Libro de Actas final_2

GT 24 GRUPO DE SOCIOLOGÍAS DE LA COMUNICACIÓN Y DEL LENGUAJE
CONSUMO ACTIVO DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN
DE CONTENIDO VIOLENTO: ¿CATARSIS O CONTRA-
CATARSIS
Miguel A. M. Cárdaba y Gaspar Brändle 1
Resumen
Investigaciones previas han mostrado que jugar a videojuegos violentos puede fomentar la generación de pensamientos,
emociones y conductas agresivas. Los resultados afirman que los videojuegos violentos incrementan la tendencia
a esperar e interpretar los comportamientos ajenos y su entorno en general de un modo más hostil y agresivo,
aumentando así las probabilidades de que se desencadenen situaciones y comportamientos violentos. Hasta la fecha,
las investigaciones anteriores no han respondido la pregunta acerca de cuál podría ser exactamente el efecto de los
videojuegos violentos sobre aquellos individuos que de por si poseen ya una naturaleza violenta. Mientras algunos
investigadores sugieren que el efecto de los videojuegos violentos, al igual que ocurre con los contenidos audiovisuales
pasivos, debería ser mayor sobre los individuos violentos, otros investigadores apuntan la posibilidad de que, entre los
jugadores más agresivos, dicho tipo de videojuego podría tener un efecto catártico. Con la finalidad de resolver dicha
incógnita, un estudio experimental fue diseñado.
Palabras clave: videojuegos, violencia, agresión, catarsis, adolescentes
Introducción
La presencia de la violencia en las sociedades actuales es un problema social que debe ser combatido y controlado para
que las comunidades funcionen adecuadamente. Pero esta tarea entraña una importante dificultad debido a que, por
su propia naturaleza, la violencia tiende a crecer en forma de espiral. La violencia provoca más violencia. La enorme
propagación de los medios de comunicación de masas tiene como consecuencia que virtualmente todos los miembros
de una sociedad tengan una alta exposición a contenidos de tipo violento en su vida cotidiana. De hecho, son muchas
las investigaciones que tratan de vincular la difusión de la violencia a través de los medios de comunicación con el
aumento de los comportamientos violentos reales (p. e. Huesmann y Moise, 1996; Anderson, 1997; Anderson y Bushman,
2002; Huesmann et al., 2003; Gentile et al., 2007; Clemente et al., 2008). Así mismo, cada vez son más frecuentes las
investigaciones que intentan estudiar los efectos y las repercusiones, no solo de contenidos audiovisuales de consumo
pasivo (p. ej. las películas), sino también de aquellos contenidos violentos de consumo activo como los videojuegos
(Anderson y Bushman, 2001; Bushman y Huesmann, 2010). Algunas investigaciones afirman que jugar a videojuegos
violentos aumenta la probabilidad de llevar a cabo conductas de carácter violento en un entorno real (e.g, Barlett et al.,
2009). En concreto, investigaciones recientes han mostrado que jugar a videojuegos violentos incrementa la tendencia a
esperar e interpretar los comportamientos ajenos y su entorno en general de un modo más hostil y agresivo, aumentando
las probabilidades de que se desencadenen situaciones y comportamientos violentos (Hasan et al., 2013).
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1. Consumo activo de contenidos audiovisuales violentos a través de los videojuegos: desahogo emocional o aumento
de la hostilidad.
En el caso de los contenidos de consumo pasivo, investigaciones previas han mostrado que los efectos son especialmente
pronunciados para aquellos individuos que, de por sí, tienden a ser más agresivos (Bushman, 1995).
Sin embargo, en el caso de los videojuegos existen teorías que podrían dar lugar a predicciones distintas. Por un lado,
podría pensarse que, al igual que ocurre con la violencia contenida en los medios audiovisuales pasivos, los efectos
nocivos derivados del uso de los videojuegos podrían ser mayores para aquellas personas que sean ya, de suyo, más
agresivos (e.g., Gentile et al., 2004).
No obstante, de acuerdo con otros enfoques alternativos, podría pensarse que, en algunas circunstancias, la relación
entre videojuegos violentos y personalidad agresiva podría dar lugar al resultado contrario. Para algunos autores (e.g.,
Kestenbaum y Weistein, 1985), jugar a videojuegos violentos podría tener un efecto catártico. Es decir, podría constituir
una vía mediante la cual la gente más violenta puede purgar su agresividad en un contexto controlado y de un modo no
perjudicial. Desde este modelo, por tanto, parece desprenderse la idea de que para aquellos individuos que poseen una
naturaleza agresiva y que, en consecuencia, tienen una mayor cantidad de ira en su interior ejerciendo una peligrosa
1 Miguel A. M. Cárdaba. Centro Universitario Villanueva (UCM). Gaspar Brändle. Universidad de Murcia.
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)