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Volumen II - SAM

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eportada por Mateo y col. [10] que relaciona ese comportamiento con el modo en que se nuclean y propagan<br />

microfisuras en el material.<br />

En general es aceptado [10,19,20] que para DSS con la morfología típica de laminado y para deformaciones<br />

cíclicas con rangos de deformación plástica bajos, las microfisuras se inician en la fase austenítica sobre las<br />

trazas de los planos de deslizamiento {111} y que luego estas microfisuras pueden propagarse hacia la fase<br />

ferrítica a lo largo de marcas de deslizamiento asociadas con bandas de deslizamiento persistentes (PSB).<br />

Pero, para rangos de deformación grandes, ambas fases se activan observándose líneas de deslizamiento<br />

como parte del daño superficial en el acero. Más aún, debido al carácter ondulado del deslizamiento en la<br />

matriz ferrítica, las líneas de deslizamiento se transforman en un daño superficial más intenso [21]. La<br />

mayoría de estos estudios se hicieron sobre muestras maquinadas a partir de barras con una estructura de<br />

grano lamelar y con tamaños de grano del orden de 10 micrones, en los cuales no se ha tenido en cuenta el<br />

efecto que el proceso de laminado tiene sobre la superficie del material.<br />

Al analizar la estructura de dislocaciones en las láminas correspondientes al volumen de las probetas del<br />

DSS utilizado en este trabajo, no se observaron diferencias con lo encontrado por otros autores [12,14]. Sin<br />

embargo, el análisis de las láminas delgadas de superficie y cercanas a la misma, las cuales contienen<br />

información sobre la microestructura de los granos que se encuentran a aproximadamente a 50μm de la<br />

superficie libre, revela una gran densidad de dislocaciones acomodadas en las estructuras descriptas. Esta se<br />

atribuye al hecho de que durante el proceso de laminación y el posterior tratamiento de la superficie del<br />

material, las secciones más cercanas a la superficie sufren un proceso de deformación adicional que las<br />

correspondientes a la parte media de la chapa.<br />

Un análisis detallado de la Fig. 3b) y c) se puede ver que en el patrón de difracción se observa la<br />

superposición de dos estructuras: una correspondiente a la matriz austenita, y otra correspondiente a la<br />

deformación por maclado. Al estudiar la fase ferrítica, se destaca la estructura de bandas muy rectas de<br />

dislocaciones ubicadas sobre la traza de dos planos {110}. Un ejemplo se muestra en las Figuras 3 a). A su<br />

vez, el patrón de difracción, Fig. 2 c), presenta los puntos correspondientes a la orientación típica B=[111]<br />

para cristales BCC, y aparecen además puntos extras [22], como el señalado por la flecha.<br />

La conocida teoría de maclado muestra que la orientación de una red después del maclado está dada por una<br />

rotación de 180º, ya sea sobre la dirección de corte o sobre la normal al plano de la macla dependiendo del<br />

tipo de macla de la que se trate. Las dos operaciones dan resultados que están relacionados por un centro de<br />

simetría. En cristales cúbicos los sistemas de maclado son {111} para FCC y {112} para<br />

cristales BCC. Debido a ello, los estereogramas son convenientemente utilizados para analizar la<br />

deformación por maclado, bien mediante la reflexión de los polos sobre el plano de macla o por la rotación<br />

de 180º de los polos respecto a un eje perpendicular al plano de maclado.<br />

De acuerdo al análisis de traza [22] se puede ver que el punto extra señalado se debe a la reflexión del<br />

polo sobre el plano de macla (plano (112)), indicando que las bandas rectas de la Figura 2 a) podrían<br />

identificarse como micromaclas.<br />

Ahora bien, al comparar las estructuras de dislocaciones de las muestras del material antes y después de ser<br />

ensayado no se ven diferencias apreciables ni en la densidad ni en la morfología de las mismas. Es decir que<br />

gran cantidad de los defectos encontrados en las probetas ensayadas, fueron producidos por el proceso de<br />

fabricación y no así por el ensayo mecánico. Real y col. [23], en su estudio sobre las propiedades de fatiga de<br />

una barra de DSS sometida a shot peening, encuentran que este proceso mejora la respuesta a fatiga del<br />

acero debido a la generación de una “capa superficial reforzada” producida por, entre otras cosas, a un<br />

campo de tensiones residuales compresivas. Siguiendo con esta idea, la superficie reforzada estaría<br />

representada en este caso por una estructura de matriz con finas maclas dispersas sobre la superficie del<br />

material tanto en ferrita como austenita. Estos resultados están siendo todavía evaluados en la actualidad y<br />

confirmados mediante observaciones por microscopia electrónica de transmisión.<br />

5. CONCLUSIONES<br />

Los ensayos de fatiga de bajo número de ciclos han mostrado una anisotropía en el comportamiento cíclico<br />

de las muestras cortadas en dirección transversal respecto a la longitudinal.<br />

Los tiempos de vida a fatiga en relación a la dirección de laminación muestran una marcada disminución de<br />

la misma para la dirección transversal (alrededor de un 50%) respecto a la longitudinal.<br />

La estructura de dislocaciones en granos próximos a la superficie libre del material es resultado del proceso<br />

de fabricación de la chapa de DSS utilizada en este estudio.<br />

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