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Libro de Actas final_2

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GT 22 GRUPO DE PSICOLOGÍA SOCIAL<br />

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nos i<strong>de</strong>ntificamos con un grupo social cuando se convierte en un referente <strong>de</strong> conducta e i<strong>de</strong>as que tratamos <strong>de</strong> compartir.<br />

En segundo lugar está la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad como sentimiento, como estado emotivo por el que nos reconocemos como<br />

iguales tanto con nosotros mismos en el pasado o futuro, como con otras personas o grupos con los que nos i<strong>de</strong>ntificamos<br />

en el presente. Finalmente, también pue<strong>de</strong> concebirse la i<strong>de</strong>ntidad meramente en términos <strong>de</strong> <strong>de</strong>finición, cuando <strong>de</strong> lo que<br />

se trata es <strong>de</strong> atribuirnos –o que nos atribuyan- una serie <strong>de</strong> rasgos estables que reduzcan nuestra incertidumbre, o la <strong>de</strong><br />

otras personas o grupos <strong>de</strong> referencia.<br />

Antes <strong>de</strong> que Erikson <strong>de</strong>finiera el concepto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el interaccionismo simbólico se <strong>de</strong>sarrolló intensamente el<br />

concepto <strong>de</strong> persona (self), en el que los temas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad son centrales. Esta orientación teórica psicosocial, con raíces<br />

en la filosofía pragmatista <strong>de</strong> James (1890) y Cooley (1902; 2005), se fundamenta en dos premisas básicas. Por un lado,<br />

se consi<strong>de</strong>ra que el individuo y la sociedad son unida<strong>de</strong>s inseparables e inter<strong>de</strong>pendientes. A través <strong>de</strong> la socialización, los<br />

sujetos van adquiriendo los símbolos que les permiten <strong>de</strong>sarrollar su capacidad <strong>de</strong> pensamiento y que otorgan significado<br />

a la realidad social. De este modo, los individuos interpretan el mundo social y actúan e interactúan en él, influyendo así<br />

lo social en la personalidad. Por otro lado, se <strong>de</strong>staca que los sujetos, antes <strong>de</strong> reaccionar a las acciones <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, las<br />

interpretan. La respuesta <strong>de</strong> cada individuo está condicionada por el significado que otorgue a las acciones ajenas. De este<br />

modo, el uso <strong>de</strong> símbolos (especialmente el lenguaje) y la interpretación <strong>de</strong> las acciones condicionan la interacción humana.<br />

El interaccionismo simbólico enfatiza el estudio <strong>de</strong> los estados interiores <strong>de</strong>l ser humano, por lo que su punto <strong>de</strong> partida es<br />

la conciencia. A través <strong>de</strong> ella, el individuo presta atención al mundo exterior, i<strong>de</strong>ntifica los estímulos que generarán en él<br />

una reacción, selecciona entre las diferentes alternativas <strong>de</strong> conducta, <strong>de</strong>mora la acción para po<strong>de</strong>r elegirla y organizarla,<br />

provoca en sí mismo la reacción que su acción podría provocar en otro y es reflexivo. Gracias a la capacidad <strong>de</strong> reflexividad,<br />

el sujeto es capaz <strong>de</strong> mirarse a un espejo y <strong>de</strong> reconocer la imagen que ve como suya, convirtiéndose en objeto y tomando<br />

conciencia <strong>de</strong> sí mismo. Es esta capacidad <strong>de</strong> autoconciencia la que proporciona al individuo la i<strong>de</strong>ntidad, pero ésta no<br />

nace con el individuo, sino que se construye socialmente. Así, y tal como expuso Cooley (1902; 2005), el self surge como<br />

reflexión, como reacción ante las opiniones <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. Esta <strong>de</strong>limitación intersubjetiva <strong>de</strong> la persona viene prefigurada<br />

ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el nacimiento, cuando los padres y la sociedad (representada en los registros civiles <strong>de</strong>l Estado) i<strong>de</strong>ntifican al<br />

recién nacido como único al registrarle con un nombre que le diferencia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más congéneres. De aquí surge una i<strong>de</strong>a<br />

clave <strong>de</strong> esta orientación: para que la persona tome conciencia <strong>de</strong> sí misma, requiere un entorno social que le consi<strong>de</strong>re<br />

un objeto.<br />

De acuerdo con Mead (1934), el self, “el proceso y resultado a través <strong>de</strong>l cual un individuo se autoconcibe” (Escobar 1987:<br />

15), es <strong>de</strong>cir, toma conciencia <strong>de</strong> sí mismo, como sujeto y como objeto, se <strong>de</strong>sarrolla a través <strong>de</strong> la experiencia social <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

los primeros años <strong>de</strong> vida en un proceso <strong>de</strong> tres etapas. En cada una <strong>de</strong> las cuales se pue<strong>de</strong>n distinguir los dos componentes<br />

