Libro de Actas final_2

GT 17 GRUPO DE SOCIOLOGÍA DE LA EDAD Y CICLO VITAL
de la madre en el propio módulo, o como observador a la vez que dependiente del trabajo de otras figuras, como son
las funcionarias, las educadoras sociales, las psicólogas, funciones todas ellas realizadas por mujeres, debido por una
parte, a la normativa en lo referido a seguridad, y por otra, a la feminización académica. Este hecho es relevante por dos
motivos: el primero de ellos es la limitación del universo relacional del niño/a a un solo sexo (el de su propia madre), y el
segundo, el aprendizaje generacional que se perpetúa en la asimilación de la mujer como responsable de dichas funciones,
ancestralmente adjudicadas a este sexo.
Respecto a la relación personal que se da con los agentes pertenecientes a esta red secundaria, los discursos coinciden
en apuntar que la intensidad de los afectos depende en exclusiva de la disposición de éstos para ello, de la de las propias
madres y por último de la continuidad de la relación, debido a los múltiples vaivenes de la cárcel. Se resalta la figura de
las personas voluntarias de las ONG, cuya relación se extrapola al exterior del centro en las salidas que realizan.
Igualmente, es resaltable el vínculo emocional que se da entre estos niños y niñas y sus tutoras en la escuela, vínculo que
dichas tutoras resaltan considerando a los niños/as como agentes sociales activos, lo cual, tal y como se ha expuesto dista
mucho del discurso general sobre el resto de sus relaciones, en las cuales su interés se encuentra sometido a decisiones
ajenas tomadas por otros adultos, lo que desde la sociología de la infancia en diversos estudios con niños/as ha constatado
que es distinguido por éstos/as: perciben la ostentación del poder adulto, justificado en una mayor sabiduría, pero esto no
impide que sean conscientes del poco peso que tienen sus opiniones.
Conformación de una generación social propia y el concepto de “antiélite generacional”
El estudio relacional de los discursos plantea la posibilidad de la inclusión de dos conceptos tomados de Bourdieu que
concluyen de alguna forma el análisis realizado.
Hablar de generación social supone hablar de generación no como contemporaneidad, sino como participación en
experiencias y acontecimientos comunes que crean lazos (Mannheim, 1990). En el caso estudiado se ha de tener en
cuenta en un primer momento, tanto la importancia de lo cultural y la experiencia compartida con otros hijos/as de madres
extranjeras o de etnias minoritarias, como el hecho de que la madre haya pertenecido o pertenezca a los sectores más
marginales de la sociedad. Después de atender a ello, se analizará el impacto de haber residido en un centro penitenciario
en dos sentidos: por la experiencia vivida en el propio centro, y por el hecho de haber formado o no parte de los sistemas
de protección estatales. Ambas cuestiones suponen la existencia de una inestabilidad familiar, y el hecho de haber sufrido
al menos en una ocasión la ruptura con los vínculos establecidos. No podemos aportar un dictamen respecto al impacto del
hecho de haber vivido en una cárcel, pero el sistema de análisis de este estudio sí nos permite aportar la valoración que se
hace sobre este hecho desde los discursos de los agentes relacionados, todos coincidentes en que de alguna manera tanto
la experiencia como las circunstancias personales en las que se ha dado la relación materno-filial, marca la personalidad
del niño/a, aunque el grado en el que lo expresan las diferentes personas entrevistadas es muy variable. Igualmente,
todas las cuestiones expuestas tales como la violencia del medio, la escasez de recursos económicos de muchas madres,
la multiplicidad y complejidad del mundo relacional del niño/a o el miedo a la separación, refuerzan la posibilidad de
existencia de dicho sentimiento de generación social, aunque es evidente que en los casos en los que los niños y niñas
pasan tras esta experiencia a convivir en un medio familiar normalizado, dicha posibilidad se desvanece en muchos
sentidos. Será entonces cuando el hecho de haber formado parte posteriormente de los sistemas de protección estatales
cobre especial relevancia. Se perpetua entonces el miedo a la separación, y se propicia que ese sentimiento de generación
social se extrapole igualmente a otros niños y niñas, que aunque no hayan residido en cárceles, sí han vivido (o viven)
dicha inestabilidad familiar y la experiencia de dolor fruto de la separación de los vínculos.
El segundo concepto propuesto es el de “antiélite generacional”. Se proyecta este como el fenómeno inverso al planteado
por Bourdieu de “élite generacional”, ya que en este caso es la escasez de recursos, con todo lo que ello conlleva, lo que
hace que las siguientes generaciones comiencen sus vidas situados en los estratos más desfavorecidos socialmente. La
escasez de recursos se suple con el afecto, pero en el caso estudiado se ha observado como hasta esto se encuentra limitado
y condicionado por el férreo medio en el que se desarrollan las vidas de estos niños y niñas.
Por último, si se tienen en cuenta ambos conceptos y se analiza su influencia, se observa cómo se posibilita la existencia en
el peor de los casos, de una cierta espiral de la exclusión, que es alimentada por el propio funcionamiento real del sistema.
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A modo de conclusión
Partiendo del hecho de la todavía posición de desigualdad que presenta la situación de la mujer en las cárceles españolas,
se puede observar cómo ello no sólo las ataña a éstas sino que también repercute directa e indirectamente en sus propios
hijos e hijas. El tratamiento de incapacidad que se mantiene en la valoración de su situación por parte de los discursos
analizados relacionados con el medio, las asemeja tal y como propone la sociología de la infancia, a la conceptualización
que de este último grupo se realiza socialmente; lo cual, supone admitir que en ambos casos las personas disponen de
la potestad sobre las decisiones que las atañan, y los diagnósticos de necesidades son realizados desde otras instancias
CRISIS Y CAMBIO: PROPUESTAS DESDE LA SOCIOLOGÍA
XI Congreso Español de Sociología (FES)