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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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del marco cronológico de nuestra exposición y como monumento historiográfico de enorme<br />

influencia en las épocas subsiguientes, Der Wiedertaufer Ursprung nos ayudará a medir hasta<br />

dónde se extiende la reafirmación actual del papel desempeñado por los anabaptistas en el siglo<br />

xvi, y facilitará nuestro esfuerzo final por situar el conjunto de la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong> con mayor<br />

nitidez frente a la <strong>Reforma</strong> Magisterial en una perspectiva nueva.<br />

Es verdad que, al tomar corno alto mirador la polémica final de Bullinger, que por su<br />

título mismo se limita a los "anabaptistas", pareceríamos excluir de nuestro panorama último<br />

unas dos terceras partes del conjunto de tendencias que desde los comienzos de este libro<br />

definimos como constitutivas de la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong>, o, dicho en otra forma, dar indirectamente<br />

crédito a su descripción de una abigarrada banda de presuntuosos o patéticos sectarios y seres<br />

marginados, puestos en montón de manera indiferenciada, no ya, desde luego, como<br />

"anabaptistas", sino como "radicales", lo cual sería la misma cosa.<br />

No es ésa, naturalmente, nuestra intención, como le constará al lector que en los capítulos<br />

precedentes ha visto el gran esfuerzo que hemos hecho por distinguir adecuadamente varias<br />

clases de anabaptistas y de espiritualistas, y cuando menos tres iglesias reformadas que sufrieron<br />

un proceso de impregnación y de reagrupación bajo el impacto del racionalismo evangélico<br />

(italiano).<br />

<strong>La</strong> utilidad de la visión historiográfica de Bullinger, aparte de que nos sirve de punto de<br />

referencia para medir la extensión de nuestras revisiones, consiste precisamente en que<br />

Bullinger, después de todo, y dentro de las limitaciones impuestas por la época de polémicas y de<br />

crisis eclesiásticas que le tocó vivir, tomó en serio el pleno alcance de la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong>.<br />

Bullinger estuvo en lo justo al ver la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong> como uri todo, a pesar de haberle dado un<br />

nombre equivocado, de haber cerrado los ojos a la diversidad de sus orígenes y de no haber<br />

prestado atención, dentro de la esfera de su polémica, a las importantes diferencias que había<br />

entre los distintos grupos. Tenía sin embargo la ventaja de su posición geográficamente central, y<br />

estaba, por lo tanto, bien familiarizado con mucho más que la forma indígena suiza del<br />

anabaptismo. Mantuvo una nutrida correspondencia y estuvo en contacto personal con los<br />

reformadores del bajo Rin, de Frisia y de Inglaterra. Estos últimos, sobre todo, se sirvieron<br />

abundantemente de sus escritos cuando les llegó el momento de ocuparse de los afloramientos de<br />

la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong> en Inglaterra. Bullinger estuvo también en correspondencia continua con los<br />

polacos a propósito del anabaptismo y del arrianismo, y con los protestantes italianos de los<br />

Grisones y de otros lugares que tuvieron que habérselas con los radicales, e incluso, sin quererlo,<br />

acabó por hacerse amigo de algunos de los radicales, por ejemplo Camilo Renato y Lelio Socino.<br />

Además, el problema del anabaptista y anti-niceno Miguel Scrvet estaba fresco en su mente<br />

cuando escribió la última de sus grandes obras contra los extremistas religiosos. Desempeñó un<br />

papel en el proceso que culminó con la decapitación del triteísta Gentiie. Había estado familiarizado<br />

durante largo tiempo con las doctrinas de Schwenckfeld, y en su último año de vida se<br />

ocupó del problema de ciertos schwenckfeldianos que se obstinaban en mantenerse aparte de la<br />

comunión reformada. Finalmente, los profetas de Zwickau, Müntzer, los münsteritas y los libertinos<br />

le habían suministrado desde hacía mucho (como también a los demás reformadores<br />

magisteriales) un inagotable surtido de epítetos y de ejemplos con que suplementar y reforzar el<br />

vocabulario patrístico y escolástico normal de insultos, de invectivas y de incriminaciones<br />

teológicas. A pesar de la insuficiencia de su clasificación y de su tipología, y a pesar también de<br />

su error en cuanto a la génesis de la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong> y en cuanto a las relaciones existentes entre<br />

las principales agrupaciones que la constituían, Bullinger tuvo el acierto de sentir que, por grande

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