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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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comenzamos a ver indicaciones claras de una separación entre Zwinglio y los interesados en la<br />

introducción inmediata de las normas del Nuevo Testamento.<br />

Consta que fue en esta coyuntura cuando Grebel rompió con Zwinglio. En una carta<br />

latina a uno de los tres presidentes de la Disputa y a su cuñado Vadiano, escrita el 18 de<br />

diciembre de 1523, asentó, con amarga ironía, la siguiente tesis en alusión al sermón<br />

pronunciado por Zwinglio el tercer día de la Disputa: "Cualquiera que piense, crea o diga que<br />

Zwinglio está cumpliendo sus deberes de pastor, piensa, cree y habla impíamente."193<br />

d) Los conventículos sacramentarías de Zurich, 1524<br />

Desilusionados de quien había sido su caudillo, los radicales comenzaron a unir sus<br />

fuerzas. Sus círculos de estudio fueron convirtiéndose en cor-ventículos en los cuales se atrevían<br />

a hacer, entre ellos mismos, lo que Zwinglio había propuesto en diciembre, pero que no se<br />

permitió públicamente en las iglesias de Zurich hasta abril de 1525. Lo que ahora se proponía<br />

Grebel era la formación de una nueva comunidad. Entre el interés de Zwinglio (una reforma total<br />

del cantón, sancionada por la magistratura) y la exigencia de Grebel (una regeneración<br />

inmediata) no había ya término medio mutuamente aceptable.<br />

Bastante tiempo antes de la ruptura final, Grebel, Stumpf y Mantz habían presentado a<br />

Zwinglio y a Jud, en diferentes oportunidades, un plan de reforma en el cual les pedían, de<br />

manera general, que abandonaran por completo la organización antigua de las iglesias y erigieran<br />

una nueva iglesia de fieles creyentes "según la verdad evangélica y la Palabra de Dios". En cierto<br />

momento, durante el verano o el otoño de 1523, habían invitado expresamente a Zwinglio para<br />

que exhortara a todos cuantos quisieran seguir a Cristo a ponerse de su lado, confiados en que<br />

esta ecclesia piorum sería "superior al ejército de los no creyentes". En esta nueva iglesia se<br />

practicaría la Cena en los términos en que la describen San Pablo y los evangelistas, y se<br />

restaurarían las disciplinas de la iglesia primitiva. Los pastores vivirían en lo sucesivo no de<br />

diezmos, sino de donativos voluntarios, y "todas las cosas se poseerían en común", como en la<br />

iglesia apostólica de Jerusalén. De entre los miembros de esta nueva ecclesia sería-"elegido por<br />

votos" un ayuntamiento (senatus) auténticamente cristiano, es decir, no coercitivo.194<br />

Recuérdense las propuestas de los cuarenta y dos Artículos de Francfort, inspirados por Gerardo<br />

Westerburg, cap. iv.2.b.) Los radicales fueron muy concretos en cuanto a su propuesta del<br />

sostenimiento voluntario, puesto que ofrecieron a Zwinglio cien ducados anuales si, en principio,<br />

renunciaba a su prebenda. En estos momentos no se habló para nada de la posposición del<br />

bautismo, ni del rebautismo, ni del derecho de los cristianos a tomar parte en el gobierno.<br />

Guillermo Reublin, a quien antes vimos en Basilea (cap. v.l), era ahora (desde 1522) predicador<br />

en dos de las aldeas dependientes de Zu-rich: Wytikon y Zollikon. Fue él el primer sacerdote<br />

193 VB, III, núm. 374, 49; comentado por Yoder, "Turning Point", p. 138.<br />

194 En 1527, el propio Zwinglio (Elenchus, ZW, II, 331) recuerda de la siguiente manera las demandas que los radicales hacían<br />

en 1523: "Se dirigieron a nosotros ... [diciendo]: «No se nos oculta que habrá siempre quienes se opongan al evangelio, incluso<br />

entre aquellos que se jactan del nombre de cristianos. Por lo tanto, no podemos esperar que algún día se unan todos los<br />

espíritus de tal manera que sea posible realizar en todo el ideal cristiano de vida. En efecto, en los Hechos de los Apóstoles<br />

[5:40 ss.] leemos que los que habían creído se separaron de los otros, y después sucedió que los que vinieron a creer se<br />

dirigieron a quienes eran ahora una nueva iglesia (nava ecclesia). Así también debemos proceder nosotros.» Me pidieron que<br />

yo lanzara una proclama a fin de que aquellos que quisieran seguir a Cristo se pusieran de nuestro lado. Aseguraron, por otra<br />

parte, que nuestras fuerzas serían muy superiores al ejército de los no creyentes. Y ahora la iglesia de los justos (ecdesia<br />

piorum) elegiría, de entre sus propios fieles, su propio ayuntamiento (senatum)." Véase también The <strong>La</strong>tín Warks ana<br />

Correspondence of Huldreich Zwingli, together with Selections fram his Germán Works, edited by Samuel M. jackson, Nueva<br />

York, 1912-1919, p. 132; Bender, op. cit., pp. 103-105, y 255, notas 29-31; Blanke, Brüder in Christo, pp. 10-11.

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