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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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párroco de la iglesia de Witmarsum (su lugar de nacimiento), "llevado allí -escribirá más tardepor<br />

1a codicia y el afán de que mi nombre sonara":<br />

Allí hablé mucho a propósito de la Palabra del Señor, pero esto sin espiritualidad ni amor,<br />

sino como lo hacen todos los hipócritas, y en esta forma me. hice de discípulos de mi misma<br />

especie, fanfarrones huecos y parleros frívolos que ¡oh dolor! tomaban estas cosas con la misma<br />

falta de seriedad que yo.879<br />

Su conducta era exteriormente morigerada, y era admirado, pero él no se sentía satisfecho<br />

con su estado espiritual. Su conciencia estaba constantemente torturada por la contradicción que<br />

había entre sus creencias y su conformidad al viejo orden. Así y todo, Menno siguió todavía un<br />

tiempo dentro de la iglesia católica. Más aún: los excesos del anabaptismo münsterita lo<br />

obligaron a escribir una invectiva (abril/junio de 1535) contra Juan Beukels de Leiden, que es el<br />

más antiguo de sus escritos que nos ha llegado. Se hallaba, en esos momentos, vacilante entre el<br />

catolicismo y el anabaptismo, perturbado por ambos.<br />

Por un extraño vuelco de las circunstancias, no fueron las convicciones sacramentarías ni<br />

anabaptistas de Menno las que lo llevaron a romper con Roma, sino el horror de las blasfemias<br />

fanáticas de Münster. Los excesos mismos del movimiento anabaptista lo forzaron finalmente a<br />

abandonar su parroquia para ponerse a la cabeza del desconcertado y mal guiado rebaño de<br />

hofmannitas.<br />

Unos trescientos de esos anabaptistas radicales, mientras se encaminaban a Münster bajo<br />

la dirección de Juan van Geelen, se habían parapetado en el Monasterio Viejo, cerca de<br />

Bolsward, donde fueron sitiados y abrumadoramente vencidos el 7 de abril de 1535. Entre los<br />

muertos se encontraba Pedro Simons, que tenía el cargo de portero de la reina de Münster (cap.<br />

xm.4). Menno, que se había opuesto expresamente a su elección de los medios violentos, y que<br />

censuraba su falta de preparación en materia de doctrina bíblica, se sintió movido a guiar a esas<br />

ovejas sin pastor a la meta válida de sus aspiraciones más profundas, con las cuales había llegado<br />

a simpatizar. Con el corazón tembloroso, pidió perdón a Dios por lo mucho que había tardado en<br />

obedecer su llamado. Es conmovedor lo que dice de sus últimas luchas espirituales:<br />

Más tarde, los pobres fieles extraviados, que andaban errantes como ovejas sin un pastor<br />

adecuado, después de muchos crueles edictos y de muchas muertes por estrangulamiento o por la<br />

espada, se congregaron en un sitio cercano al lugar de mi residencia, llamado Oude Kiooster, y<br />

joh dolor!, a causa de las impías doctrinas de Münster, y en oposición al espíritu, a la palabra y al<br />

ejemplo de Cristo, desenvainaron la espada para defenderse, la espada que el Señor ordeno a<br />

Pedro dejar en la funda.<br />

Cuando llegaron a mi conocimiento tales noticias, la sangre de esos hombres, aunque mal<br />

aconsejados, cayó tan ardientemente en mi corazón que no pude soportarla, ni encontrar<br />

descanso en mi alma. Me puse a meditar en mi vida impura y carnal, y también en la doctrina<br />

hipócrita y en la idolatría que seguía practicando todos los días, con apariencia de piedad, pero<br />

sin entusiasmo alguno, Vi que esos celosos cristianos, aun estando en el error, renunciaban de<br />

buena gana a su vida y a sus posesiones por su doctrina y su fe. Y yo era uno de los que les<br />

revelaban las abominaciones del sistema papal. Pero yo mismo continuaba en mi vida de<br />

comodidades, y si daba cuenta de las abominaciones era simplemente a fin de disfrutar de un<br />

bienestar material y huir de la cruz de Cristo.<br />

Ponderando estas cosas, eran tales mis torturas de conciencia, que no podía soportarlas...<br />

879 Writings, loc. cit.

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