12.02.2018 Views

WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

alguna razón, había escrito Trias en vez de Trinitas, y discrimen en vez de distinción<br />

personarum.677<br />

Después de la disquisición inaugural de Capitón, los artículos de fe y de orden que se<br />

proponían fueron solemnemente leídos en su totalidad, y enseguida tomados uno por uno,<br />

mientras se invitaba a cada uno de los pastores y de los demás asistentes a dar su aprobación o a<br />

hacer algún comentario.678 Hubo algunas importantes diferencias en las convicciones que se<br />

expresaron, especialmente respecto a la eucaristía, pero la discusión más animada fue la que se<br />

trabó en torno a los tres últimos artículos, a los cuales se opusieron Antonio Engelbrecht y, con<br />

menor insistencia, algunos otros miembros del sínodo. Estos opositores argumentaban, por una<br />

parte, que los tres últimos artículos concedían a los magistrados una indebida intervención en el<br />

terreno de las convicciones y de la conciencia y, por otra parte, que los teólogos mismos, en<br />

virtud del sistema sinodal así implantado, se hallaban a punto de convertir a la iglesia reformada<br />

en "una nueva papería", tanto más poderosa y agobiadora cuanto más localmente concentrada.<br />

Quizá valga la pena dejar que la figura del doctor Engelbrecht se destaque durante un<br />

momento en el sínodo, porque nos hace ver una vez más como específica y plausible la<br />

generalización de que hubo, particularmente en el territorio de Estrasburgo, muchos tipos mixtos<br />

o de transición entre los reformadores magisteriales y los radicales. Para Bucer y Capitón,<br />

Engelbrecht resultaba ser el portavoz del partido o "secta" de los "epicúreos",679 esto es, los<br />

ciudadanos y los teólogos que, a semejanza de los libertinos espirituales de otras regiones (cap.<br />

xii.2 y xxiii.3), estaban en favor de la libertad fraterna de indagación y discusión como<br />

salvaguardia contra un "papismo" protestante.<br />

Estos "epicúreos" tenían mucho en común con Franck, Entfelder, Bünderlin y<br />

Schwenckfeld. Humanistas todos ellos, encontraban oyentes muy bien dispuestos entre algunos<br />

de los patricios, que lo que menos querían aceptar era una supervisión eclesiástica continua o<br />

impertinente. No es ilegítimo hacer una generalización si se observa que algunos de los patricios<br />

liberales (y aquí incluimos a los ciudadanos prósperos al lado de los aristócratas), "los prelados<br />

epicúreos" (otro de los términos de Bucer) y los anabaptistas de toda clase de tendencias se<br />

hallaban táctica o instintivamente coaligados en la oposición contra el empleo de la compulsión<br />

magisterial en apoyo de la doctrina y la disciplina eclesiásticas (sinodales); pero, como es<br />

natural, actuaban por motivos diferentes, no siempre del todo claros en su espíritu.<br />

Los aristócratas liberales y los burgueses dé orientación humanista, por ejemplo, abierta o<br />

disimuladamente podían hacer causa común con los libertinos epicúreos, con los demás<br />

espiritualistas y con los anabaptistas, en la esperanza de que el clero establecido no impusiera<br />

sobre ellos y sobre su agradable ciudad, en forma demasiado rigurosa, las disciplinas de la<br />

salvación protestante.<br />

En cambio, los anabaptistas resueltamente sectarios, seguros de su fe y de su disciplina<br />

bíblicas, lo que querían era verse separados de una magistratura más o menos comprensiva o<br />

rigurosa a fin de ser más libres y eficaces en el ejercicio de la excomunión y de las demás<br />

disciplinas de una secta autónoma.<br />

677 Strasser, op. cit:, p. 71.<br />

678 Elsass, II, núm. 373.<br />

679 Además de Engelbrecht, los principales miembros de este partido eran Wolfgang, Schultheiss, Jacobo Ziegler y Juan<br />

Sapidus (Witz), profesor de la segunda escuela latina. Otro a quien algunos llamaron también epicúreo fue el catedrático y<br />

botánico Otón Brunfeis, de quien ya nos hemos ocupado fuera del escenario de Estrasburgo (a saber, en Basilea, al lado de<br />

Servet). Véase Elsass, II, núm. 406a, y también núms. 353,402 (p. 112) y 492 (p. 263). Sobre los epicúreos, Wendel, op. cit., pp.<br />

38 ss.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!