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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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verantwowdinghe.1099 Al cabo de poco tiempo Blesdijk se trasladó también a Basilea y se casó<br />

con la mayor de las hijas de David. Y esta vez, tratando tan de cerca al gran espiritualista,<br />

Blesdijk comenzó a preguntarse si, bien visto, no sería Joris un hipócrita.<br />

Finalmente, Blesdijk acusó en público a Joris de llevar una vida de molicie y de haber<br />

desertado de su misión. Joris admitió que sus pretensiones personales habían sido exageradas.<br />

Estalló entonces la disensión entre los miembros de la colonia: algunos, como Blesdijk, estaban<br />

desilusionados de su profeta; otros lo seguían considerando como el verdadero (aunque<br />

contemporizador) Mesías. Cuando murió en 1556, era ya mucho lo que se murmuraba acerca de<br />

él. Se le dio honrosa sepultura, pero ocurrió que unos días después su secretario, van Schor, fue<br />

excomulgado por la colonia y durante el interrogatorio a que se le sometió hizo la revelación de<br />

que el anciano caballero había tenido varias concubinas, hecho que —decía van Schor- acababa<br />

apenas de descubrir.1100 Comenzaron entonces a correr muchas historias, algunas imaginarias,<br />

otras quizá parcialmente verdaderas, pero no se emprendió ninguna acción hasta algo después, en<br />

marzo, cuando se aprehendió a varios hombres de la colonia y se hizo una requisa en sus casas.<br />

Blesdijk acabó por revelar que van Brugge no era otro que el mal afamado Joris. De acuerdo con<br />

una cláusula del derecho romano,, las autoridades universitarias ordenaron que el hereje fuera<br />

exhumado y quemado en la hoguera. El 13 de mayo, el cadáver fue atado a un poste y quemado<br />

públicamente, y al mismo tiempo se entregó a las llamas una caja llena de sus papeles.<br />

Sus discípulos no fueron perseguidos. Se retractaron públicamente; en la catedral, de sus<br />

errores y de los de su caudillo, suscribieron la confesión de Basilea y, aparte de la aflicción en<br />

que deben haber quedado, no sufrieron más.<br />

Aunque la última vez que entrevemos la roja barba de David Joris es entre las llamas de<br />

una pira póstuma en Basilea, las llamas espirituales que él mismo había encendido ardieron más<br />

tiempo en los Países Bajos, donde una y otra vez estuvo prendiendo el fuego del espiritualismo,<br />

de manera que puede decirse que fue un fenómeno endémico.1101<br />

Esta tendencia espiritualista recurrente, y que procedía desde fuera y desde dentro de su<br />

grey, fue lo que hizo que Menno Simons y sus lugartenientes recurrieran a la excomunión con<br />

una frecuencia extraordinaria.<br />

2. LA EXCOMUNIÓN EN EL ANABAPTISMO NEERLANDÉS<br />

<strong>La</strong> excomunión, que en la iglesia medieval había sido prerrogativa del papa, pasó a ser<br />

función de la iglesia local en la Confesión de Schieitheim (cap. Viii. 1), y llegó a ser uno de los<br />

siete artículos fundamental es de los hermanos suizos. Exactamente treinta años después, en<br />

1557, la severa y continuada utilización de la excomunión por parte de los alemanes del Norte<br />

fue una de las principales razones para la formalización, en un sínodo de Estrasburgo, del cisma<br />

entre la Alta y la Baja Alemania, y, en los Países Bajos mismos, para la separación de un grupo<br />

de moderados, conocidos como los waterlandenses. <strong>La</strong> frecuencia y ferocidad de la excomunión<br />

entre los anabaptistas más disciplinados de la Alta Alemania, bajo la dirección de Dietrich<br />

Philips y Leonardo Bouwens, y con la sanción más o menos forzada de Menno Simons, hombre<br />

1099 Ibid., XXXVIII (1968), 534-544.<br />

1100 Bainton observa que van Schor había vivido en casa de Joris, y que era improbable que sernejante cosa hubiera podido<br />

pasarle inadvertida a lo largo de quince años.<br />

1101 Véase H. W. Meihuizen, "Spiritualistic Tendencies and Movements among the Dutch Mennonités of the 16th and l7th<br />

Centuries", MQR., XXVII (1953), 259-304.

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