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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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era natural de Zurich y en consecuencia estaba obligado por juramento a obedecer a las<br />

autoridades, se negó a acatar las disposiciones del ayuntamiento e insistió en tener con Zwinglio,<br />

y por escrito, una discusión en la que ambos se obligaran a no usar sino argumentos que<br />

constaran en la Escritura. Por el momento, siguió encarcelado. Fue sometido a nuevos<br />

interrogatorios, en uno de los cuales explicó cómo la comunidad de bienes de que se habla en los<br />

Hechos de los Apóstoles, 2:42-47, era la consecuencia de una jubilosa comunión conmemorativa<br />

de los beneficios ganados por obra de Cristo, que lavó el pecado de Adán.278 <strong>La</strong> serena firmeza<br />

de Mantz, su insistencia en que las disputas se entablaran en exégesis cuidadosamente escritas, y<br />

su determinación de no abjurar de su teología bautismal, revigorizaron a otros, como Brotli y<br />

Grebel, que por él momento se hallaban fuera de la jurisdicción de Zurich.279<br />

Blaurock fue soltado el 18 de febrero. Acto seguido regresó a Zollikon y comenzó a<br />

predicar a los miembros del conventículo reunido en una casa particular, bautizando a todos los<br />

que proclamaban su arrepentimiento.280 Mientras tanto, un agricultor llamado Jorge Schad<br />

había estado haciendo prosélitos, y en un solo día había bautizado a cuarenta adultos en la iglesia<br />

del pueblo. Naturalmente, la conducta de Schad y dé Blaurock irritó a las autoridades, que habían<br />

libertado a los sectarios de Zollikon bajo palabra de que en lo sucesivo se abstendrían precisamente<br />

de esa clase de actos. Los anabaptistas, por su parte, habían hecho la promesa con una<br />

"reserva mental", entendiendo que se abstendrían, sí, pero sólo mientras no se sintieran<br />

compelidos por Dios a actuar de otra manera, y Blaurock no había tardado en persuadirlos de su<br />

obligación de obedecer a Dios más que a los hombres."<br />

El 16 de marzo fueron encarcelados otra vez los radicales.281 Durante estos días tuvo<br />

lugar la Segunda Disputa Bautismal, en la que de nuevo tomó parte Zwinglio.282 Varios de los<br />

participantes en el debate fueron mantenidos en la cárcel durante unas dos semanas, al cabo de<br />

las cuales casi todos ellos se sometieron y pagaron sus multas y las costas del proceso (25 de<br />

marzo); pero Mantz y Blaurock siguieron encerrados en sus celdas.<br />

Poco después Blaurock y su mujer fueron desterrados de Zurich, con la advertencia de<br />

que se les castigaría severamente si se les ocurría regresar, y entonces se marcharon a los<br />

Grisones. Algún tiempo más tarde, Mantz se escapó de su cárcel,283 y, necesitado de un refugio,<br />

se presentó en casa de Grebel, en Zurich. Los dos hombres hicieron planes para emprender,<br />

juntos, un viaje misionero que los llevara fuera de la jurisdicción de Zurich, pero la mujer de<br />

Grebel, que evidentemente no compartía las convicciones del marido, amenazó con revelar esos<br />

planes si Mantz no salía inmediatamente de la casa.284<br />

Mantz se dirigió entonces a los Grisones (cap. XXII:1), en seguimiento de Blaurock. Allí<br />

fue detenido en julio, y entregado a las autoridades de Zurich, las cuales lo tuvieron encarcelado<br />

hasta octubre de 1526285 (cap. VI.4).<br />

Grebel estuvo en Schaffhausen durante dos meses, a comienzos de 1525, tratando de<br />

convertir al principal pastor de la localidad, Sebastian Hofmeister, así como a su colega,<br />

Sebastián Meyer, doctores ambos. Hofmeister había participado en las dos disputas de Zurich, la<br />

de enero y la de octubre de 1523, en la segunda de las cuales, por cierto, había actuado como<br />

278 Murait, Quellen, núm. 42a.<br />

279 Ibid., núm. 44.<br />

280 Ibid., núms. 48 y 50.<br />

281 Ibid., núm. 53.<br />

282 Fue Krajewski, iip. cit., pp. 93-97, el primero que identificó claramente esta segunda disputa.<br />

283 Véase la detallada argumentación de Krajewski, op. cit, p. 99.<br />

284 Krajewski, op. át., p. 103.<br />

285 Ibid., p. 111.

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