Libro de Actas final_2

GT 19 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DEL CONSUMO
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prefieren las viviendas y entornos más alejados de la vida urbana 5 , lo que permite una mayor sensación de ruptura.
Pero a todos les une la capacidad de ensayar proyectos, de cambiar, de viajar, de moverse. Es posible que sea precisamente
porque han “vivido” mucho, que están en condiciones de imaginar formas alternativas de vida, que a su vez tampoco
se perciben –más allá de un tipo ideal- como formas definitivas: es otro elemento que tienen en común la mayoría de
las personas entrevistadas: han sacado tantos proyectos adelante –en su búsqueda del ideal de vida, en su tendencia a
ensayar diversas actividades- que ven la situación actual como una etapa más, no necesariamente definitiva, aunque estén
a gusto y no les vaya mal en los distintos campos de la vida: “Fue un proyecto, lo pusimos en marcha, lo hicimos y tal. Y
dijimos: ‘Bueno, ya este proyecto se ha terminado, ahora hay que hacer otro proyecto’. Entonces, no sé cómo decirte, las
expectativas las ha cubierto…, son experiencias siempre enriquecedoras…” (M10).
Los neorrurales en general no aceptan la sociedad de consumo, por lo que el concepto de personalización apenas tendría
un hueco en su discurso “el tema del consumismo, el poder vivir en un sitio donde realmente eres consciente de qué es
lo que necesitas para vivir, no necesitas el iPhone último modelo, no necesitas tener el coche de alta gama…” (M17).
Desde luego, el discurso utópico pretende como ideal un modo de vida diferente: la autosuficiencia como meta: “la gente
se va al mundo rural y se integra, e intenta ser autosuficiente en cuanto a verdura y todo esto, y más con los campos,
las miles de hectáreas abandonadas que hay” (M16); un modo de vida sostenible y pacífico, con la naturaleza y con los
demás seres humanos, un modo de vida que se apoye sobre lo básico: “…fui al cortijo, no sé cómo decirte, esa vida es,
yo estaba encantada, pero ahí ya no había crema de manos, ni hay… lo que hay es nada, garbanzo, arroz… vivíamos
estrictamente… me hice vegetariana, dejé de comer carne, y nada de yogures, ni… Ni de comprar nada de nada.” (M24).
Pero este ideal no es compartido por todos. Primero, ellos mismos tienen varias formas de responder, una vez comprobado
lo difícil que es vivir conforme al ideal. Muchos simplemente, abandonan su sueño, desisten de su proyecto al comprobar
lo inviable de éste, “…esto durante una época fue muy bueno, porque podías ganar dinero y vivir muy barato, pero ya
no es así. Entonces, ya te digo, no sé si con orgullo o si no, pero la única que ha sobrevivido he sido yo” (M21). Aunque
la mayoría contaba con conocimientos previos de la realidad en el campo –por ejemplo, a través de las experiencias de
amigos o familiares, o por vacaciones- su imaginario no es meramente una campiña de sillón (Bell, 2006: 150), reconocen
la necesidad de adaptarse, advierten la importancia del principio de realidad, como lo describe una mujer que lleva
viviendo 20 años en un pueblo de la Alpujarra y mantiene un pequeño negocio de hostelería: “Siempre se imagina uno
idílico las cosas, pero la realidad no es tan fácil (M5).
Para los pragmáticos, es mucho menos cuestión de principios alternativos y sí de estilo de vida, una posibilidad de
personalizar a su gusto su forma de vivir. De hecho, como veremos en el apartado siguiente, la casa y el trabajo van a ser
determinantes en esto, aunque tengan elementos comunes con los utópicos.
4. La estructuración técnica del objeto
4.1 La casa
En la obra de Baudrillard son frecuentes las referencias al orden moral que expresa la casa burguesa, caracterizada por
su solemne presentación. La alternativa de la sociedad de consumo se basa en el mueble funcional, construido a partir de
elementos: el hombre de colocación –de manera más flexible que en el orden burgués- juega de manera limitada con los
muebles que le proporciona la nueva sociedad. Pero el nuevo modelo pronto se volverá hegemónico en sus estándares y
planteamientos 6 , y nuevas categorías morales se imponen ante los ciudadanos. De aquí surge otro elemento de ruptura por
parte de los neorrurales, con un fuerte contenido relativo a los principios y no sólo de rechazo a los bienes concretos. De
hecho, la casa no era uno de los temas inicialmente previstos en las entrevistas: su importancia deriva precisamente por
haber sido los propios neorrurales los que han planteado, de forma recurrente y destacada, las cuestiones relativas al hogar.
“El antagonismo entre interior y exterior, su oposición formal bajo el signo social de la propiedad y bajo el signo psicológico
de la inmanencia de la familia, hace de este espacio tradicional una trascendencia cerrada” (p.14). La localización de la
casa es importante para los neorrurales y normalmente no quieren esta división tajante entre la calle y el interior: buscan la
posibilidad de tener una parcela con árboles, a veces en el campo, o bien situada en los márgenes del pueblo, que permite
cierta continuidad entre el hogar y el entorno natural. También quieren estructurar el espacio de otra manera: recuperar la
posibilidad de tener talleres en antiguas cuadras de animales, o convertir el jardín o patio en huerto.
Para Baudrillard, todo se integra en el ambiente de la casa, es decir, una mezcla de funcionalidad y orden en los nuevos
tipos de muebles por elementos y en los modernos tipos de asientos, de equilibrio entre elementos, expresado a través de
colores, formas, materiales… hasta llegar convertirse en el “imperativo cultural del ambiente” (p.31). La casa manifiesta
5 En la cuenca del Guadalfeo puede encontrarse una ruta central, atravesada por una autovía que comunica la ciudad de Granada con la costa y la
playa (Valle de Lecrín) y una zona alejada (Alpujarra), distante hasta 3 horas de la capital, por carreteras de montaña de calidad regular.
6 Con su característico estilo, Baudrillard critica uno a uno los elementos presentes en los estilos domésticos de hoy. He aquí un ejemplo: “El
vidrio materializa en grado supremo la ambigüedad fundamental del ambiente: la de ser a la vez proximidad y distancia, intimidad y rechazo de ésta,
comunicación y no comunicación” (p.4)
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)