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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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suizo que contrajo matrimonio (en abril de 1523). No sólo predicaba en contra del culto de las<br />

imágenes, sino que a comienzos de 1524 comenzó a predicar también contra el pedobaptismo,<br />

haciendo una separación de principio entre la pertenencia a la iglesia, simbolizada por el<br />

bautismo, y la ciudadanía, expresada en el voto anual de obediencia al Estado. En la Pascua de<br />

1524, a consecuencia de esta agitación, varios padres se negaron, en Zollikon, a llevar a sus hijos<br />

pequeños al. bautisterio.<br />

Otra indicación de la profunda divergencia que se había creado entre los radicales y<br />

Zwinglio, en los momentos en que éste estaba determinado a establecer una teocracia profética<br />

de todo el pueblo o cristiandad cívica, es la que nos viene de Haetzer,que en junio de 1524<br />

publicó una traducción alemana, con notas, de la exposición de Juan Bugenhagen sobre las<br />

epístolas de San Pablo.195 En este libro se hace una censura de toda la <strong>Reforma</strong> Magisterial por<br />

no haber aplicado la Palabra de Dios todo lo estricta y decididamente que hubiera sido preciso, y<br />

se declara la necesidad de una "segunda reforma" de miembros que se comprometan íntegramente.<br />

<strong>La</strong>s notas de Haetzer indican que también él andaba cerca del círculo formado en<br />

torno a Grebel y a Mantz.<br />

Aunque el plan de regeneración de la magistratura había sido rechazado por Zwinglio, los<br />

radicales seguían esperando que en algún lugar pudiera prosperar su idea de restitución completa<br />

de un cristianismo conforme al Nuevo Testamento, mediante el establecimiento de una asociación<br />

voluntaria de movimientos emparentados entre sí, independientemente de las fronteras<br />

territoriales. Animado por esta esperanza, y sin pensarlo muy bien, Grebel escribió a Lutero (de<br />

quien no recibió sino una respuesta indirecta) y en seguida a Caristadt y a Müntzer. De estos dos<br />

enemigos de Lutero, así en el terreno de la práctica social como en el de la teología sacramental,<br />

fue Müntzer el primero con quien los radicales de Zurich, encabezados por Grebel, trataron de<br />

establecer contacto.<br />

En una carta de 5 de septiembre de 1524, a la que seguía un importante post-scriptum,196<br />

Grebel decía la admiración que él y los de su círculo sentían por Caristadt y por Müntzer, y<br />

expresaba la esperanza de una comprensión mutua. Esta carta a Müntzer, que señala el<br />

surgimiento de un tipo distintivamente restitucional de reforma, es uno de los principales escritos<br />

religiosos de Conrado Grebel.197 Expone las convicciones colectivas de Grebel y de sus<br />

compañeros con formulaciones casi siempre cautelosas; hace una crítica caritativa, pero firme, de<br />

algunas de las expresiones y prácticas que se atribuían a Müntzer, y es especialmente valiosa<br />

porque la variedad de temas que toca es lo bastante amplia para ofrecer un cuadro más o menos<br />

claro de la fe y la práctica de los hermanos suizos en esos primeros momentos.<br />

Grebel se siente reconfortado al encontrar en Tomás Müntzer un espíritu afín, pero, alerta<br />

como está a las violaciones del principio de lasóla scriptura, señala y deplora varios puntos que<br />

se han observado en cuanto a los esfuerzos reformadores de Müntzer (o que, según dice, se le<br />

han atribuido quizá falsamente): I") a diferencia de los radicales suizos, Müntzer sigue<br />

manteniendo la práctica de bautizar a los niños pequeños, lo cual es censurable, puesto que el<br />

bautismo no es más que un signo de la presencia del arrepentimiento y de la recepción de la<br />

gracia, y los niños que mueren antes de poder distinguir entre el bien y el mal son salvados por la<br />

sangre de Cristo sin necesidad alguna del bautismo, ya que Cristo murió para salvar no<br />

195 Eine Icurze wohigegründete Auslegung der zehn nachgehenden Epistein S. Pauli (ME, 11,622).<br />

196 Edición crítica por Bóhmer y Kirn; op. cit., pp. 92-101; traducción inglesa en SAW, PP.71-85.<br />

197 <strong>La</strong> presentación más clara de los dos conceptos, reforma y restitución, durante la Era de la <strong>Reforma</strong>, es la de Frankiin Littell,<br />

The Anabaptist View of the Church, 2 a ed..,;)Bdston, 1958; traducción alemana: Das Selbstverstándnis der Taufer, Kassel, 1966.

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