Libro de Actas final_2

GT 16 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DE LA RELIGIÓN
educación italiano. Las entrevistas se realizaron a la pareja de los padres juntos y a los hijos individualmente en dos
encuentros, en el primero se visionaron los álbunes de familia (Losacco & Faccioli, 2010) y en el segundo se realizó una
entrevista en profundidad (Cardano, 2003) basada en los recuerdos de la infancia y en la socialización religiosa.
Este texto está estructurado en dos partes, la primera es una introducción sobre el Movimiento de los Focolares en relación
a sus orígenes, su estructura y funcionamiento y, una segunda parte con el análisis de los datos producidos por el campo
organizados en las tres dimensiones antes mencionadas.
El grupo creyente
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El Movimiento de los Focolares es un movimiento católico formado por laicos que cuenta con más de 140 mil animadores
a nivel mundial (www.focolare.org, 2012), surgió en el norte de Italia en 1949, fundado por Chiara Lubich en la
ciudad de Trento. El movimiento fue reconocido por la Iglesia católica en 1990 y según fuentes del grupo, cuenta con
aproximadamente 5 millones de seguidores en el mundo. Está presente en 182 países, en los que la diversidad religiosa es
una realidad y en otros donde los católicos son una minoría (Fondi & Zanzucchi, 2003) como los países árabes.
En la década del 60 se desarrollan en Europa diferentes movimientos eclesiales como nuevas formas de asociación
al interior de la Iglesia católica (Soneira, 2007) inspirados por el Concilio Vaticano II y como consecuencia de la
insatisfacción generada respecto del contexto socio-cultural. Estos movimientos son en la actualidad grupos globales
que se establecen como comunidades de sentido que atraviesan la esfera de lo religioso para definirse como un sistema
integral en la vida de sus miembros.
Para 1962, el Papa Juan XXIII había aprobado ad esperimentum la Obra de María (después Movimiento de los Focolares),
que en el verano de 1959 había reunido en la Región del Trentino italiano más de 10.000 personas provenientes de 27
países distintos; en 1963 se fundó cerca de Roma el primer centro Mariapoli para la formación de los miembros del
movimiento y en 1965 Papa Pablo VI aprobó el estatuto del Consejo General de los Focolares (Faggioli, 2008).
La década posterior a la finalización del Concilio Vaticano II fue el período de mayor crecimiento numérico del movimiento,
después de años de fuerte expansión geográfica 4 (Fondi & Zanzucchi, 2003). Sin embargo, su dimensión internacional se
hizo evidente a partir de 1993 con la transmisión por televisión del Familyfest 5 de ese año que se realizó en contemporáneo
en diversas capitales de los distintos continentes. Del mismo modo, los viajes europeos e internacionales de Chiara Lubich
a partir de 1996 colaboraron a la difusión y notoriedad del movimiento y se beneficiaron con cobertura mediática en los
diferentes destinos (Fondi & Zanzucchi, 2003). Por otro lado, se sumaron reconocimientos a la labor de la fundadora, su
propuesta política y proyectos como el de economía de comunión (Fondi & Zanzucchi). 6
El Movimiento de los Focolares incluye entre sus miembros a familias, personas individuales y religiosos entre sus
miembros; posee estructuras ramificadas y flexibles que consienten una gama de elección más amplia que va desde la
participación ocasional a una adhesión más sostenida en el caso que se elija una determinada “vocación” 7 . Entre las
distintas vocaciones, la focolarina y el focolarino son de consagración total a la vida espiritual, focolarina casada o
focolarino casado, familias, adherentes, religiosos (entre ellos: obispos, sacerdotes, seminaristas), voluntarios y gen (que
significa generación nueva) y se dividen en Gen 1, 2 ,3 y 4 según las edades.
Lo que distingue a los focolares de otros movimientos eclesiales de la Iglesia postconciliar es el carisma de la unidad. La
unidad, dice Lubich, es la palabra que sintetiza la espiritualidad:
“Todos uno. Esta es la finalidad por la que hemos nacido, el objetivo por el que Ėl nos ha
suscitado” Y agrega, “la unidad se realiza sirviendo al hermano […] haciéndonos uno con
cada prójimo que encontremos […] No es algo sencillo. Exige el vacío completo de nosotros
[...] para identificarnos con los demás” (Lubich, 1992).
Este grupo religioso posee una estructura formativa de 11 escuelas temporarias de entre 6 meses y 2 años para cada
vocación que funcionan en Loppiano y también en la ciudadela de Montet en Suiza. Entre fines de 2007 e inicios de
2008 se creó el Instituto universitario “Sophia” con una oferta académica filosófico-teológica y político-económica lo
que se destaca en la empresa formativa de los movimientos eclesiales y en el reconocimiento por parte del Vaticano de la
practicabilidad de esta nueva vía de penetración en la Iglesia y en la sociedad (Faggioli, 2008).
Los principales instrumentos de evangelización que se destacan los encuentros periódicos de profundización sobre los
temas relacionados con “el ideal” específico del grupo, las Mariapolis permanentes representadas por las 33 ciudadelas 8
4 El Movimiento de los Focolares llegó a Latinoamérica en 1958, primero a Brasil y luego a Buenos Aires, a través de Lía Brunet y Vittorio Sabbione
dos de los primeros compañeros de Chiara Lubich.
5 Es un encuentro internacional de familias que son parte del Movimiento y donde participaron familias de distintas nacionalidades.
6 Chiara Lubich recibió distintas laureas y doctorados honoris causa en distintas disciplinas como ciudadanías ilustres por ejemplo la de Roma y de
Buenos Aires (Fondi & Zanzucchi, 2003). Economia de comunión es un proyecto de economia solidaria, para saber mas: www.edc-online.org
7 Las vocaciones son formas de participación activa, cada una de ellas implica cierto grado de compromiso y dedicación personal.
8 Existen diferentes aspectos del Movimiento de los Focolares que están presentes en las Mariapolis y cuyo análisis permite ver a estas “ciudades
de María” como lugares de sentido dentro del grupo religioso. Las Mariapolis son pequeñas ciudades donde viven de modo temporal y permanente
miembros del movimiento con el lema de la “vida en comunión”. Existen 33 de estas ciudades en el mundo y se conciben como modelos del ideal
planteado por este movimiento. Tanto la Mariapolis argentina como la italiana se construyeron, con diferencia de 4 años, en terrenos donados por
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)