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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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Bullinger, a la vez erudito y hábilmente tendencioso en lo eclesiástico-político, por limpiar a la<br />

<strong>Reforma</strong> Magisterial sacramentaría de Suiza de las acusaciones e insinuaciones que lo<br />

perturbaron hasta el final de su vida. El hecho de que Bullinger haya enviado ejemplares de su<br />

Ursprung a muchos príncipes, e incluso a la reina Isabel de Inglaterra, acompañados de cartas en<br />

que expresamente disociaba a Zwinglio y a las iglesias suizas de "los anabaptistas y otros<br />

sectarios" demuestra hasta qué punto pesaba sobre él y sobre sus colegas de Suiza la acusación<br />

luterana, y también la satisfacción que experimentaba al dejar asentado con gran copia de<br />

argumentos que el anabaptismo suizo no era autóctono, sino importado de fuera.1969<br />

El carácter defensivo de la construcción historiográfica de Bullinger no fue un fenómeno<br />

aislado: se relaciona perfectamente con las acciones emprendidas en Zurich, Basilea, Ginebra y<br />

Berna en contra de Mantz, Joris, Servet y Gentile para reivindicar la ortodoxia de toda la<br />

<strong>Reforma</strong> en la confederación helvética; en efecto, fue preciso esperar hasta la Paz de Westfalia,<br />

firmada en 1648, para que la Iglesia reformada se sintiera plenamente segura en su sitio<br />

constitucional dentro del Imperio (completamente fragmentado ya entonces) y para que las<br />

iglesias reformadas de dentro y de fuera del Imperio disfrutaran de derechos iguales a los de las<br />

iglesias territoriales y nacionales luteranas.<br />

Al atacar a la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong> por su origen a la vez satánico y sajón, Bullinger dio<br />

también pruebas de la característica preocupación de un eclesiástico territorial por poner en la<br />

picota la actitud separatista de esos radicales que se abstenían de participar colectivamente en la<br />

vida y los sacramentos de las iglesias reformadas o que se aislaban de los demás en sus<br />

conventículos, y que en cualquiera de los dos casos rehuían farisaicamente la plenitud de las<br />

responsabilidades en la sociedad cristiana.<br />

Bullinger dividió a los anabaptistas en dos grupos: el grupo "general" (evangélico),<br />

definido sobre todo según la práctica de los hermanos suizos que él conocía mejor, y el grupo<br />

"especial", o sea el de los anabaptistas marginales, entre los cuales distinguía hasta doce clases.<br />

Desde la perspectiva lograda al cabo de cuatro siglos de polémicas, apologías e<br />

investigaciones a partir de las reflexiones y compilaciones a que Bullinger se entregó hasta su<br />

muerte en 1575, debería sernos posible aclarar los sentidos en que la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong>, a pesar de<br />

sus divergencias inherentes, fue una entidad histórica real y concreta. Debería sernos posible ver<br />

todas sus analogías y todas sus diferencias con la <strong>Reforma</strong> Magisterial, y reconocer en esa forma<br />

el enorme interés que ofrece no sólo en sí misma, sino también como una fuerza que hasta el día<br />

de hoy ha sido teológicamente malentendida y socio-políticamente subestimada, pues una<br />

descripción y un análisis adecuados de esta fuerza afina nuestra comprensión del protestantismo<br />

clásico en todas sus realizaciones y en esa unilateralidad suya que de otro modo sería<br />

inexplicable.<br />

Si bien lo vemos, una presentación equitativa de la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong> es un requisito tan<br />

importante para entender el protestantismo normativo como lo es una idea precisa de la <strong>Reforma</strong><br />

Magisterial para comprender la dirección tomada por el catolicismo tridentino.<br />

Hagamos primero que reaparezcan en el escenario los principales grupos y personajes<br />

que tuvieron un papel en la que bien podríamos llamar -si no por otras razones, por los millares<br />

de martirios- la tragedia de la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong> (1517-1571/79). Después de contemplar una vez<br />

más a las dramatis persanae reunidas ante nosotros, podemos dedicar el resto del capítulo a hacer<br />

algunas reflexiones sobre los temas que han hecho de las tres extensas y complicadas peripecias -<br />

la anabaptista, la espiritualista y la racionalista- una unidad coherente, emocionante y dramática.<br />

1969 Fast, Bullinger, pp. 65-66.

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