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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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En el verano de 1533, Rothmann tuvo la audacia de oficiar en una Cena del Señor fuera<br />

de la iglesia de San <strong>La</strong>mberto, usando pan común y corriente rociado de vino, innovación que al<br />

punto le granjeó el apodo de "Bernardo de Pan" (Stutenbernt; Stuten = pan).<br />

A partir de ese momento, el movimiento evangélico de Münster se escindió en dos<br />

grupos: el de los luteranos conservadores, capitaneados por el síndico Juan von der Wieck, que<br />

hacía la lucha por conseguir el respaldo de la Liga de Esmalcalda, y los evangélicos radicales,<br />

cada vez más numerosos, capitaneados por Rothmann.<br />

Los días 7 y 8 de agosto de 1533 se celebró un coloquio entre el partido católico y el<br />

luterano conservador, con el fin de reducir las diferencias entre ellos y hacer causa común contra<br />

los rothmannitas, a quienes, de manera un tanto prematura, estuvieron de acuerdo en llamar<br />

anabaptistas. Los rothmannitas, que defendieron el bautismo de los creyentes (pero no el<br />

rebautisrno), salieron victoriosos, según el punto de vista del ayuntamiento.839<br />

Entonces Rothmann y los hombres de Wassenberg, entre ellos Enrique Rol, redactaron<br />

e\Bekenntnisse que ya conocemos (cap. xn.l), publicado en la imprenta del propio Rothmann el 8<br />

de noviembre de 1533. El librito afirmaba que el bautismo "es un baño de agua que el candidato<br />

desea y recibe como señal verdadera de que ha muerto para el pecado, de que ha sido sepultado<br />

con Cristo y de que resucita a una nueva vida, para caminar de ahí en adelante, no en los placeres<br />

de la carn^-, sino en la obediencia a la voluntad de Dios".<br />

<strong>La</strong> inflexibilidad de la línea de conducta de Rothmann, empeñado en condenar el<br />

bautismo de los infantes, empujó entonces al síndico Juan von der Wieck a hacer causa común<br />

con los católicos en contra de él, y el 4 de noviembre el ayuntamiento decretó que Rothmann y<br />

sus simpatizantes salieran de la ciudad el día siguiente. Para cerciorarse del cumplimiento de la<br />

orden, los adversarios de Rothmann se reunieron, armados, en la plaza del mercado. También los<br />

amigos de Rothmann hicieron preparativos para una batalla. Al ver eso, los católicos exigieron<br />

que no sólo Rothmann, sino también todos cuantos lo habían ayudado en su encumbramiento<br />

fueran expulsados, inclusive los luteranos, que sólo recientemente se habían manifestado en<br />

contra de él. Muy alarmado, Juan von der Wieck cambió de parecer en el momento crucial, y<br />

Rothmann pudo quedarse, aunque a condición de suspender sus sermones.<br />

Los luteranos conservadores consolidaron su posición en diciembre de 1533 y<br />

recuperaron para sus ministros las siete iglesias parroquiales. Pero había en la ciudad tal número<br />

de sacramentistas, a los cuales comenzaban a sumarse algunos anabaptistas hofmannitas, que<br />

Rothmann siguió disfrutando de libertad. El 15 de noviembre entabló un coloquio con los dos<br />

teólogos luteranos enviados desde Marburgo por el landgrave Felipe para que se esforzaran en<br />

zanjar las dificultades. Los teólogos de Marburgo consideraron que había muy pocas diferencias<br />

entre ellos y Rothmann, excepto en la cuestión de la edad adecuada para el bautismo. En cuanto<br />

a la Cena del Señor, se inclinaban seguramente por las opiniones de Zwinglio. Su indirecto<br />

apoyo hizo a Rothmann más agresivo, y el 8 de diciembre uno de sus seguidores predicó en el<br />

atrio de San <strong>La</strong>mberto. Esta acción convenció al ayuntamiento de que no habría paz en cuanto al<br />

problema bautismal mientras Rothmann permaneciera en la ciudad, y el 11 de diciembre volvió a<br />

decretar su destierro. Pero Rothmann, apoyado por los gremios, volvió a desafiar a los concejales<br />

y se puso a predicar abiertamente. El pueblo acudía en tropel a defenderlo, y los magistrados se<br />

sentían impotentes. En enero de 1534 era él quien manejaba la situación en Münster. Puso gente<br />

839 Véase, sobre esto, Heinnch Detmer, "Das Religionsgesprách zu Múnster am 7. und 8. August 1533", Monatshefte der<br />

Comemus-GeselIschaft, IX (1900), 273-300.

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