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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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El año siguiente apareció en el mismo territorio otra banda mucho más agresiva, cuyos<br />

miembros, capitaneados por Juan Krug, Juan de Fulda y Pedro el Bautista, cometieron pillajes,<br />

incendios, violaciones y asesinatos en una zona bastante extensa, antes de ser sometidos. Se<br />

parecían un poco a los batenburguenses (cap. xm.5); pero, a diferencia de esta casta frenética de<br />

münsteritas, los incendiarios anabaptistas de Juan Krug seguían haciendo del bautismo el título<br />

de admisión en su violenta cuadrilla. Krug reconoció haber violado a una aldeana, pero explicó,<br />

con toda naturalidad, que fue porque ella se negó a ser rebautizada por su mano.1002<br />

Después del colapso de Münster y de los esfuerzos de Felipe -con ayuda de dos teólogos<br />

de Hesse, Antonio Corvino y Juan Kymeus por reconvertir a los desdichados sobrevivientes, el<br />

elector Juan Federico (1532-1547), con maliciosa satisfacción, declaró que ya era hora de que<br />

Felipe renunciara a su fatua política. Melanchthon, consejero de Juan Federico, redactó el<br />

borrador del nuevo y tajante edicto promulgado para Sajonia el 10 de abril de 1536, y compuso<br />

asimismo una refutación de ciertos "artículos anticristianos", la cual, por obligación, se leyó<br />

durante un tiempo desde todos los pulpitos de Sajonia el tercer domingo de cada mes.<br />

Casi todo el anabaptismo de la Alemania central que hasta estos momentos hemos visto<br />

se puede hacer remontar al espiritualismo apocalíptico de Juan Hut: Rómer, Rinck, Bott y Erbe,<br />

cada uno a su manera, y en distintos aspectos de sus enseñanzas y de su conducta, llevaban el<br />

sello permanente del fogoso apóstol de Baviera y Austria. Al lado de esta corriente estaba, como<br />

ya hemos observado, la versión hofmanniana del anabaptismo, de la cual nos ocuparemos<br />

enseguida.<br />

2. PEDRO TASCH Y JORGE SCHNABEL: LA HERENCIA HOFMANNITA<br />

EN LA ALEMANIA CENTRAL DESPUÉS DE 1535<br />

En una de sus giras entre Estrasburgo y los Países Bajos, Melchor Hofmann dio<br />

expresión a su versión intensamente escatológica del anabaptismo en presencia del propio land<br />

grave Felipe.1003 Entre los hofmannitas de Hesse, los más destacados fueron Pedro TaschyJorge<br />

Schnabel. Tasch consideró el aplastamiento de Münster como el más justo de los castigos por la<br />

deformación del mensaje original de Hofmann. Pero al ver que las profecías del encarcelado<br />

Hofmann no se cumplían, ni siquiera en Estrasburgo, sintió, al igual que Schnabel, la necesidad<br />

de repensar la teología hofmannita de una manera más o menos pareada a como lo estaban<br />

haciendo, en su territorio respectivo, Menno Simons y Dietrich Philips. Pedro Tasch conservó la<br />

concepción hofmanniana de un templo espiritual, pero dijo que este templo estaba siendo<br />

edificado de manera misteriosa a lo largo de toda la cristiandad, sin limitarse a ningún lugar<br />

determinado. Tácitamente reconoció que habían estado equivocadas las especuladones en cuanto<br />

a la identidad de los dos videntes-testigos mencionados proféticamente en el Apocalipsis, 11:3.<br />

No sólo mantuvo íntegra la doctrina hofmanniana de la carne celestial de Cristo, sino que la<br />

reafirmó en un opúsculo suyo, Van der Menschwerdung. Escribió por lo menos otros dos<br />

opúsculos que tuvieron bastante influencia local, uno Von der Taufordnung Christi y otro Vom<br />

Eid. El hecho de que haya estado en correspondencia con un círculo de sectarios que seguían<br />

practicando la poligamia münsterita parece indicar que no sólo se proponía establecer una nueva<br />

concepción de la teología de Hofmann, sino que, además, había emprendido una activa campaña<br />

y otros grupos de la misma índole véase Claus-Peter Ciasen, "Medieval Heresies in the<br />

<strong>Reforma</strong>tion", CU, XXXII (1963), 1-23.<br />

1002 Franz, Wiedertauferakten, pp. 71-73.<br />

1003 Krebs y Rott, Elsass, II (QGT, VIII), núm. 407.

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