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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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durante un año y medio, experimentó Denck la influencia del esplritualismo sacramentarlo de<br />

Müntzer y Caristadt.352<br />

Contrajo matrimonio a comienzos de 1524. (Su mujer se encargaba de preparar la comida<br />

para algunos de los alumnos.) El primer personaje con quien se vinculó fue Andrés Osiander,<br />

que pertenecía a la otra parroquia importante. San Lorenzo. Como principal consejero<br />

eclesiástico del ayuntamiento de Nuremberg, Osiander estaba orientando cautelosamente hacia el<br />

campo luterano a ia gran ciudad libre, sede del católico Imperial Consejo de la Regencia. <strong>La</strong><br />

ciudad manufacturera de Nuremberg, centro de cultura renacentista, que podía ufanarse de un<br />

Guile-baldo Pirkheimer y de un Alberto Durero, desde hacía mucho estaba dando señales de<br />

intranquilidad bajo su obispo, cuya sede era una ciudad menos importante, Bamberg. Hombre<br />

intrépido, combativo y porfiado, Osiander no tardó en descubrir peligrosas diferencias entre él y<br />

ese maestro Denck, humanista espiritualizante, que comenzaba a dar voz a aspiraciones más<br />

afines a la piedad sectaria mística de la Edad Media que al moderno solafideísmo de Lutero. De<br />

hecho, Denck estaba fundiendo la piedad humanística, descubierta por él en Basilea y también en<br />

Nuremberg, con la piedad mística, o sea la expuesta por Juan Taulero y reforzada por los<br />

opúsculos de Müntzer.<br />

<strong>La</strong> disidencia sectaria medieval había sobrevivido en el populoso centro comercial hasta<br />

las vísperas de la <strong>Reforma</strong>. Cuando Juan Hus se detuvo en Nuremberg, en su fatídico viaje a<br />

Constanza, obtuvo licencia para exponer sus doctrinas en público, y se ganó algunos amigos.<br />

Había congregaciones valdenses que se reunían en la ciudad y en sus alrededores. Y Diepold<br />

Peringer, "el campesino de Wöhrd", apóstol radical analfabeto, cuyos sermones en contra de las<br />

imágenes y de la misa y en defensa del libre albedrío impresionaron sobremanera al capellán del<br />

elector Federico el Sabio, presente en la dieta de 1524, tenía cierto número de seguidores en la<br />

ciudad.353<br />

Durante la Guerra de los Campesinos, Tomás Müntzer, que huía de Mühihausen hacia el<br />

sur en 1524, se quedó en Nuremberg unas semanas, probablemente en casa de Denck, y se<br />

dirigió a Enrique Pfeiffer y a Juan Rómer (destinado este último a ser un caudillo del<br />

anabaptismo en Turingia) para encargarles la impresión de dos obras suyas, la Ausgedrückte<br />

Entbiossung y la Hochverursachte Schutzrede. Refiriéndose tiempo después a estas semanas,<br />

escribió Müntzer: "Yo habría podido armar un gran revuelo entre el pueblo de Nuremberg si<br />

hubiera estado interesado en fomentar la sedición, que es el cargo que contra mí ha lanzado un<br />

mundo mentiroso. Muchas personas me instaban a predicar, pero yo les contesté que no estaba<br />

allí con ese propósito, sino con el de replicar a mis enemigos a través de la imprenta.354<br />

Podemos imaginar muy bien que el rector e la escuela de San Sebaldo se contaba entre esas<br />

personas que lo instaban a predicar. En octubre de 1524, Osiander y las autoridades de la ciudad<br />

supieron que Pfeiffer estaba en posesión de los peligrosísimos manuscritos de Müntzer y que<br />

hacía gestiones para imprimirlos. En su refutación de esos libelos, Osiander se mostraba muy<br />

indignado de ver cómo Pfeiffer, que se basaba en la ley de Moisés a la hora de argumentar que<br />

los falsos profetas debían ser sentenciados a muerte, se limitaba, en cambio, alegremente al<br />

Nuevo Testamento, cuando no al Espíritu, o a la Palabra interior, a la hora de exponer puntos<br />

doctrinales polémicos. <strong>La</strong>s autoridades municipales, nominalmente católicas todavía, a pesar de<br />

que no habían puesto en práctica la orden de suprimir los escritos de Lutero (orden emanada de<br />

352 El estudio más reciente sobre esta fase de su vida es el de Georg Baring, "Hans Denck und Tilomas Múntzer in Nürnberg,<br />

1524",ARG, L (1959), 145-181.<br />

353 Sobre los impulsos sectarios y sus fuentes, véase el citado libro de Evans, The Sectaria of Nuremberg.<br />

354 Johann K. Seidemann, Thamas Müntzer, Dresde, 1842, pp. 48-49.

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