08.01.2015 Views

Libro de Actas final_2

Libro de Actas final_2

Libro de Actas final_2

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

GT 19 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DEL CONSUMO<br />

cabe llamarlo así, se lleva a cabo por una extrema segmentación <strong>de</strong> los mercados, con una adhesión más bien débil <strong>de</strong><br />

los consumidores hacia significantes con valor social que expresan <strong>de</strong>terminados productos y marcas <strong>de</strong> consumo. Estas<br />

características propias <strong>de</strong>l consumo actual empiezan a configurarse a partir <strong>de</strong> los años 80, con la ofensiva neoliberal y<br />

los procesos <strong>de</strong> fragmentación social que la acompañan. La diversificación, fugacidad y rápidas rotaciones tanto en la<br />

producción como en las relaciones <strong>de</strong> consumo (Harvey, 1989:179, 180), igual como la resistencia en la proliferación<br />

<strong>de</strong> hábitos, más o menos fijos, que cada vez ven más dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> consolidarse (Bauman, 1998:108), se pue<strong>de</strong>n<br />

reconocer como ten<strong>de</strong>ncias crecientes y funcionales para el pleno <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l sistema postfordista. En este contexto,<br />

el predominio <strong>de</strong> la semiología como estrategia <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r empresarial <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncia monopolizante, más preocupada por<br />

la transmisión y codificación <strong>de</strong> mensajes –proceso <strong>de</strong> “significantización” (ver Ortí, 1994)-, que por las formas <strong>de</strong><br />

recepción y <strong>de</strong>scodificación <strong>de</strong> los consumidores (Mattelard, 1989; Santamarina, 2004), ha <strong>de</strong>sembocado en una situación<br />

en la que la norma <strong>de</strong> consumo se ha convertido, prácticamente, en el consumo sin norma (Alonso, 2005:68).<br />

Sin que el planteamiento <strong>de</strong> este contexto suponga el reconocimiento <strong>de</strong> una absoluta <strong>de</strong>sestructuración <strong>de</strong>l consumo<br />

como la que arguyen los autores postmo<strong>de</strong>rnos, parece evi<strong>de</strong>nte que éste ha vivido en las últimas décadas un proceso <strong>de</strong><br />

diversificación por lo que a sus prácticas se refiere, aparejada a una creciente infi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> los consumidores respecto<br />

el consumo <strong>de</strong> unas u otras marcas/producto (Garrido, 2002:11; INC, 2001:5). Ésta ha tendido a explicarse, al menos en<br />

parte, por la falta <strong>de</strong> ligaduras y procesos motivacionales mínimamente consolidados entre marcas y consumidores (Con<strong>de</strong>,<br />

1995). Incluso algunos autores han sugerido que los factores explicativos <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los motivacionales “clásicos”, como<br />

las posiciones sociales <strong>de</strong> los consumidores, han perdido la capacidad <strong>de</strong> dar cuenta <strong>de</strong> las conductas y significados<br />

inscritos en estos recientes contextos <strong>de</strong> consumo (García Ruiz, 2009; Bauman, 2007).<br />

Ante este planteamiento, ¿qué sentido tiene hablar hoy <strong>de</strong> procesos motivacionales –nos preguntamos con Callejo (1995:90<br />

y ss.)- cuando al contrario <strong>de</strong> lo que pasaba antaño, parece que todo el mundo está ya “motivado” para consumir ¿Más<br />

aun cuando se trata <strong>de</strong> una “motivación” diversificada en marcas y productos cambiantes Abriendo el campo <strong>de</strong> análisis<br />

<strong>de</strong> lo motivacional, establecemos la pertinencia que tiene hoy una sociología motivacional <strong>de</strong>l consumo, especialmente<br />

en contextos <strong>de</strong> investigación como el aquí propuesto<br />

La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> “motivación” planteada por Callejo (1994:107) para el análisis <strong>de</strong>l consumo, respondía a “empujar a<br />

alguien a hacer algo que voluntariamente, por propia iniciativa, no haría”. Ésta pue<strong>de</strong> ligarse a dos sentidos diferentes: la<br />

motivación entendida como una causa; y como un proceso en el tiempo. Como causa para la acción, se refiere a un hecho<br />

que produce un efecto, pero también pue<strong>de</strong> referirse a la ruptura <strong>de</strong> un hábito o una inercia (Gid<strong>de</strong>ns, 1984:44). Visión,<br />

esta última, que probablemente ha contado con mayor proyección en el campo <strong>de</strong>l consumo, ya sea como movimiento<br />

