo <strong>de</strong>scubre al examinar la obra, tal vez <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> transcurrido mucho tiempo, que<br />

ha captado muchos <strong>de</strong>talles que ignoraba inicialmente” (Citado por Fontcuberta, 2003). Al contrario <strong>de</strong> lo que hace el<br />

pintor, el fotógrafo no pue<strong>de</strong> eliminar en la toma lo que la máquina capta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cierta posición; lo cual no impi<strong>de</strong> los<br />

cambios que pueda introducir en un proceso <strong>de</strong> post-operación, ya sea en el laboratorio o mediante recursos informáticos.<br />

(c) La toma que el fotógrafo hace se realiza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una única posición y en ese sentido sigue siendo inmóvil, aunque el<br />

fotógrafo haga la toma mientras se <strong>de</strong>splaza en el espacio. (d) Con la fotografía pier<strong>de</strong> importancia el <strong>de</strong>nominado ^cubo<br />

escenográfico” que aproximaba la pintura a la representación <strong>de</strong> lo que suce<strong>de</strong> en un escenario teatral. A este respecto,<br />

el fotógrafo no está ceñido a un caballete, sino que pue<strong>de</strong> situar la posición <strong>de</strong> su objetivo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> posiciones<br />

y ángulos. El cubo escenográfico, fijo, tien<strong>de</strong> a disolverse aunque no sea menospreciable el hecho <strong>de</strong> que los objetivos<br />

<strong>de</strong> las cámaras proporcionen estructuras bidimensionales más o menos rectangulares (y, en este sentido, similares al<br />

“cubo escenográfico”) ni tampoco el que en diversos usos mayoritarios <strong>de</strong> la fotografía el referente –humano o no- siga<br />

situado en una especie <strong>de</strong> escenario. Esta pluralidad <strong>de</strong> posiciones y ángulos influyó rápidamente sobre la pintura que<br />

fue seducida por nuevos puntos <strong>de</strong> vista; valgan como ejemplo las posiciones elevadas a las que recurrió Camille Pissarro<br />

para plasmar los bulevares parisinos.<br />

3. El impacto <strong>de</strong> la fotografía<br />

Consi<strong>de</strong>raremos sucintamente a continuación el impacto social que ha supuesto la fotografía. Rudolf Arnheim comenzaba<br />

en 1979 uno <strong>de</strong> sus artículos <strong>de</strong>dicados a esta forma <strong>de</strong> comunicación, llamando la atención sobre la diferencia que<br />

existiría si en nuestra cultura prescindiéramos por un lado <strong>de</strong> artes visuales clásicas como la pintura o la escultura o por<br />

CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA<br />

XI Congreso Español <strong>de</strong> Sociología (FES)

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