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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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cardenal (al igual que otros diez personajes en el curso de la historia de la familia Gonzaga).42<br />

Durante tres años el joven cardenal estuvo estudiando en la universidad de Bolonia. (Muchos<br />

años después presidiría las sesiones del Concilio de Trento.) <strong>La</strong> dedicatoria del traductor Calo<br />

Calonymos Hebraeus al cardenal Gonzaga se explica muy verosímilmente por el hecho de que<br />

los dos hombres se conocieron en Bolonia. <strong>La</strong> traducción puede haber estado ya terminada, si<br />

bien no se publicó sino seis años después de que el joven Gonzaga, que tenía inclinaciones<br />

reformistas, fue nombrado cardenal. Dice Calo Calonymos en la dedicatoria que ha trabajado<br />

durante largo tiempo en esta traducción, y llama la atención sobre el hecho de que el "De<br />

physicis", omitido en la vieja versión latina de 1328, se conservó en la versión hebrea de donde<br />

él ha hecho la suya al latín, añadiendo que precisamente esta sección es "de gran importancia<br />

entre los judíos". Años después el cardenal Gonzaga entablaría con Juan de Valdés una<br />

correspondencia sobre asuntos no teológicos,43 es verdad, pero esto no excluiría la posibilidad<br />

de que el traductor judío de Averroes, el converso español de Roma y Nápoles y el cardenal<br />

mantuano hayan tenido en común una preocupación teológica que seguramente hizo suya el<br />

cardenal siendo estudiante en Bolonia: la inmortalidad y la resurrección en el contexto del<br />

averroísmo.<br />

El "De physicis" está dividido en cuatro cuestiones que se refieren (salvo la primera) al<br />

alma, a la inmortalidad y a la resurrección corporal. Su inclusión en la edición veneciana de 1527<br />

tiene que haber suscitado especial interés entre los averroístas cristianos que hasta entonces no<br />

habían conocido sino la versión vieja e incompleta.44<br />

Durante mucho tiempo, en efecto, se había asociado a Averroes, sobre la base de su comentario<br />

al De anima de Aristóteles, con la teoría de una inmortalidad impersonal del Intelecto genérico<br />

en todos los seres humanos, mientras que ahora, de pronto, podía leerse su defensa de la<br />

inmortalidad individual del alma racional y su teoría de una resurrección en cuerpos espirituales<br />

(como simulacra).45<br />

No sabemos qué influencia llegó a tener la traducción latina de 1527; pero, como<br />

Averroes mismo confiesa en esa obra su fe en la resurrección individual, puede haber dado a los<br />

averroístas cristianos, dentro de la tradición del racionalismo evangélico, un punto de partida<br />

para su propia escatología, basada en una lectura más rigurosa del Nuevo Testamento. Un hecho<br />

interesante es que Juan de Valdés, en sus Ciento diez divinas consideraciones (escritas en<br />

español y publicadas en italiano), aunque aquí y en otros lugares exprese la creencia en la<br />

resurrección general, sugiere atrevidamente una resurrección limitada a los justos en Cristo, por<br />

ejemplo en la consideración 1.xxlll: "<strong>La</strong> quinta cosa que considero es quesólo aquellos que están<br />

incorporados en Cristo están ciertos de su resurrección."46<br />

42 <strong>La</strong> traducción de Calo Calonymos se intitulaSubtillissimus liber Averois qui dicitur Destructio destructionum philosophie . . . (1.<br />

B. Pederzani, Venecia, 1527). <strong>La</strong> biblioteca del Hebrew Union College posee el único ejemplar existente en los Estados Unidos<br />

y el Canadá. Según parece, el texto latino ha sido editado por Beatrice H. Zedler, Mi1waukee, 1961. Hay también una<br />

traducción inglesa completa del original árabe, por Simon Van den Bergh (The Incoherence of Incoherence, Londres, 1954, 2<br />

vols.)<br />

43 " Esta correspondencia fue publicada, con introducción y notas, por José F. Montesmos, Madrid, 1931.<br />

44 Esa vieja traducción (sin la extensa sección "De physicis"), así como el comentario de Averroes al De anima de Aristóteles,<br />

habían sido aprovechados por Agustín Nifo (ca. 14731538) en las dos ediciones de su De immortalitate animae (Venecia, 1518<br />

y 1524) para sacar argumentos contra Pomponazzi. Sin embargo, también Nifo concedía que, en el momento de la muerte, la<br />

parte indestructible del alma queda absorbida en la Unidad eterna).<br />

45 Cf. la traducción del árabe por Van den Bergh, op. cit., vol. I, p. 362.<br />

46 Sobre el tema valdesiano de la "resurrección de los justos" como miembros de Cristo véase Nieto, Juan de Valdés, pp.<br />

298-299, 301 (notas 33 ss.) y 336. Y cf. infra, cap. xxi.3.-<strong>La</strong> materia de los párrafos precedentes puede leerse, tratada dentro de<br />

un contexto más amplio, en mi artículo "Socinianism and Deism: From Eschatological Elitism to Universal Immortal ity",Historical

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