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WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

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En otro lugar (supra, cap. xi.3) nos hemos ocupado detenidamente de las variaciones de<br />

esta doctrina entre los reformadores radicales, y podríamos; considerar suficientemente tratada la<br />

materia; pero teniendo en cuenta que; es a través de Menno como la doctrina de Melchor<br />

Hofmann ha sobrevivido hasta los tiempos modernos, debemos prestar atención especial a la<br />

versión mennonita.<br />

Menno no estaba satisfecho, en realidad, con la solución de Hofmann., <strong>La</strong> modificó,<br />

pues, diciendo que él estaba dispuesto a reconocer que Cristo tomó sustancia del cuerpo de María<br />

mientras se hallaba en su vientre. Dijo que hubiera preferido no decir nada sobre esa cuestión,<br />

pero que sus adversarios lo habían obligado a ocuparse de ella.896 A semejanza de Hofmann y<br />

de Obbe Philips, opinaba que los teólogos ortodoxos eliminaban el sufrimiento redentor de Dios<br />

a la vez que presentaban a un Cristo capaz de pecado en razón de su humanidad adámica. Menno<br />

argumentaba que toda la descendencia de Adán ha quedado condenada con plena justicia, y que<br />

Cristo no está dividido en dos naturalezas, sino que es un Cristo único y total. Subrayó la palabra<br />

del evangelio de San Juan: el Verbo se hizo carne, pero no tomó carne: "Os he mostrado y<br />

confesado nuestra firme postura en cuanto a la encarnación del Señor, haciendo ver que no se<br />

hizo carne de María, sino en María."897 Menno pudo haber expandido su distinción de las<br />

preposiciones diciendo que Cristo fue concebido en (in) María, o mediante (door, durch, per)<br />

María, o desde (van, von, de) María, pero que no nació de (uit aus, ex) María.898 Y a esto seguía<br />

la afirmación de que Cristo entero fue enviado por el Padre:<br />

Pues Cristo Jesús, en cuanto a su origen, no es hombre terrenal, esto es, fruto de la carne<br />

y la sangre de Adán. Es un fruto.o un hombre celestial. Su comienzo u origen es el Padre [Juan,<br />

16:28], a semejanza del primer Adán, con excepción del pecado.899<br />

Menno citaba varios pasajes que ahora nos son familiares (particularmente Juan, 1:14 y<br />

6:32) para explicar la doctrina de la carne celestial con respecto a la eucaristía. Puesto que sus<br />

seguidores participaban de la carne celestial de Cristo en la comunión, era preciso que<br />

excluyeran de esta comunión a todas las personas impuras e indignas. Así la doctrina mennonita<br />

de la encarnación, enlazada con la doctrina de la iglesia en cuanto organismo disciplinado y<br />

sujeto a un orden, con duda a una tajante distinción entre la verdadera congregación de los<br />

familiares de Cristo y la sociedad circundante de los no regenerados, o sea de los atados aún al<br />

primer Adán. Cristo, el segundo y celestial Adán, está a la cabeza de una nueva creación, y los<br />

miembros renacidos de su iglesia constituyen una sociedad totalmente nueva.<br />

Se puede resumir de la siguiente manera la evolución que va de Hofmann a Menno<br />

Simons: para Hofmann, la doctrina de la carne celestial era la sanción de un nuevo orden, el<br />

Reino, que él concebía experiencial y escatológicamente; para Menno, el nuevo orden se hallaba<br />

de manera primordial en la iglesia de los regenerados, fielmente alimentados por un pan celestial,<br />

una comunidad inmaculada en el desierto del mal.<br />

Fácil es ver cómo, en el pensamiento de Menno, para la realización de la hermandad de<br />

los santos venía a ser especialmente importante la disciplina de la excomunión. Y será bueno<br />

detenernos aquí Un poco para hacer una útil generalización acerca del bautismo, el vínculo (la<br />

896 Cf. <strong>La</strong> Breve y clara confesión sobre la encamación de Nuestro Señor (1544), traducida al inglés en Writings. pp. 419ss.<br />

897 Breve y clara confesión, loc. Cit., pp. 419-420 y 783-784.<br />

898 <strong>La</strong> terminología de Menno, y de los anabaptistas holandeses en general,.,ha sido, admirablemente aclarada por William<br />

Keeney, An Analysis of Calvin's Treatment of the Anabaptists in the "Institutos", apuntes mimeografiados de un seminario dado<br />

en la Universidad de Hartford. Sus resultados se resumen en la p. 136.<br />

899 Writings, p. 437.

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