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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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anabaptista en Zollikon, próspera aldea distante unos ocho kilómetros de la ciudad de Zurich, a<br />

la orilla del lago. Unos treinta y cinco conversos fueron rebautizados en Zollikon durante esa<br />

semana del 22 al 29 de enero, tan cargada de acontecimientos.268 Los conversos no pertenecían<br />

a la clase de los granjeros ricos, sino que eran pequeños agricultores, con sus mujeres y algunos<br />

de sus peones.269 Varias veces se llevó a cabo en Zollikon no sólo el rebautismo, bajo la forma<br />

de simple afusión, sino también la Cena del Señor, con pan y vino comunes y corrientes, y<br />

aunque los actos se realizaban en una atmósfera de trascendental solemnidad, todo se hacía de la<br />

manera más simple posible, a imitación de los relatos del Nuevo Testamento. Por principio de<br />

cuentas se leía una historia de la institución según el Nuevo Testamento, en seguida alguien<br />

hacía una pequeña alocución sobre el significado del sacramento, y finalmente se distribuían el<br />

pan y el vino. Mientras en las parroquias reformadas de Zurich y en otras; de las aldeas<br />

sufragáneas seguía habiendo un pastor que, revestido de los ornamentos tradicionales, decía misa<br />

en latín, aquí, en una casa campesina de Zollikon, había seglares que partían el pan y que lo<br />

distribuían, junto con vino, entre todos los participantes, los cuales tenían un claro conocimiento<br />

del significado de la ceremonia, a saber, que de allí en adelante todos ellos se comprometían a<br />

llevar una vida de piedad.270 Esa celebración de la Cena del Señor era lo que hacía que la<br />

congregación se sintiera parte de la comunión de los santos, unidos en un vínculo de amor a Dios<br />

y a los hermanos. Existen testimonios, por otra parte, de que desde el principio tomaron<br />

igualmente su comunión como un símbolo de la comunidad de los bienes, como en los Hechos<br />

de los Apóstoles, pues rompieron en efecto la cerradura de sus casas y de sus bodegas, y compartieron<br />

unos con otros las cosas necesarias para la vida.271 El sentirse aliviados de la tremenda<br />

convicción del pecado y el común anhelo de una vida verdaderamente pura los llevó a esa<br />

comunidad de bienes.<br />

En muchos sentidos, el rebautismo había ocupado el lugar del sacramento de la<br />

penitencia, envilecido a lo largo de siglos por el tráfico de las indulgencias, mientras que los<br />

elementos eucarísticos se estaban con virtiendo en el cemento sacramental que daba coherencia a<br />

la confraternidad de los futuros santos. <strong>La</strong> invitación inicial al bautismo de los creyentes era<br />

ciertamente un rechazo de la práctica del pedobaptismo, pero lo que acentuaba no era la<br />

capacidad del adulto para creer, sino su capacidad para arrepentirse. Los actos de restauración<br />

realizados en Zollikon suponían una reconcepción del arrepentimiento. El desgastado sacramento<br />

del bautismo había quedado restaurado mediante la significación experiencial del sacramento de<br />

la penitencia, que ahora pasaba a segundo término.272<br />

Grebel, Mantz, Brótii y Blaurock fueron unos predicadores del arrepentimiento capaces<br />

de llevar a sus oyentes á una emocionada conciencia del pecado y de la necesidad del perdón.<br />

<strong>La</strong>s actas de los procesos a que fueron sometidos los anabaptistas durante el año 1525 dan<br />

testimonio, una y otra vez, de lo profunda que era en los primeros conversos la convicción del<br />

268 <strong>La</strong>s actividades de la semana han sido vividamente reconstruidas por Fritz Blanke, "The First Anabaptist Congregation,<br />

Zollikon: l5W,MQR, XXVII (1953), p. 17 (artículo traducido del alemán).<br />

269 Paúl Guyer, Die Bevoikerung Zollikons im Mittelalter und in der Neuzeit, Zurich, 1946. Guyer demuestra claramente que los<br />

motivos que llevaron a estos modestos agricultores a unirse al movimiento evangélico no fueron de orden económico, sino<br />

religioso. Véanse, sin embargo, las observaciones de Oskar Vasella, "Zur Geschichte der Táuferbewegung in der Schweiz",<br />

7.SKG, XLV1II (1954), especialmente p. 1S6, donde se apunta la sospecha de que los anabaptistas de Waídshut y de los<br />

Grisones eran, desde el punto de vista social, más radicales que los de Zurich; Vasella, por lo demás, distingue entre las<br />

parroquias rurales que eran constitucionalmente independientes y las que eran beneficios de abadías o de iglesias de la ciudad.<br />

270 Muralt, Quellm, núm. 32.<br />

271 Juan Kessier, Sabbata (ca. 1533), edición de EmilEeli y Rudolf Schoch, St. Gallen, 1902, p: 142.<br />

272 Véase al tratado Del bautismo, de Zwinglio, traducido al inglés por G. M. Bromiley en Zwingli and Bullinger, Filadelfia, 1953<br />

(LCC, vol. XXIV), p. 157.

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