Libro de Actas final_2

GT 23 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO Y DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Otro de los presupuestos fundamentales del discurso de la innovación es el de la reivindicación de la utilidad en pro de
un conocimiento científico técnico. De esta forma si bien es supuesto que la innovación aporta esta utilidad, existe una
discusión entre científicos y académicos en torno la velocidad con que debería hacerse. Los primeros señalan la necesidad
de que el conocimiento aplicado a la empresa y rentable se realice con celeridad. Los segundos que la utilidad es un
producto incierto de un proceso más largo de creación de conocimiento. A pesar de todo ambos entienden que la utilidad
se adhiere a un conocimiento científico técnico, cuya aplicación está mediada por la empresa.
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La reivindicación científica de la utilidad, de la que hacen gala nuestros informantes, es un clásico del discurso moderno.
Sin embargo para autores como Richard Brown esta renovada reivindicación es consecuencia de la progresiva expansión
del conocimiento científico, de su institucionalización, y por ende de la necesidad de justificarse ante las nuevas influencias
e intereses que lo pueden motivar. Por encima de los intereses creados está la demostración de su aplicación útil, la
necesidad de poner en evidencia, con mayor énfasis, la adecuación entre lo estudiado y la realidad 8 . Y en la medida que
este conocimiento se acerca al contexto mediante un argumento “neutral” de lo aplicable y lo útil, es el propio contexto el
que acaba teniendo que ser adecuado para sus modelos (Brown, R. 1993; Latour, B. 1983; Callon, M. 1981).
Pero no es solo la neutralidad que aporta el argumento de la utilidad, la que parece legitimar este tipo de conocimiento
y sus transformaciones. Su legitimación reside también en la forma con que se presentan las relaciones expertas de la
innovación, como mediadores naturales de las demandas sociales.
Como señala el primer fragmento, desde instituciones como la universidad se “vuelca” sobre la sociedad lo que se supone
ha sido demandado. Y es especialmente la empresa la encargada de final de aplicar este conocimiento, como un remedio
para solucionar problemas. La parte de la sociedad que no se corresponde con los supuestos de las relaciones expertas,
quedan fuera de la participación en la generación de ese conocimiento útil, o en el mejor de los casos se les confunde con
el sector privado, con beneficiarios del mercado sin más: pues como señala nuestro informante pueden beneficiarse del
“abaratamiento de costes”.
De modo que si el discurso de la innovación reconoce la existencia de otros grupos de actores lo hace, siempre que sea en
los términos que el conocimiento que impulsa requiere.
8 De hecho algunos autores que revalorizan el saber científico técnico en aras del progreso han conseguido esquivar la crítica al interés y la
arbitrariedad del conocimiento científico de la sociología del conocimiento de los años 70, precisamente proclamando su apertura y contextualización
(Zimman, Rosenberg,etc).
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)