Libro de Actas final_2

GT 23 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO Y DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
más precarizado que la población autóctona. Tanto es así que un 5,4% de la personas inmigrantes dicen haber perdido la
vivienda que tenían en propiedad en 2010.
Aún es más, el 34,9% de las personas encuestadas han visto necesario cambiar de vivienda como consecuencia de la
crisis. Esto responde a una estrategia de optimización del gasto, necesaria para hacer frente a las deudas. Si en 2008 el 4%
de la población encuestada señaló tender problemas de impago derivados de la vivienda, el señalamiento de esta cuestión
se multiplica hasta situarse en el 48,4% del total en 2010.
Resulta reseñable asimismo que los cambios del último periodo no parecen haber derivado en situaciones de hacinamiento.
Así, en el informe 2010 se apunta a un descenso en el número medio de personas convivientes en el hogar. Es decir, se
sigue avanzando hacia la convergencia en las pautas residenciales con la población nacional. Ello resulta interesante ya
que las estrategias de subarriendo han sido relacionadas para el colectivo que nos ocupa con situaciones de precariedad
residencial como el hacinamiento o la desprotección del arrendatario ante la imposibilidad de empadronarse.
4. Transiciones en Navarra
Una vez analizada la foto fija de la integración laboral, pasaremos a desarrollar, desde un punto de vista longitudinal, el
eje empleo. Las bases del Servicio Navarro de Empleo hacen posible la desagregación de los datos referentes a la calidad
del empleo por nacionalidades.
Las transiciones muestran importantes diferencias en función de la nacionalidad. Es por ello que presentamos, como
punto de partida, una caracterización, según esta variable, de dos colectivos importantes vinculados al mercado de trabajo:
las personas cuyo último registro ha sido el desempleo y las personas cuyo último registro ha sido la contratación.
El español es el único grupo que muestra un subcolectivo significativamente mayor en situación de contratación que
en desempleo. Entre la población extranjera es frecuente el paso por un periodo sin empleo. El peso de la población
extranjera en el grupo de personas que han pasado por el desempleo es del 34,3%. En contraste, representan el 26,7% del
grupo de personas cuyo último registro es el la contratación. La situación es especialmente preocupante entre la población
magrebí. Representaban el 9,42% de las personas desempleadas frente al 4,86% de las contratadas.
Tabla 11. Distribución de las personas con último registro el contrato y el desempleo según nacionalidad
1114
Ultimo registro desempleo
Ultimo registro contratación
UE15 3,03 2,5
UE27 2,35 1,9
Resto de Europa 3,24 3,07
Magreb 9,42 4,86
Resto de África 2,41 1,44
América del Norte 0,03 0,03
Centroamérica y Caribe 1,01 1,09
Sudamérica 12,61 11,72
Asia y Oceanía 0,19 0,14
España 65,71 73,25
Total 100 100
Fuente: Bases de Registro de Desempleo del Servicio Navarro de Empleo
Siguiendo con la línea planteada en el anterior capítulo, observamos que la población extranjera se mantiene en la
temporalidad en mayor medida que la población nacional. El 96,11% continúan en este contrato, 3 puntos más que la
población nacional. Sin embargo, es reseñable también que el 88,09% de los extranjeros se mantienen como indefinidos.
Este porcentaje, si bien no es directamente comparable por las divergencias de las fuentes, se encuentra muy por encima de
los datos de mantenimiento en los contratos indefinidos registrados en la EPA para el conjunto del Estado (Zugasti, 2013).
La lógica que subyace entre aquellos que consiguen mantener su empleo parece ser el mantenimiento y ello nos ofrece
una doble lectura de los datos. Las personas extranjeras que partían de situaciones de temporalidad, no consiguen salir de
ella fácilmente. Sin embargo, encontramos otra población extranjera más asentada, probablemente en términos generales,
pero a tenor de los datos, sin duda, en términos laborales, que consigue mantenerse en el mercado de trabajo en situación
de estabilidad contractual.
Las personas de nacionalidad española, son las que se mantienen en la temporalidad en menor medida. Sin embargo, las
distancia respecto a los europeos de la UE 27 y del resto de Europa son de 1,89 puntos y el diferencial con el grupo de
Centroamérica, Caribe y Sudamérica es de 1,99 puntos. La mayor divergencia se sitúa con el colectivo que permanece en
la temporalidad en mayor medida (98,93%), el magrebí.
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)