<strong>de</strong>l self: el self objeto (el “mí”, las actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los otros que el sujeto adopta) y el self sujeto (el “yo”, la reacción organizada<br />

ante las actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más personas). La primera fase es la imitación, en la que los niños repiten la conducta <strong>de</strong> los<br />

adultos sin ser capaces <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r el significado <strong>de</strong> la acción. La segunda es el juego, don<strong>de</strong> los infantes interpretan<br />

diferentes roles <strong>de</strong> los adultos (jugar a papás y mamás, a médicos, a policías y ladrones), por tanto, roles distintos a los que<br />

socialmente les correspon<strong>de</strong>n. Cuando un niño adopta un rol, se estimula a sí mismo y provoca en sí las mismas reacciones<br />

que generaría en otros. De este modo comienza a asumir el significado <strong>de</strong> la acción que realiza, poniéndose en el lugar <strong>de</strong> la<br />

persona cuyo rol <strong>de</strong>sarrolla, y pasando a ser objeto <strong>de</strong> sí mismo, ya que se ve a sí mismo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese rol. La tercera etapa es el<br />

<strong>de</strong>porte, en la cual tiene que adaptarse a las normas específicas fijadas en él y adoptar las actitu<strong>de</strong>s y reacciones que el resto<br />

<strong>de</strong> jugadores tendrán en su propio rol, organizándolas para generar en sí mismo la respuesta a<strong>de</strong>cuada y/o exigida. Así, el<br />

surgimiento <strong>de</strong>l self requiere <strong>de</strong> un contexto social que permita que el sujeto se experimente a sí mismo indirectamente, a<br />

través <strong>de</strong> la asunción <strong>de</strong> roles y actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los otros, y tome conciencia <strong>de</strong> sí mismo.<br />

A partir <strong>de</strong> estas posiciones teóricas preliminares, se <strong>de</strong>sarrolla toda una serie <strong>de</strong> estudios sobre i<strong>de</strong>ntidad bajo la perspectiva<br />

<strong>de</strong>l interaccionismo simbólico, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l que se diferencian cuatro ramas fundamentales: los representantes <strong>de</strong> la Escuela<br />

<strong>de</strong> Chicago, entre los que <strong>de</strong>staca Blumer (1969), que sugiere el estudio <strong>de</strong> la sociedad a través <strong>de</strong> las vivencias <strong>de</strong> los<br />

sujetos en el proceso <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> la realidad social cotidiana; la Escuela <strong>de</strong> Iowa, en la que sobresale la obra<br />

<strong>de</strong> Kuhn (1954) y Kuhn y McPartland (1960) y sus intentos por operacionalizar el concepto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a través <strong>de</strong>l<br />

TST (Twenty Statement Test); el análisis dramatúrgico <strong>de</strong> Goffman (1959; 1963) que se basa en la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong><br />

la existencia <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s semejanzas entre las acciones e interacciones humanas y las representaciones teatrales; y por<br />

último, la posición estructural <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> autores como McCall y Simmons (1978) y Stryker y Burke (2000) que<br />

consi<strong>de</strong>ran que un sujeto tiene tantas i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s como roles o posiciones ocupa en la sociedad.<br />

Cabe hacer especial mención a la Escuela <strong>de</strong> Iowa, cuyos principales representantes diseñan el instrumento metodológico<br />

que se emplea en la presente investigación, el TST. Para Kuhn (1954), los estímulos que recibe cada individuo influyen<br />

en el self (hay una interacción entre el yo in<strong>de</strong>terminado y el mi <strong>de</strong>terminado) y generan una conducta específica, la cual<br />

es aprendida socialmente. Como indican Hickman y Kuhn (1956), el tipo <strong>de</strong> conducta que un sujeto realice en torno a<br />

un objeto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong>l significado <strong>de</strong>l mismo. A<strong>de</strong>más, estos autores <strong>de</strong>stacan el concepto <strong>de</strong> actitud, ya que conciben<br />

el self como una estructura compuesta por i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s, por actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sujeto hacia sí mismo, visto como un objeto. Al<br />

verse como objeto, cada individuo está sujeto a planes <strong>de</strong> acción expresados verbalmente en forma <strong>de</strong> actitu<strong>de</strong>s hacia<br />

uno mismo, <strong>de</strong>terminando <strong>de</strong> este modo la conducta. Al igual que Mead (1934), Kuhn <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> que un sujeto se ve<br />

indirectamente a través <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más mediante la asunción <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong> la otra persona.<br />

CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA<br />

XI Congreso Español <strong>de</strong> Sociología (FES)

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