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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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favores, les ofrecieron incluso ayuda para construir casas junto al Mercado de las Liebres, les<br />

dieron madera a medida que la iban necesitando, y los declararon libres de todos los servicios, y<br />

de usura, impuestos, etc., por seis años.<br />

En el curso del año, los colonos recibieron a refugiados del Tirol y de otros lugares, que<br />

se regocijaron con ellos en la esperanza de que los eriales de Moravia florecerían como la rosa<br />

(Isaías, 35:1) y de que la mujer (la Iglesia verdadera) que huyó al desierto para escapar de las<br />

garras del dragón (Apocalipsis, 12:6) pronto sería vindicada por la providencia de Dios. Según<br />

parece, los recién llegados traían consigo un reglamento comunal elaborado para los anabaptistas<br />

de Rattenberg por algún converso de antecedentes sacerdotales cuya actividad se había desarrollado<br />

en el valle del Inn, y que puede haber sido Juan Schiaffer o, más probablemente,<br />

Leonardo Schiemer (cap. vn.5).555<br />

Los reglamentos eclesiásticos de siete o de doce puntos eran comunes, como también los<br />

comentarios de doce puntos sobre el Credo de los Apóstoles, por ejemplo los Doce Artículos de<br />

Hubmaier, los Doce Artículos del propio Schiemer y, más tarde, la Razón (Rechenschaft) de<br />

Pedro' Riedemann. En la Crónica hutterita se copia una versión del reglamento de Rattenberg, de<br />

1527, con la indicación de que en 1529 se había convertido en la constitución de la comunidad<br />

de Austerlitz.<br />

El programa de doce puntos que se adoptó puede llamarse la constitución primitiva de los<br />

proto-hutteritas. El reglamento comunal de 1529 pone de relieve un elemento característico de<br />

los hermanos austríacos, que, bajo el impacto de la escatología de Hut, recalcaban algo más que<br />

los hermanos suizos la necesidad de compartir los bienes temporales. Dice el artículo iv:<br />

Cada hermano o hermana debe consagrarse por completo a la comunidad (Gemain), en<br />

cuerpo y alma (Leben), por amor de Dios, recibirlo todo como don de Dios, y poseer los bienes<br />

en común (gemain) de acuerdo con la práctica de la primera iglesia (Kirchen) apostólica y de la<br />

comunidad de Cristo, a fin de que los necesitados que vivan en la comunidad puedan sustentarse<br />

como los cristianos en tiempo de los apóstoles.556<br />

El siguiente artículo estructura el comunismo sobre la base de una experiencia anual,<br />

ordenando que la compartición de los bienes sea administrada por el ministro elegido (el Diener<br />

der Notdurft), y no a título individual. Otros artículos de esta constitución primitiva nos<br />

presentan imágenes concretas: el grupo se congregaba a menudo -"por lo menos cuatro o cinco<br />

veces a la semana" (artículo n)- para el servicio religioso; dos o tres de los miembros solían<br />

levantarse para hablar al mismo tiempo (práctica desaconsejada en el artículo vii); todos estaban<br />

alerta, en espera de la inminente venida del Señor (artículo xii, confiados en que a través del<br />

servicio divino Dios "les abriría su voluntad" (artículo i), y preparados para recibir sus amorosos<br />

castigos (artículo xi). También se ve que, tal como ocurrió entre los corintios apostólicos, la<br />

práctica de tomar los alimentos en común podía llegar a extremos indecorosos (artículo x).<br />

555 Robert Friedmann, "The Oidest Church Discipline ofthe Anabaptists",MQR, XXIX (1955), 162-166, fue el primero en<br />

identificar el origen austríaco del reglamento incluido en la Crónica, y, al imprimir una traducción de ésta según un texto más<br />

completo que el editado por Ziegischmid, se lo atribuyó a Schiaffer y lo fechó en 1527. Después, en su gran artículo sobre<br />

Schiemer de la ME, IV, 252-254, se lo re-atribuyó provisionalmente a este ultimo. Aceptando el origen austríaco del reglamento,<br />

nosotros sentimos que su inclusión en la Crónica indicaría también el prestigio de que gozaba entre los proto-hutteritas, los<br />

cuales, en verdad, pudieron haberlo adoptado de los inmigrantes más recientes (1529) llegados del Tirol, como dice el cronista<br />

Braitmichel.<br />

556 Chronik, ed. Ziegischmid, p. 84.

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