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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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<strong>La</strong>ski, en cierto momento de su disputa con Stancaro, le arrojó a la cabeza una pesada Biblia -<br />

aunque, agitado como estaba, ni así pudo imprimir la Palabra de Dios en ese teólogo<br />

desagradable y gritón, que sin embargo era técnicamente el más ortodoxo.1577 Stancaro se negó<br />

a firmar una confesión de fe, pero puso a disposición de los sinodales algunos de sus escritos. El<br />

sínodo lo excomulgó, y decretó que los pastores que siguieran sus doctrinas fueran destituidos de<br />

su cargo. Lismanino escribió a todas las iglesias de la Gran Polonia, de Lituania, de Masovia y<br />

de las dos Prusias, enviándoles el libelo de Stancaro y describiéndoles su conducta. A<br />

consecuencia de ello, Stancaro fue abandonado por muchos de los partidarios con que contaba<br />

entre el clero y la aristocracia menor. Pero Estanislao Studnicki, señor de Nieswiez y Dubiecko,<br />

sin hacer caso de las amonestaciones de Estanislao Sarnicki (pastor de Nieswiez), le siguió<br />

otorgando protección. Sarnicki, hombre de noble cuna, esperaba medrar en la iglesia reformada<br />

gracias a su celo contra los pervertidores de la pura doctrina.<br />

El talento oratorio de Stancaro, su diluvio de palabras y su cascada de resplandores<br />

dialécticos causaban siempre gran impresión. Era uno de esos hombres capaces de defender con<br />

buen éxito hasta una causa absurda; sin embargo, en cuanto a la doctrina de la redención y de la<br />

Trinidad se hallaba, de hecho, más cerca de San Agustín, San Anselmo y Pedro Lombardo que<br />

Calvino o cualquiera de sus adversarios polacos. A éstos les resultaba dificilísimo argumentar<br />

con un polemista que todo el tiempo parecía estarlos declarando culpables de la herejía arriana.<br />

Y sus argumentos no carecían de fundamento. Hasta qué extremo de la izquierda anti-nicena<br />

había llegado en 1559 por lo menos uno de los participantes en el sínodo de Piñczów, lo<br />

podemos ver en el Testamentum que tiempo después escribiría Jorge Schomann:<br />

Allí [en Piñczów] reconocí claramente que la igualdad absoluta de las personas de la<br />

Trinidad no es un dogma cristiano de fe, sino más bien un error: hay un Dios Padre, un Hijo de<br />

Dios y un Espíritu Santo.1578<br />

<strong>La</strong> conducta de Stancaro en Piñczów convenció a <strong>La</strong>ski, Lismanino y Cruciger de la<br />

necesidad de marcarle el alto por todos ios medios a su alcance, y a fines de 1559 publicaron una<br />

serie de cartas, así como una confesión, a fin de refutarlo. Fue éste el último esfuerzo de<strong>La</strong>ski,<br />

que murió el 8 de enero de 1560 (el mismo año que Melanchthon). No faltó una nota macabra en<br />

sus funerales. Un tal Gregorio Orsatius, partidario de Stancaro en Piriczów, dijo que los labios<br />

del difunto se habían quedado pegados, en señal de que Dios quería que se callara la boca. Hubo<br />

necesidad de abrir el ataúd para demostrar la falsedad del cuento. Calvino y Bullinger, desde tan<br />

lejos, no entendían gran cosa de lo que estaba pasando. "Nuestros hermanos polacos -suspiraba<br />

Bullinger- son muy noveleros y muy cargantes."<br />

Los polacos eran, en verdad, unos luchadores curtidos. Sarnicki y Juan Karniñski se<br />

trasladaron deprisa a Chehnno, y el 24 de abril de 1560 consiguieron que el sínodo de Bychawa<br />

condenara a Stancaro. En la Pequeña Polonia se hicieron esfuerzos por conseguir otro tanto en<br />

Piñczów (5 de mayo) y en Wtodzisfaw (28 de mayo), en presencia de delegados de Lituania.<br />

Pero en esos dos lugares recibió Stancaro el apoyo de Andrés Frycz Modrzewski, erasmista<br />

católico "nacional-reformado" y secretario del rey, que estaba a punto de publicar su libro De<br />

mediatare y que, aunque compartía la doctrina anselmiana de Stancaro, instó a los sínodos a<br />

1577 Franceso Ruffini, Studí, p. 214.<br />

1578 BA, p. 193.

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