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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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nupcial de Hofmann (cap. xi.l.b.). Pero explica cómo Cristo, aunque eterno, no es coeterno con el<br />

Padre, cómo Cristo está subordinado desde el punto de vista de la autoridad al Padre, y<br />

especialmente cómo el Espíritu Santo no es una persona en la Divinidad, sino como el vínculo<br />

común entre el Padre y el Hijo. Campen está convencido de que el olvido de esta manera<br />

originalmente apostólica y bíblica de entender a Dios y al hombre explica la decadencia de la<br />

iglesia, y su convicción lo movió a escribir el tratado (ahora perdido) en que hablaba "contra<br />

totum post apostólos mundum",781 y su abreviación posterior en lengua alemana, la Restitución<br />

de 1532.<br />

Juan de Campen se consideraba a sí mismo ortodoxo en el sentido de que trataba de<br />

ajustarse al pensamiento apostólico, y en una carta escrita años después afirmó que, después de<br />

haber buscado la verdad "entre las sectas y entre todos los herejes", sus esfuerzos se dirigían a<br />

una "restitución católica".782<br />

3. ALTERACIONES EN LA CRISTOLOGÍA<br />

En los tres sectores de la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong> se pueden descubrir las siguientes doctrinas,<br />

que fueron compartidas por algunos de sus portavoces: 1) una cristología característica sobre el<br />

cuerpo o la carne celestial de Cristo; 2) en correspondencia con esta cristología, una doctrina<br />

deificatoria de la salvación, opuesta a la doctrina forense; 3) en muchos casos, la afirmación de<br />

que el cristiano dispone del libre albedrío para luchar por su santificación, posibilitada ésta por la<br />

encarnación o por el ejemplo de Cristo; 4) una doctrina místico-física de la Cena del Señor; 5)<br />

una doctrina perfeccionista de la iglesia; y 6) una doctrina pactual del matrimonio (cap. xx). En<br />

el resto del presente capítulo nos limitaremos a las opiniones que se alejaron de la ortodoxia<br />

respecto a las naturalezas de Cristo (cristología), y sólo de manera incidental nos ocuparemos de<br />

las correspondientes variaciones en el concepto de la obra salvadora de Cristo (soteriología); en<br />

cuanto a la doctrina místico-física de la Cena del Señor, no recogeremos sino un par de ejemplos<br />

(-cap. xi. 4).<br />

<strong>La</strong>s aberraciones cristológicas de la <strong>Reforma</strong> <strong>Radical</strong> abarcan una gama muy extensa,<br />

desde la insistencia en la naturaleza exclusivamente divina de Cristo hasta la afirmación de la<br />

naturaleza exclusivamente humana del mismo Cristo en cuanto profeta o en cuanto Hijo adoptivo<br />

de Dios. Dentro de la variada gama de doctrinas hay un racimo de formulaciones insólitas que se<br />

conoce de ordinario como la doctrina de la carne celestial de Cristo. Esta designación no es en<br />

realidad muy precisa. Algunos sostenedores de la doctrina se atenían a la formulación ortodoxa<br />

(calcedonia), según la cual Cristo es ciertamente una persona en dos naturalezas, pero enseguida<br />

afirmaban que la naturaleza divina es una carne divina, o incluso un cuerpo divino bajado del<br />

cielo. Otros afirmaban que la naturaleza de Cristo es única y divina, una carne celestial.<br />

<strong>La</strong>s dos versiones principales de la doctrina de la carne celestial de Cristo -a saber: a) que<br />

Cristo trajo su propio cuerpo o su propia carne consigo desde el cielo y fue desde el principio,<br />

781 Existía, manuscrito o impreso, en julio de 1531; según una fuente, era un "Artickel Buch" en latín.<br />

782 Carta de 1546 a Pedro Tasch, publicada por Rembert, op. cit., p. 270. No es probable que en el binitarismo de Juan de<br />

Campen haya habido influencia de la hierogamia de los cabalistas; aunque él sabía hebreo. Cf. Ernst Benz, Adam: der Mythus<br />

vom Urmenschen, Munich, 1955, PP. 39-40, y William J. Bouwsma, Concordia Mundz: The Career and Thought of Guillaume<br />

Pastel (1510-1581), Cambridge, 1957. Sobre la posibilidad de la influencia catara en la teologia y la antropología y la teología<br />

sacramental de pensadores como Juan de Campen, Servet y Paracelso, véase S. Hannedouche, "<strong>La</strong> Cene du Seigneur de<br />

Parácelse et le ntuel cathare". Cahiers d'Études Cathares, V (1954), 3-15.

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