<strong>de</strong> un principio <strong>de</strong> consumo a otro, ya sea <strong>de</strong> una marca a otra. Pero como señala el mismo autor, al centrarse en el<br />

cambio, la perspectiva motivacional <strong>de</strong>jaría <strong>de</strong> lado aquello <strong>de</strong>l consumo que guarda relación con las fi<strong>de</strong>lida<strong>de</strong>s y con<br />

las i<strong>de</strong>ntificaciones más o menos fuertes. 2 Sin embargo, lo que aquí proponemos es, atendiendo al contexto general <strong>de</strong><br />

consumo actual al que nos hemos referido, ampliar la concepción <strong>de</strong> lo motivacional en los ámbitos <strong>de</strong>sconsi<strong>de</strong>rados<br />

por el autor. Incluso sin salirnos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición básica que el mismo propone, lo motivacional encontraría un sentido<br />

específico en el presente contexto, si se entien<strong>de</strong> como el estudio <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> fijar <strong>de</strong>terminadas relaciones <strong>de</strong><br />

consumo, y para el caso <strong>de</strong> las marcas, su capacidad <strong>de</strong> ligar e implicar a los consumidores en unas relaciones <strong>de</strong> consumo<br />

<strong>de</strong> una cierta duración y estabilidad. Por lo que el espacio <strong>de</strong> los procesos motivacionales en un contexto <strong>de</strong> cambios<br />

relativamente constantes <strong>de</strong> marcas/productos, sería aquel en el que se establecerían ligaduras significativas y afectivas<br />

con <strong>de</strong>terminadas marcas/producto. A favor <strong>de</strong> esta concepción estaría la creciente preocupación <strong>de</strong> la oferta por consolidar<br />

una cierta fi<strong>de</strong>lización entre sus consumidores (siendo la perspectiva motivacional lo que históricamente ha sido: una<br />

perspectiva pragmática e instrumental que pue<strong>de</strong> ponerse al servicio <strong>de</strong> la oferta), así como algunas ten<strong>de</strong>ncias que vienen<br />

<strong>de</strong>sarrollándose <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los últimos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> consumo –observaba Con<strong>de</strong> (1995:28-30)-, centradas en la recuperación,<br />

por diferentes vías, <strong>de</strong> las relaciones “implicativas” entre imágenes <strong>de</strong> marca y consumidores.<br />

755<br />

2.1. Concepción teórica para el análisis: la sociología-motivacional<br />

A partir <strong>de</strong> esta lectura, <strong>de</strong>sarrollamos la perspectiva <strong>de</strong> la sociología-motivacional, utilizada como marco teórico<br />

fundamental. Encontrando su origen en la propuesta <strong>de</strong> Ibáñez (1968) <strong>de</strong> estudiar los fenómenos sociales en “profundidad”,<br />

la sociología motivacional se sitúa en el ámbito genérico <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> los consumidores, inscribiendo<br />

su especificidad en el intento <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong> los móviles, valores, y normas que orientan las imágenes y conductas <strong>de</strong><br />

consumo. Lo que supone que la preocupación propia <strong>de</strong> esta perspectiva es la <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r a los porqué’s <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas<br />

conductas <strong>de</strong> consumo. En palabras <strong>de</strong> Gerth y Wright Mills (1984:121), se trataría <strong>de</strong> “la comprensión y explicación<br />

<strong>de</strong> por qué y cómo la conducta humana toma una dirección específica”. Sin embargo, es <strong>de</strong> cabal importancia subrayar<br />

que el interés <strong>de</strong> este trabajo no se orienta tanto a la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda individualizada y <strong>final</strong>, que ten<strong>de</strong>ría<br />

a <strong>de</strong>sembocar en una explicación <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> un acto <strong>de</strong> compra individual, sino a las formas <strong>de</strong> estructuración <strong>de</strong> la<br />

2 Por fi<strong>de</strong>lización pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse, siguiendo a Ortega y Recio (1997:33-34), como el comportamiento repetitivo <strong>de</strong> compra que tienen las persones,<br />

sobre marcas/producto o servicios en particular. Cabe distinguir, como hacen los autores, entre “fi<strong>de</strong>lidad” y “retención <strong>de</strong>l cliente”. El segundo término<br />

hace referencia a la práctica empresarial orientada a la realización <strong>de</strong> acciones que tienen como objetivo impedir que el cliente o consumidor <strong>de</strong>je <strong>de</strong><br />

serlo. Mientras que la fi<strong>de</strong>lización implica la existencia previa <strong>de</strong> una predisposición positiva <strong>de</strong>l consumidor, seguida <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> compra<br />

(Cisneros y Molina, 1996).<br />

CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA<br />

XI Congreso Español <strong>de</strong> Sociología (FES)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!