08.01.2015 Views

Libro de Actas final_2

Libro de Actas final_2

Libro de Actas final_2

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

GT 17 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DE LA EDAD Y CICLO VITAL<br />

la socialización y se unió irremediablemente a la infancia lo que resulta inaceptable Si la respuesta a esta segunda pregunta<br />

fuera afirmativa, cabría preguntarse, a continuación, si es posible hacer una relectura alternativa <strong>de</strong> los textos clásicos o<br />

más bien se <strong>de</strong>be buscar en otros autores y escuelas –mo<strong>de</strong>rnos o postmo<strong>de</strong>rnos- las bases para releer la socialización <strong>de</strong><br />

un modo más afín y coherente con los presupuestos en los que se sostiene la actual sociología <strong>de</strong> la infancia.<br />

Nuestra posición es la <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar que esto último es posible y también que existen fundamentos en la nueva sociología<br />

<strong>de</strong> la infancia para realizar una re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> socialización cuando éste se produce en las primeras etapas <strong>de</strong><br />

la vida <strong>de</strong> los seres humanos. Un proceso que no es tanto unidireccional, como bidireccional, es <strong>de</strong>cir, no se mueve solo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los seres más experimentados hacia los más noveles, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los adultos hacia los niños, sino que consiste en<br />

un complejo conjunto interactivo en el que los nuevos (los niños) intervienen activamente, a través <strong>de</strong> relaciones verticales<br />

(ascen<strong>de</strong>ntes y <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ntes) y horizontales (con sus semejantes). En este sentido, hay dos herramientas teóricas que<br />

han estado presentes en la nueva sociología <strong>de</strong> la infancia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su origen: una es la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> “generación” y la otra la<br />

<strong>de</strong> lo “relacional”. Especialmente sólida nos parece la primera <strong>de</strong> ellas que a<strong>de</strong>más, entre otras ventajas, presenta la <strong>de</strong><br />

facilitar el entronque <strong>de</strong> la sociología <strong>de</strong> la infancia en la corriente principal <strong>de</strong> la sociología mo<strong>de</strong>rna, como trataremos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar.<br />

2. La crítica al paradigma funcionalista <strong>de</strong> la socialización<br />

Convencionalmente, la sociología ha consi<strong>de</strong>rado la infancia como el ámbito privilegiado para la socialización, como<br />

una etapa don<strong>de</strong> es posible introducir primariamente valores y formas <strong>de</strong> conducta socialmente aceptados, que darán<br />

lugar a una correcta integración social. En con secuencia, el interés <strong>de</strong> la sociología por la infancia se ha centrado, <strong>de</strong> una<br />

parte, en los procesos <strong>de</strong> socialización y, <strong>de</strong> otro lado, en el análisis <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> las principales instituciones<br />

encargadas <strong>de</strong> llevar a cabo el proceso socializador: familia y escuela. En ambos casos los niños no constituyen el objeto<br />

formal <strong>de</strong> estudio, sino uno instrumental respecto a los fines principales: el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l sistema social, el funcionamiento<br />

<strong>de</strong> las instituciones sociales. Des<strong>de</strong> esa perspectiva, el objeto <strong>de</strong> estudio tampoco era la infancia sino el fenómeno <strong>de</strong> la<br />

socialización <strong>de</strong> la infancia y las <strong>de</strong>sviaciones que se producían en las pautas marcadas <strong>de</strong> este proceso. Es a estas visiones<br />

convencionales a las que la emergente sociología <strong>de</strong> la infancia se opone <strong>de</strong>cididamente, haciendo <strong>de</strong> esta oposición una<br />

<strong>de</strong> sus señas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad.<br />

Algunas muestras <strong>de</strong>l rechazo que provocan esas visiones convencionales po<strong>de</strong>mos encontrarlas en Qvortrup (1993:14)<br />

cuando afirma que “el concepto <strong>de</strong> socialización, en su significado evolucionista, no es útil para razonar en términos<br />

sociológicos a menos que se consi<strong>de</strong>re como expresión <strong>de</strong> las actitu<strong>de</strong>s, influencia y po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los adultos”. De forma<br />

semejante, Ivar Frones (1994:161) afirma que las teorías sociológicas no analizan el proceso <strong>de</strong> socialización como tal,<br />

sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> lo que este proceso produce. James y Prout (1997:13) <strong>de</strong>stacan que el binarismo (niño/adulto)<br />

implícito en el mo<strong>de</strong>lo psicológico fue absorbido acríticamente en la teoría <strong>de</strong> la socialización clásica, y <strong>de</strong> este modo<br />

los niños son consi<strong>de</strong>rados <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ella como seres inmaduros, irracionales, incompetentes, asociales y aculturales,<br />

justo la cara opuesta <strong>de</strong> las características que se atribuyen a los adultos; en dicho supuesto, la socialización sería el<br />

proceso que transforma mágicamente lo uno en lo otro. Corsaro (1997:10) señala como <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lo que él mismo<br />

<strong>de</strong>nomina “mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>terminista” <strong>de</strong> socialización (en el que incluye tanto teorías funcionalistas como reproductivas) que<br />

está excesivamente concentrado en los resultados a la vez que infraestima las capacida<strong>de</strong>s activas e innovadoras <strong>de</strong> todos<br />

los miembros <strong>de</strong> la sociedad, o, dicho <strong>de</strong> otra manera, que estos mo<strong>de</strong>los abstractos simplifican procesos complejos y, en el<br />

camino, pasan por alto la importancia <strong>de</strong> los niños y <strong>de</strong> la infancia en la sociedad. Por último po<strong>de</strong>mos mencionar a Ambert<br />

(1992) quien critica que, tal como está construido el concepto <strong>de</strong> socialización, así como el <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo infantil, se priva<br />

a los niños <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rados actores <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho, antes bien, en este contexto, el niño es un mero<br />

recipiente y un futuro producto (1992:13) mientras que el niño como actor resultaría una disfunción en este enfoque.<br />

Des<strong>de</strong> la nueva perspectiva <strong>de</strong> la sociología <strong>de</strong> la infancia, el autor que ha entrado más a fondo en el análisis <strong>de</strong>l paradigma<br />

funcionalista <strong>de</strong> la socialización, tal como éste fue <strong>de</strong>sarrollado por Parsons, es Chris Jenks. Para Jenks, el sistema social<br />

<strong>de</strong> Parsons constituye la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l mundo social a través <strong>de</strong> dos metáforas: primero la <strong>de</strong>l “organicismo” que habla<br />

<strong>de</strong> lo inespecífico, <strong>de</strong> lo vivo, y está relacionado con el contenido, segundo la <strong>de</strong>l “sistema”, que hace refe rencia a lo<br />

explícito, la muerte y se relaciona con la forma. Según Jenks, a través <strong>de</strong>l concepto central <strong>de</strong> socialización Parsons<br />

comete una violencia teorética, particularmente sobre el niño, pretendiendo convertir los mundos <strong>de</strong>l contenido a los <strong>de</strong> la<br />

forma. En la concepción <strong>de</strong> Parsons <strong>de</strong>l sistema social se presume que existen valores centrales consensuales que operan<br />

al nivel <strong>de</strong> la personalidad individual. Sobre la base <strong>de</strong> esa presunción, la socialización <strong>de</strong> la infancia, a la que se consi<strong>de</strong>ra<br />

una realidad primaria no socializada, consiste en la construcción <strong>de</strong> las guías instrumentales y expresivas en la estructura<br />

<strong>de</strong> la personalidad individual, que sirven a las expectativas <strong>de</strong>l sistema adulto como un todo.<br />

Afirma Jenks (1996:20) que con Parsons y en la tradición <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la socialización que se extien<strong>de</strong> a partir <strong>de</strong> su trabajo,<br />

el niño queda abandonado, con éxito, a los dictados <strong>de</strong>l sistema social. El niño se concibe a propósito <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la teoría,<br />

sirviendo para soportar y perpetuar los fundamen tos y versiones <strong>de</strong> hombre, acción, or<strong>de</strong>n, lenguaje y racionalidad. Las<br />

constricciones que se imponen al proce<strong>de</strong>r espontáneo <strong>de</strong> los niños, en la práctica social <strong>de</strong> la infancia, quedan sublimadas<br />

en virtud <strong>de</strong> las presunciones teóricas que sirven para sostener la integración y el or<strong>de</strong>n, también a nivel analítico.<br />

585<br />

CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA<br />

XI Congreso Español <strong>de</strong> Sociología (FES)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!