Libro de Actas final_2

GT 23 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO Y DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
analítica de formas organizativas. Finalmente, se describen algunas de las implicaciones de la tipología, con particular
atención hacia el análisis de resultados y de los procesos de innovación que tienen lugar en estas organizaciones, así como
algunas de las limitaciones del estudio.
2. Conceptualizando las estructuras de colaboración
El debate en los estudios sociales sobre ciencia e innovación
Existen varias maneras de diferenciar los tipos de interacción y colaboración entre ciencia e industria, con particular
atención hacia las estructuras formales de cooperación. Una primera distinción tiene que ver con el nivel en el que tiene
lugar la colaboración, pudiendo ocurrir entre individuos o entre organizaciones. Las estructuras para la investigación
cooperativa constituirían una forma de colaboración a nivel inter-organizativo, sin implicar la existencia de lazos directos
entre individuos (Katz y Martin, 1997).Desde luego, la creación de acuerdos formales entre organizaciones diferentes
constituiría una tendencia cada vez más frecuentes en los sistemas de innovación contemporáneos, reflejando la creciente
complejidad de las actividades innovadoras y de las estrategias organizativas adoptadas (Caloghirou et al., 2002; Jacob
y Hellströmm, 2003).Otra importante diferencia se refiere a la variedad de formas que pueden asumir los acuerdos
de colaboración, pudiéndose clasificar en función de los ámbitos donde se produce la colaboración (Mora-Valentin,
2002). Las estructuras formales de colaboración tendrían como principal dominio funcional la investigación, tratándose
frecuentemente de centros de I+D u organizaciones similares (Baba, 1988; Etzkowitz, 2008:96-98).
El estudio de Perkmann y Walsh (2007) propone unainteresante clasificación de vínculos universidad-empresa, destacando
como la colaboración constituya solo un tipo particular, más estrecho, de interacción. Losacuerdos de cooperación
serían el tipo de interacción conmás alta implicación relacional, y se diferenciarían entre acuerdos informales (como
la investigación patrocinada) y formales. A su vez, estos últimos se diferenciarían entre consorcios (jointventures) y
corporaciones formales, como los centros de investigación cooperativa, que se caracterizarían por la horizontalidad,
la interdependencia y la equidad en la participación entre las organizaciones que colaboran (Hagedoorn et al. 2000).
Corporaciones y centros cooperativos de I+D pertenecerían al campo de la “ciencia abierta”, en oposición a el de la
“ciencia comercial”, propia por ejemplo de los servicios de consultoría tecnológica (Perkmann y Walsh, 2007).
En cambio, el estudio dePonomariov y Boardman (2012) diferencia entre las estrategias de colaboración fundamentadas
en la simple estipulación de acuerdos cooperativos y aquellas que prevén la creación de nuevas estructuras formales.
Ambas formas poseerían niveles elevados de formalización, intensidad relacional y relevancia para la industria. No
obstante, mientras que en los acuerdos cooperativos el grado de finalización de las actividades sería bajo y la participación
de actores científicos estaría motivada por el acceso a nuevos recursos, en las nuevas organizaciones colaborativas el grado
de finalización sería alto y la motivación académica estaría relacionada con el aprendizaje a través de la colaboración.
Resumiendo, las nuevas estructuras cooperativas de I+D se diferenciarían de otras formas de interacción o colaboración
por derivar de acuerdos formales que se estipulan al nivel inter-organizativo. Se trata de organizaciones orientadas hacia
actividades de investigación con un alto grado de finalización y relevantes para la industria; y estarían caracterizadas
por elevados niveles de intensidad relacional, horizontalidad, interdependencia y equidad entre los actores participantes.
Los socios industriales participarían en estas estructuras principalmente para acceder a nuevas fuentes de conocimiento
científico, mientras que la motivación de los socios académicos sería dada por el aprendizaje. Estas características permiten
delinear con más claridad que es una estructura formal para la investigación cooperativa, aunque no digan mucho acerca
de qué tipo de organizaciones serían, en comparación con otras estructuras o formas de coordinación. Para este fin, es
oportuno tener en cuenta también otros aspectos.
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Formas híbridas y organizaciones de frontera
Una forma original de ver las estructuras cooperativas de I+D es dada por el concepto de “organización
híbrida”(Williamson, 1985; Menard, 2004). Desde luego, la hibridación entre sectores o estructuras diferentes
es una tendencia característica de las nuevas organizaciones científicas (Gibbons et al., 1994:37-38). Las
estructuras formales de cooperación serían organizaciones híbridas en un sentido doble: estructural y institucional:
en el primer caso, por presentar una estructura de relaciones entre los actores de tipo cooperativo, diferente de las formas
tradicionales del mercado o la jerarquía (Chaddad, 2012); en el segundo, por ser entidades que desarrollan un nuevo
tipo de entorno institucional, donde confluyen los diferentes sistemas de valores, normas y roles que caracterizan a las
instituciones tradicionales (Fransman, 2001).
Con arreglo a la dimensión estructural, Croisier (1998) clasifica las estructuras cooperativas de I+D como una forma de
coordinación híbrida, ubicada en una posición intermedia entre los tipos puros del mercado y la jerarquía(Figura 1). El
desarrollo de una estructura híbrida sería determinado por la naturaleza de los costes de transacción implicados en los
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)